Técnicas de conducción: aparcar correctamente

Las motos y los scooter apenas tienen problemas de aparcamiento, pero no pueden dejarse de cualquier manera.

Josep M. Armengol. Fotos: MPIB

Técnicas de conducción: aparcar correctamente
Técnicas de conducción: aparcar correctamente

La opción más evidente para aparcar nuestra moto cuando llegamos a nuestro destino es la propia calzada: los ayuntamientos cada vez se conciencian más de la necesidad de reservar espacio para las dos ruedas, y de paso quitárselo a los cuatro ruedas limitando así su presencia y mejorando la circulación.

Si llegamos donde hay aparcamiento de motos, debemos dejarla allí, y hacerlo «en batería» según estén las señales, no bloqueando otros espacios. Si no, no la dejes nunca entre los coches: les impediremos la maniobra de salida y posiblemente fuercen la situación golpeando nuestra moto y tirándola al suelo; harán mal, pero no pongas tu moto en esa trampa y evitarás problemas. Cuando no hay espacio en la calzada, la alternativa es la acera, pero no «vale todo».

Aparcar en la acera

Tengamos claro que la acera es para los peatones: no circules por ella con el motor en marcha. Como recurso para dejar nuestra moto nos viene muy bien, pero atención. No la dejes al lado de las fachadas, pues las personas mayores o invidentes usan las paredes de guía y apoyo. No la dejes en el otro extremo, al lado del bordillo, si pueden aparcar coches, porque no podrán abrir sus puertas (o tirarán la moto al hacerlo). No la dejes cerca de paradas de autobús (impedirás el acceso a éste de los pasajeros), ni bloqueando aunque sea parcialmente pasos de cebra u otros accesos (metro, garajes). Un buen sitio es, cuando la acera tiene árboles, entre los huecos de éstos, ya que por allí no pasa nadie y no molestará además de estar bien resguardada.

El truco

Subir (y bajar) bordillos puede ser más complicado de lo que parece, sobre todo para scooter con ruedas pequeñas para los que un bordillo normal es un obstáculo notable, y cuya altura libre al suelo suele ser pequeña. Si tienes que subir a la acera, echa un vistazo alrededor primero para ver si la altura del bordillo es algo inferior en algún punto, o si éste está «roto» (sin canto vivo) o mejor aún si hay un rebaje (entrada de garaje): por ahí subirás mejor. Al «atacar» el bordillo, hazlo siempre en ángulo recto (perpendicular a la calle) porque si lo haces en ángulo la rueda no subirá, resbalará y es muy fácil (y habitual) sufrir una caída por este
motivo; haz las maniobras que debas, mejor tenlo previsto desde unos metros antes, pero «entra» recto. Una vez la rueda delantera arriba, sigue con algo de gas para conseguir algo de inercia sobre todo si el bordillo es alto, pues sin inercia la rueda trasera podría no subir bien. Y ya está. A la hora de bajar, aguanta cada rueda con los frenos para evitar impactos violentos: si baja de golpe y se hunde la suspensión es fácil que los bajos del
scooter o la moto (la quilla si tiene carenado) se dañen contra el bordillo.

Recuerda

  • La acera es de los peatones y nosotros somos, en nuestra moto, intrusos agresivos para ellos: no circules por ella, llévala de -o al- aparcamiento despacio y discúlpate si cortas el paso a alguien.
  • No aparques tu moto donde obstaculice movimientos de otros vehículos, porque posiblemente tengan poca consideración con tu frágil «dos ruedas».
  • Si debes aparcar en la acera, hazlo donde no moleste a los viandantes: ni cerca del bordillo, ni sobre todo al lado de las fachadas.