Le hemos pedido a todo un experto moto-aventurero, Gustavo Cuervo, que nos seleccione las cinco más destacadas rutas del mundo y esta es la primera entrega de una serie de espectaculares viajes. Gustavo nos mostrará cinco rutas para soñar rodando sobre la Tierra.
¿Cuál es la mejor ruta del mundo para recorrerla en moto? Esta pregunta no tiene una respuesta nada fácil. Una ruta en tu país con excelente compañía y buen clima puede ser para ti, sin ninguna duda, ni posible discusión, la mejor y con mucha diferencia, y es que todo depende de los gustos. Para los aventureros amantes de las pistas y senderos off road no podrá tener este título ningún tramo que no sea por campo, en tanto que los amantes de la carretera exigirán un perfecto asfalto y trazado para aupar a esta categoría a su favorita. Para los primeros las carreteras asfaltadas nunca tendrán esa categoría por ser aburridas, predecibles y con limitaciones legales, en tanto que para los segundos, las rutas off road serán infiernos que rompen motos y en ocasiones hasta cuerpos y además, sin pasar la mayoría de las veces por ciudades plenas de atractivos servicios.
Así mientras unos piensan solo en países en vías de desarrollo los otros aseguran que cuanto más avanzado sea el país mejor será la ruta. Personalmente basándome en 40 años de experiencia, con viajes por todas las rutas seleccionadas para esta serie y muchas más, por los cinco continentes, en diferentes tipos de motocicleta y épocas del año y sumando además la opinión de un selecto grupo de amigos motociclistas, he establecido esta exclusiva lista de las mejores rutas del mundo. Todas tienen ventajas e inconvenientes; clasificarlas es tan difícil que solo vamos a mostrarlas, sin numerarlas, pues todas son número 1.
La ruta más difícil
La Karakórum Highway es la más peligrosa, difícil y aventurera ruta en moto del planeta. Entre Islamabad (Pakistán) y Kashgar (Sinkiang, China) corre de sur a norte atravesando la región donde se unen las cordilleras de Hindu Kush, Himalaya, y Karakórum, las más altas y salvajes del mundo, donde se concentran todas las montañas del planeta que reúnen las 14 cimas superiores a los 8.000 metros de altitud. Si estás buscando el recorrido más difícil que comunique dos países, es decir un trazado principal, y solo si tienes verdaderas ansias de aventura, esta es tu ruta. Fue la ruta elegida durante la Vuelta al Mundo BMW Riders (2007/2008) para realizar un documental para el prestigioso programa de TVE «Al filo de lo Imposible» dirigido por Sebastián Álvaro. La aventura comienza mucho antes, con la preparación de la documentación necesaria para llegar y entrar en Pakistán, pero sobre todo en China.
Llegar hasta allí, salvo que vivas en el norte de India o en el oeste de China, es largo y muy complicado pero eso es solo el comienzo. Pakistán y concretamente la zona que atraviesa esta ruta esta siempre en el límite de la seguridad, natural y política. Su frontera con Afganistán y los frecuentes terremotos producidos por el choque de las placas tectónicas de India con Eurasia se suman para hacer de esta una ruta legendaria para los aventureros de todo el mundo. Para entrar en China deberás tener un carné de conducir chino y un guía oficial. ¿Y cómo se consigue esto? Pues con mucha paciencia y bastante dinero. Hay que tramitarlo con mucha antelación con alguna agencia de viajes china o de Sinkiang para que te resuelvan la documentación personal y del vehículo para entrar y salir del país. No es nada barato. Si lo consigues, además hay que tener suerte de que tu viaje no coincida con uno de los frecuentes atentados o subidas de tensión entre las diferentes facciones musulmanas de la región, disputas que sirven de lógico pretexto a los militares pakistaníes para cerrar la carretera. En muchas ocasiones los viajeros son escoltados por patrullas militares. Eso sí, si ya tienes todo y te plantas en Islamabad, la ruta va a superar todas tus expectativas.
