Probamos la nueva Kawasaki Z1000SX 2017

Kawasaki presenta la remodelada Z1000SX, una moto que suma a su nuevo aspecto, una electrónica de vanguardia para disfrutar a tope de sus grandes cualidades.

Óscar Pena

Probamos la nueva Kawasaki Z1000SX 2017
Probamos la nueva Kawasaki Z1000SX 2017

En un entorno casi idílico para disfrutar de la moto, entre la ciudad francesa de Niza y los Alpes Marítimos, hemos tenido la ocasión de exprimir a conciencia la nueva Kawasaki Z1000SX. Una moto que, a priori no cambia en exceso, pues supone una revisión del modelo anterior, pero que en la práctica supone un gran salto en dos aspectos fundamentales: sus cualidades deportivas y su seguridad activa. Y todo ello sin dejar de lado, en ningún momento, el aspecto turístico, que envuelve al conjunto cuando tomas sus mandos, por mucho que sus líneas absolutamente agresivas te hagan pensar lo contrario.

Kawasaki Z1000SX 2017

La Kawasaki Z1000SX es una moto muy cómoda. El conductor se siente perfectamente integrado desde el instante en que toma sus mandos, y abraza con placer un nuevo depósito de ahora 19 litros de capacidad, con lo que se aumenta la autonomía. Los semimanillares elevados y abiertos te permiten reclinarte o permanecer erguido, independientemente de tu talla, y los estribos no están especialmente elevados o retrasados. Eso sí, lo están lo suficiente como para no ser un impedimento al inclinar ni siquiera efectuando una conducción realmente deportiva. Por otro lado, se agradece sobremanera el nuevo mullido del asiento, que ofrece el tacto perfecto para rodar horas y horas por un lado, y por otro dejarte sentir con precisión el comportamiento del tren trasero al conducir con agresividad… ¡Castigando el puño derecho!

Finalmente, la pantalla regulable manualmente en tres posiciones no cambia en absoluto, y mantiene la buena protección del modelo anterior. Perfecta en carretera, en autopista y en conducción rápida, pues aún rodando a alta velocidad no genera rebufo alguno. También conviene destacar antes de cambiar de tema, el trabajo realizado sobre el asiento del pasajero, que aumenta su confort de marcha, y dispone de sendas asas a las que agarrarse.

Una moto perfecta para carretera, autopista y conducción rápida.

La nueva carrocería, que incluye faros delanteros de LED, también trae consigo una mejora de la protección aerodinámica a la altura de las manos, y el aire no las golpea en ningún momento. Algo que se agradece cuando, en días como el de esta presentación, el termómetro ambiente (incluido en la nueva instrumentación, junto con el indicador de marcha, los diferentes modos de potencia, el testigo de actuación de control de tracción, el ordenador de abordo, etc.), llega a indicar -2ºC a primera hora de la mañana. Pues bien, aun en estas circunstancias, quedas bien protegido tras el rediseñado carenado de la Z1000SX.

Tratándose de una moto con talante rutero además de deportivo, ¿qué podríamos echar de menos que no esté incluido en su dotación de serie u opcionalmente? Quizá una guantera delantera, o un caballete central que nos facilite el estacionamiento y, sobre todo, labores de mantenimiento que quisiéramos hacer nosotros mismos. Por lo demás, la toma de corriente, los puños calefactables, el navegador, las grandes y perfectamente integradas maletas, o un baúl trasero, están disponibles en el catálogo del fabricante.

Pero lo mejor de la S1000SX 2017 está por llegar. Y es su motor. Para adaptarse a la Euro4, los ingenieros de Kawasaki han trabajado en la emisión de gases, e incorporar, ya puestos, más electrónica. Y así, viene equipada nada menos que con la plataforma inercial IMU, gracias a la cual se ha diseñado un efectivo sistema KTRC, un pack que incluye control de tracción, caballito y deslizamiento, y también el KIBS, un sistema que reconoce el ángulo de inclinación para adaptar la fuerza que se efectúa sobre los frenos y evitar así las caídas en curva. A todo esto, se suman los ya "clásicos" tres modos de conducción con diferentes entregas de potencia. Es una pena no haber dispuesto ni de serie ni opcionalmente de un cambio semiautomático, que habría sido una gozada para disfrutarla al máximo en zonas viradas…

Sigamos sin desviarnos del tema: el comportamiento del motor es sencillamente ejemplar. Si no fuerzas, no notaras diferencias con la anterior Z1000SX, pues el motor es realmente el mismo. Un prodigio en suavidad, buen tacto, agradable acelerador, contundencia a cualquier régimen, y una chispa en la zona alta del cuenta vueltas digna de cualquier moto deportiva.

¡Ay amigo!, si decides dar rienda suelta a tu vena “racing”, te deleita con un tacto espectacular gracias a la precisión de su control de tracción (me habría gustado un 4º nivel –tiene 3-, un poquito menos intrusivo para poder rodar tan fuerte que se pueda disfrutar al máximo incluso en circuito), y la confianza que ofrece su enorme y muy dosificable frenada, incluyendo la capacidad de absorber las retenciones de la rueda trasera de su nuevo embrague antibloqueo cuando reducimos marchas casi de forma salvaje. Ni se inmuta al engranar la primera velocidad bien alto de revoluciones. Es también aquí, metido en faena y disfrutando de las bondades de su motor, cuando aprecias las pocas “limitaciones” de su parte ciclo...

Lo entrecomillamos porque la Z1000SX no deja de ser una sport-turismo, y no debemos olvidarlo. Se percibe tremendamente ágil, y los cambios de dirección son realmente fulgurantes. También es muy controlable y eficaz saliendo de los virajes. Entrando, sin embargo, conviene siempre anticipar ligeramente los movimientos, pues en fuertes frenadas, abordando las curvas, tiende a seguir una trayectoria recta, y le cuesta un poquito apuntar al ápice. Una vez has soltado los frenos, todo se suaviza, y mantiene la línea prefijada con soltura. Una característica de su comportamiento también presente en el modelo anterior, y al que sólo hay que acostumbrarse para disfrutarla al máximo.

Por último destacar que tiene su prevista su llegada al mercado español en diciembre, a un precio aún por determinar, en tres diferentes combinaciones cromáticas: verde/gris carbón, negro/gris grafito y naranja/gris carbón.