Triumph Speed Triple 1050

Triumph Speed Triple, una elección triunfadora. Triumph es la marca de motos más legendaria de Inglaterra y la única con esa nacionalidad que sigue fabricándolas en grandes series. Traducido al español significa "triunfo"... como el éxito que ha conseguido al presentar esta nueva Triumph Speed Triple 1050.

Victor Fernández Gancedo | Fotos. Triumph

Triumph Speed Triple 1050
Triumph Speed Triple 1050

Y la nueva Triumph Speed Triple no ha podido llegar en mejor momento, justo ahora que se celebra el vigésimo aniversario del resurgir de la gran firma británica. El modelo Speed Triple es el más vendido de la nueva era de Triumph y el que más se relaciona con la marca. Desde la primera versión llegada al mercado en 1994, la producción de la pionera entre las streetfighter de serie ha superado ya las 65.000 unidades, una cifra que no es nada fácil de alcanzar para un modelo de alta cilindrada, y más aún si no es producido por uno de los cuatro grandes fabricantes japoneses. Y por ello, y por las excelentes virtudes demostradas durante esta primera prueba, está claro que la palabra éxito tiene una estrecha relación con la Speed Triple.

Aprovechando el tricilíndrico en línea de 1.050 cc que propulsaba a la Speed Triple anterior (que llegó al mercado en 2005), a su alrededor los hombres de Triumph han desarrollado una parte ciclo totalmente nueva y una carrocería actualizada debidamente. Eso sí, la doble óptica frontal y el basculante monobrazo de aluminio, elementos característicos de este modelo desde 1997, están por supuesto incluidos, aunque ambos sean de nueva factura.

Sensaciones muy modernas

Además de aligerar y de centrar las masas, se ha buscado modernizar el comportamiento de esta gran moto desnuda fabricada en Hinckley. Para ello se ha desarrollado un nuevo chasis más corto que el anterior, que avanza al máximo el motor, al tiempo que lo inclina ligeramente hacia delante. De este modo, además de cambiar de forma importante el reparto de pesos, se ha podido montar un basculante casi 2 cm más largo manteniendo una distancia entre ejes contenida. El anclaje del basculante más adelantado y el ángulo de lanzamiento de la dirección más cerrado (22,8º) han contribuido a la hora de crear un conjunto tan corto. El resultado es una moto menos nerviosa, pero al mismo tiempo más ágil y con un aplomo muy bueno a alta velocidad y a la hora de superar curvas rápidas. Mantiene las trayectorias a la perfección y al tiempo éstas son muy fáciles de corregir con una leve insinuación sobre su ancho y plano manillar.

La ergonomía también se ha reformado en profundidad. El depósito es más corto y ello ha permitido adelantar el asiento. El manillar también se ha retrasado, por lo que ahora la posición de la parte superior de nuestro cuerpo es más de ataque, aumentando la sensación de control en todo momento y la libertad de movimientos sobre el asiento, que también se consigue gracias a que el depósito es muy estrecho en su parte trasera. Por otro lado, los estribos se han reubicado. Están un poco más adelantados y altos, y sin llegar a incomodarnos, consiguen que la altura libre a la hora de inclinar en curvas sea considerable. Tanto que incluso forzando mucho en pista resulta muy difícil llegar a rozarlos con el asfalto, más aún si te descuelgas debidamente.

Triumph ha conseguido crear un conjunto muy equilibrado. Incluso con el manillar alto, a sus mandos tienes la sensación de estar conduciendo una auténtica deportiva, aunque con un buen confort de marcha. Bien es verdad que las piernas van un poco más flexionadas de los que se puede considerar como normal, pero como también ha demostrado la Speed Triple en las carreteras de la Sierra de Ronda, se trata de una moto en la que conviven a la perfección planteamientos polivalentes con aspectos radicales. Ahora sientes la rueda trasera más lejos, facilitando la tracción al acelerar, y el comportamiento del conjunto se centra más en el tren delantero. Todo el peso va más cargado sobre el neumático anterior y ello te transmite una mayor confianza en fuertes apoyos. A pesar del lanzamiento más cerrado de la horquilla, incluso acelerando sobre asfaltos rizados, el nerviosismo frontal brilla por su ausencia.

Mucha información

Suspensiones y frenos se han actualizado en concordancia a la nueva arquitectura de la parte ciclo. Las reacciones son más directas y en la horquilla apenas se aprecia recorrido muerto. Y como buena Triumph, el equipo de frenos funciona de forma sobresaliente. Ha sido renovado por completo y destaca por su potencia y por la facilidad con la que se dosifica. Además, no desfallece incluso sometiéndolo a esfuerzos continuos en circuito.

De este modo la nueva Triumph Speed Triple es una moto que transmite confianza. Tiene un lado deportivo que no defrauda en absoluto. A sus mandos sientes toda la información necesaria como para poder disfrutar al máximo en una carretera de curvas, pero también puedes circular relajadamente en trayectos urbanos, con el motor girando a regímenes bajos y sin apenas sentir su funcionamiento. Es una moto con doble cara, que se adapta a las necesidades de cada momento.

Lo mejor está en el medio

Aunque ha sido actualizado en cuanto a admisión, escape y gestión de motor, el tricilíndrico que empuja a la nueva Speed Triple nos recuerda de forma inevitable al de su antecesora, pues se puede decir que es el mismo. Triumph declara haber llenado más las curvas de par y potencia en «medios» y también de haber conseguido 5 CV más arriba (135 CV a 9.400 rpm). La mayor virtud de este propulsor es la forma de responder entre 4.000 y 7.000 rpm. Por este motivo casi siempre puedes circular en una marcha más alta de lo que podemos considerar como normal.

Para trazar una curva en segunda se debe de tratar de un ángulo muy cerrado y lento. De no ser así, con la tercera relación del cambio engrandada saldremos catapultados hacia delante al acelerar a la salida de la mayor parte de los virajes. Luego, en la zona alta del cuentarrevoluciones (entre 8.000 y 10.000 rpm), el motor ya no se muestra tan generoso, por lo que es incluso mejor subir marchas sin necesidad de exprimirlo al máximo para buscar la respuesta a medio régimen en la relación de cambio inmediatamente superior. El funcionamiento de la caja de cambios sigue sin ser especialmente rápido, aunque dejando que la palanca vuelva bien a su sitio, todas las operaciones se efectúan con precisión.

La nueva Triumph Speed Triple es una moto agradable en líneas generales, que se adapta muy bien a la convivencia diaria y que te permite disfrutar de ella de forma relajada, pero por otro lado, si necesitamos que nos obsequie con sensaciones ciertamente fuertes, también es capaz de llegar a ofrecérnoslas. Eso sí, trasmitiéndonos siempre confianza y una elevada sensación de control.