Piedras, tierra y asfalto
Su nombre nos puede parecer pretencioso, llamar «highway» a un camino roto y pedregoso sin asfalto en grandes partes de su trazado, pero si lo comparas con el resto de las vías de la zona, apenas senderos de burros, realmente toma su dimensión. La carretera empezó a construirse en el año 1959 y se finalizó en 1979, cobrándose la vida de más de 1000 trabajadores, se dice que cada kilómetro de esta carretera costó una vida humana. Se abrió al tránsito público en 1986. Su nomenclatura oficial en Pakistán es N-35 y en China G-314. Entre Chilas y la frontera con China, en el paso Khunjerab (4693 m.s.n.m.) la KKH tiene su tramo más complicado.
Pista de tierra y piedras, con frecuentes derrumbes debidos a los movimientos sísmicos habituales en esta región, y deslizamientos provocados por las lluvias monzónicas (julio y agosto) que imposibilitan el paso durante días o semanas. Solo es posible hacerla en primavera y primeros días del otoño, cuando está libre de nieves/hielos, y hay menor riesgo de deslizamientos. Saliendo de Islamabad, la moderna capital de Pakistán, cercana a la antigua Karachi, la carretera asfaltada penetra poco a poco entre las montañas. El tráfico es denso y muy caótico, bastante peligroso pasando por Abbottabad, una población que se hizo famosa por ser donde encontraron a Osama Bin Laden.
Sigue remontando el valle del río Indo, el tráfico se relaja y casi desaparece y no es apta para viajeros con vértigo pues la carretera trazada a pico en las pronunciadas laderas tiene en muchos tramos caída libre a las tumultuosas aguas del llamado río León. En enero de 2010 un derrumbe de más de 15km formó, en el valle de Hunza, una inestable presa natural y el lago de Attabad de 22 km de longitud que se supera actualmente en pequeños barcos de madera. El valle de Hunza, y su fértil vega están llenos de leyendas e historias verídicas. Entre las primeras la que la población desciende de Alejandro Magno y que esto era Shangai-La, el valle de la eterna juventud del libro «Horizontes perdidos» de James Hilton. En la historia, que fue el centro político y social del antiguo principado de Hunza, abolido en 1974. Historia verídica y fácil de ver es la prodigiosa naturaleza de esta región.
Atrapada entre picos de más de siete mil metros, la KKH es el acceso hacia los gigantes de más de 8.000 m que se concentran en esta región. La pista a veces se encuentra asfaltada, pero hielos, nieves y derrumbes se empeñan cada temporada en derrumbarla y los trabajos de reconstrucción son constantes, con lo que la mayoría del trazado colgado de la pendiente sobre el río Hunza, son de tierra con piedra suelta. Como además se conduce por la izquierda hay que mantener siempre una atención excepcional que cansa rápidamente, por lo que es recomendable las paradas en lugares seguros, no muy pendientes y con anchura suficiente, para relajarse ante las magníficas panorámicas que ofrece la KKH.
Rodando por China
Desde la frontera china la KKH está bien asfaltada hasta Kashgar, 400km, aunque los derrumbes (menos frecuentes que en Pakistán) y avalanchas de ríos también cierran temporalmente la carretera. Este territorio pertenece a la región autónoma del Sinkiang, antiguamente llamado el Turkestán chino, habitado por la etnia uigur, blancos centroasiáticos de religión musulmana. En Kashgar, la perla de la Ruta de la Seda, la Karakórum se une con la ruta clásica de Marco Polo que venía directamente desde el oeste por el actual Kirguistán.
La KKH está considerada el ramal sur de la Ruta de la Seda y fue culturalmente también una vía de transferencia del budismo entre India y Tíbet. Al poco de bajar desde el paso fronterizo de Khunjerab, no hay que olvidar que aquí en China se conduce por la derecha, se encuentra el lago Karakul. El Sinkiang y su vecino Tíbet son las regiones del planeta donde muchos sitúan los lagos más bellos de toda la Tierra y si tienes la fortuna de un día despejado y sin viento la montaña Muztagata reflejándose en las aguas del lago Karakul te harán darles la razón. Lentamente la carretera desciende de las alturas y aparece la vegetación y las poblaciones se desarrollan en un clima mucho más benigno hasta alcanzar Kashgar. En resumen la Karakórum Highway es una ruta espectacular, mítica y legendaria por las montañas más altas del planeta, solo para muy expertos pilotos que quieran vivir una auténtica aventura.
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Mucha suerte.