Cuando hace unos meses Yamaha comenzó a publicar adelantos de lo que a todas luces era una nueva Yamaha R6 de cara a 2017, muchos se preguntaron qué sentido tendría hacerlo ahora cuando las ventas de estos modelos han caído de manera tan notable. En respuesta a esa pregunta, quizás te des cuenta repasando el aspecto interior de esa nueva supersport de que el cambio fue más estético que mecánico, donde apenas incluye mejores en la parte electrónica y nuevas horquillas. Fue renovación pensada para mercados más allá del viejo continente.
Quizás, como yo, te preguntaste también cuánto hay de cierto en todas esas noticias que hablan e insisten en la caída del mercado de deportivas, especialmente de 600cc. La respuesta, te adelanto, puede ser más dura de lo que podrías imaginar en un primer momento. Nos ponemos en contacto con la ANIACAM (Asociación Nacional de Importadores de Automóviles, Camiones, Autobuses y Motocicletas) para bucear en los datos de matriculaciones desde el año 2001 hasta el pasado 2016 para analizar la evolución del mercado. El panorama es desolador.
2007 / 2008 vs. 2015 / 2016
El gráfico muestra la evolución de matriculaciones de las principales motos deportivas de 600cc y cómo vivió su punto más alto durante 2007 y 2008, tras varios años creciendo sin pausa. Hemos pasado de las casi 4.000 Yamaha YZF-R6 de 2007 a las 21 que se vendieron en 2016. Es más, si se trata de motos clasificadas como deportivas, en 2016 se vendieron más Hyosung GT 650 que Honda CBR 600 RR. Si la curva no era suficientemente clara, aquí va una comparativa entre 2007/2008 y 2015/2016, suponiendo que alcancéis a ver la parte respectiva a estos últimos periodos.
2007 / 2008 vs. 2015 / 2016
Supersport 600 frente a la crisis económica y la maduración del mercado / usuario
Aunque los datos que os mostramos aquí son más que claros. Cuando la crisis golpeó en 2009, uno de los numerosos sectores que lo notaron al instante fue la moto, que hasta entonces había vivido sus mejores años gracias a la venta masiva de motos deportivas que, por aquel entonces, muchísimos usuarios se podían permitir. No sólo porque los bancos y cajas abrían el grifo de los créditos, sino porque los sueldos de la época daban más que suficiente para comprarla y mantenerla, tanto si la usabas para tandas como si la usabas para ir a comprar el pan (que levante la mano quién haya visto la bolsa blanca de la panadería colgando del semi-manillar). Con el primer puñetazo económico, el mercado de segunda mano se inundó de motos usadas buscando nuevos dueños, motos que en muchas ocasiones quedaban paradas por no poder permitirse un cambio de ruedas, la revisión de turno o un año más de seguro.
Las 600 eran, y son, motos muy divertidas que permitían abrir gas sin contemplaciones y hacer chillar los tetracilíndricos más avanzados. Recogiendo esas sensaciones, muchas marcas se lanzaron a montar motos naked que hacían uso de los mismos propulsores deportivos pero rebajados en potencia y centrados en la polivalencia (Yamaha FZ6, Suzuki GSXR600, Kawasaki Z750…). Ducati, por su parte, sí que tenía desde hacía años motos naked de parte ciclo envidiable y deportiva, como bien recordaréis por sus modelos Monster (desde la 620 hasta la S4R).
Culpar a la crisis de la debacle Supersport es, sin embargo, quedarse en lo superficial y local. En otros mercados, donde la crisis actúo de manera muy distinta como es el caso de Alemania, la caída de las deportivas fue igualmente devastadora. A continuación tenéis el número de matriculaciones en 2003 y 2015 en el mercado germano.
¿Qué nos cuenta este gráfico? En primer lugar nos dice que no es algo exclusivo de nuestro país, puesto que la diferencia es igualmente notable, y en segundo lugar, nos habla de la importancia de España en el mercado de hace una década. Nuestro país, con algo menos de 47 millones de personas, compró en 2003 sólo 314 unidades menos de Honda CBR 600 RR que los alemanes, con algo más de 82 millones de habitantes. Pero si nos fijamos en las cifras totales, mientras que en Alemania el récord se encuentra en las 12.000 unidades vendidas de 1998, en España superamos ampliamente ese número con las 15.485 deportivas de 600 vendidas en 2007.
