Faltaban apenas 48 horas para la disputa de las dos últimas mangas del Campeonato Brasileño de Superbike, disputadas este fin de semana en el circuito de Interlagos, cuando el emblemático Alex Barros, el piloto más aclamado de la historia de Brasil, anunció que participaría con una de las BMW S1000RR de su equipo, el BMW Motorrad Alex Barros Racing.
La presencia de Barros, de 46 años y nueve años después de dejar MotoGP, el gran expontente histórico del motociclismo sudamericano -con permiso de los venezolanos Johnny Cecotto y Carlos Lavado, o del argentino Sebas Porto-, atrajo miradas inesperadas sobre la mencionada cita, en la se decidía el campeonato Brasileiro entre Danilo Lewis -vencedor del campeonato Paulista- y Diego Faustino.
En la primera manga, Barros se quedó a apenas 168 milésimas de la victoria, que fue para Faustino en un final a tres en el que Lewis cerró el cajón a sólo cuatro décimas del vencedor, complicándose sus opciones de título, que se fueron al traste con su abandono en la primera vuelta de la segunda manga.
Allí, Barros no perdonó. Tomó el liderato y, después de una batalla con Faustino durante los primeros giros, logró poner tierra de por medio para lograr una incontestable victoria por 6,8 segundos sobre Faustino, que aseguró el título. La tercera plaza fue para el pupilo de Barros, el argentino Diego Pierluigi, conocido del FIM CEV Superbike.
Han pasado casi cuatro décadas desde que Barros empezó a despuntar en los campeonatos infantiles brasileños, antes de falsear su edad para poder debutar con 15 años en el Gran Premio de España de 80cc en 1986 a lomos de una Rieju.
Cuatro años después llegó al medio litro con Cagiva, antes de correr con Suzuki, Honda, Yamaha y finalmente Ducati en 2007, sumando cinco victorias -tres en 500cc y dos en MotoGP- y acabando cuarto de la general hasta en cinco temporadas: 1996, 2000, 2001, 2002 y 2004.
