¿Fin de la temporada 2016? ¿O comienzo de la campaña 2017? La Supercross Cup, conocido históricamente como el Open Las Vegas, tiene un poco de ambas cosas. De la primera, obviamente, por el hecho de disputarse en el año vigente, pero lo cierto es que la cita en el Sam Boyd Stadium marca más bien la antesala de lo que está por venir en la próxima campaña, por el hecho de poder ver los nuevos colores que lucirán algunos pilotos durante 2017.
En esta ocasión, cómo no, los focos se centraban en ver a Ken Roczen vestido por primera vez de rojo en una competición oficial, que además marcaba el estreno en «USA» de la Honda CRF 450 2017, pilotada por el alemán y, también, por su compañero de equipo, Cole Seely. También ha sido interesante la presencia de Blake Bagget sobre su nueva KTM del equipo BTOSport, tras abandonar las filas del equipo Suzuki Yoshimura de reciente desaparición -en realidad, se ha fusionado con la escuadra RCH de Ricky Carmichael, que a partir de ahora ejercerá como equipo oficial de la firma de Hamamatsu en Estados Unidos-. Por lo demás, también destacaban las reapariciones de Ryan Dungey y Chad Reed, en un cartel de carrera quizá menos brillante que otros años, y en el que echaba en falta la presencia de hombres importantes como Trey Canard, Jason Anderson -lesionado-, Cooper Webb -de vacaciones-, Justin Barcia -sin moto lista tras el cambio de su equipo JGR a Suzuki tras muchos años con Yamaha- y también la del Campeón de MXGP, Tim Gajser, cuya caída en la SMX Cup en Alemania impidió su estreno en los estadios de supercross norteamericanos.
La Supercross Cup de Las Vegas ha mantenido su conocido formato, diferente al habitual en una prueba del SX USA, al disputarse tres mangas de diez vueltas en un circuito más rápido y largo de lo habitual. Esta vez ha destacado la configuración de salida, pues ¡la valla de salida se situaba en lo más alto de una de las gradas del estadio! Debido a la gran pendiente, muchos pilotos optaron por arrancar incluso en tercera marcha, para afrontar el final de la bajada en quinta -«quinta a fondo» en una 450 de cross, junto a otros 19 pilotos pegados a ti en una recta que se va estrechando, son palabras mayores…-. Un auténtico signo del «american show», como también lo ha sido, un año más, el suculento premio de ¡un millón de dólares! a quien logra imponerse en las tres mangas -algo que sólo ha logrado Ryan Villopoto, en la edición de 2011-.
Tomac gana, Roczen convence
La banca ha vuelto a ganar, en la Supercross Cup de 2016 en Las Vegas, en la que Eli Tomac se ha coronado vencedor al final de la noche, con una única victoria de manga, en la segunda serie, tras entrar 2º y 4º en las otras dos. El piloto de Kawasaki se hacía así con el premio «mediano» -100.000 dólares-, disputándoselo con Ryan Dungey hasta la última vuelta de la manga final. En ella, Eli Tomac (2º/1º/4º) sufría una mala salida y debía remontar hasta alcanzar a Ryan Dungey (3º/2º/3º), quien se imponía en el duelo individual en la dicha serie, pero no podía pasar de la segunda posición final, en un evento que se le sigue resistiendo al de KTM. Tanto Tomac como Dungey han exhibido un nivel de menos a más a lo largo de la velada, igual que el francés Marvin Musquin (4º/3º/2º), autor de la tercera plaza final. Tras los hombres de pódium, entraron Cole Seely (6º/5º/6º), Mike Alessi (8º/6º/5º) y Blake Bagget (5º/7º/9º).
No obstante, el que estuvo realmente inspirado en Las Vegas desde la primera vuelta fue Ken Roczen (1º/-/1º). La adaptación del alemán a su nueva Honda resulta prometedora, como lo demuestran su gran acierto en las salidas y su gran ritmo de carrera, siendo claramente el más rápido en el Sam Boyd Stadium, donde se anotó dos de las tres mangas. Ken Roczen ha tenido serias opciones de llevarse el millón de dólares, pero una fuerte caída durante la segunda manga le apartó del premio millonario y también de la victoria final -al menos tuvo la «suerte» de su lado al salir indemne tras salir «de boca» en un salto triple, lo cual casi nunca acaba bien...-. El de Honda HRC no podía revalidar el triunfo logrado el año pasado y debía conformarse con la séptima plaza final, una por delante del australiano Chad Reed (7º/4º/12º), cuyo buen nivel también se vio ensombrecido por una caída en la tercera manga.
Tras esta cita de Las Vegas, los especialistas del supercross norteamericano afrontaran unos intensos meses de preparación física y mecánica de cara al inicio de la próxima campaña del Supercross USA, que será el próximo 7 de enero en Anaheim.