En 2007 se vendieron unas 3000 supersport más en España que nunca antes en Alemania.
La industria de la moto se vio entonces obligada a reaccionar con rapidez a las exigencias de los usuarios que ahora pedían motos lógicas, pero divertidas, fáciles de mantener y que obedezcan a las exigencias del carné A2. Fruto de esas peticiones es toda la gama 500cc bicilíndrica de Honda, las MT de Yamaha o las 300cc de Kawasaki y KTM, siendo los austriacos uno de los primeros en entender que para vender, tendrían que montar motos fáciles y asequibles; algo ampliamente demostrado por el enorme número de ventas de sus Duke.
Para muchos entendidos y ex-pilotos, una de las razones por las que las 600 han perdido fuerza, además de lo ya mencionado, es que en la actualidad las Superbike se han vuelto motos más seguras y dóciles. Donde antes tenías que pasar por las Supersport para aprender con ellas antes de dar el gran paso, ahora “cualquiera" puede subirse a una mil, activar el mapa de motor más suave y colocar al máximo el control de tracción.
Mundial de Supersport sustituido por nakeds
Probablemente ya sepáis que este año tendremos un Campeonato del Mundo de Supersport 300 en base a los modelos de corte polivalente y económico que han ido surgiendo estos años para el marcado de calle: KTM RC 390, Honda CBR500R, Kawasaki Ninja 300, Yamaha YZF-R3 etc… Mientras tanto, el de motos de 600cc, a pesar de ser uno de los más espectaculares y abiertos a nivel internacional, parece tener los días contados. Las motos con las que se compiten ya no son representación de los intereses del usuario final, porque no nos debemos olvidar de que si existen estos campeonatos es porque las marcas quieren vender motos y no por amor al simple hecho de correr.
El campeonato del mundo de Supersport 600 no tiene sentido en esta situación y, tal y como confirmaba a finales del año pasado Javier Alonso, será sustituido por una categoría naked.
Ahora pensemos, ¿qué tipo de categoría sería esa? Si analizamos el catálogo actual muy interesante imaginar una categoría de nakeds deportivas que ronden los 1000cc. Yamaha tiene su MT-10, Ducati su Monster 1200, KTM su Super Duke 1290 R, BMW su S1000R, Kawasaki la Z1000, Suzuki una GSX-S1000 y Triumph la Speed Triple R. Las principales marcas tienen una moto con la que competir en esa teórica categoría pero quizás no se vea con buenos ojos tener dos categorías de litro con mecánicas muy parecidas.
La revolución podría llegar entonces a través de un segmento Naked de cilindrada media, motos sin carenado pero de inspiración deportiva que ronden los 600-800cc. Démosle una vuelta: KTM presentará pronto su Duke 790, Triumph ya nos dejó probar su nueva Street Triple de 765cc y los japoneses tienen modelos muy interesantes en el sector como la Kawasaki Z800-Z900, Suzuki GSX-S750 o la Honda CB650F en cuatro cilindros o las Yamaha MT-07, Suzuki SV 650 y Kawasaki Z650 en dos. A esto hay que sumar los recientes rumores que colocan a Triumph como proveedor de motores para Moto2.
De ser así, no será la primera vez que veamos campeonatos de primer nivel con motos desnudas, ni mucho menos. Hace décadas, grandes pilotos como Eddie Lawson y Freddie Spencer se curtían en un AMA Superbike que tenía como protagonistas motos de cuatro cilindros con asientos en dos alturas y alargados como los que se podían ver en la Honda CB750F o en la Kawasaki KZ1000R, que inspiró una de las preparaciones llevadas a cabo por Eric Bostrom.
Para acabar, no queda más que recordar con cariño aquellas 600cc como recordamos hoy en día las 50, 80, 125 y 250 de dos tiempos con las que muchos aprendieron y vivieron grandes experiencias sobre dos ruedas.