El mayor de los hermanos Espargaró ha logrado en los últimos años convertirse en el mejor piloto a lomos de una de las nuevas motos de la categoría Open en MotoGP. En 2013 con su ART en el equipo de Aspar, y este con la Yamaha del Forward. Esta trayectoria le ha llevado a ocupar esta temporada una de las preciadas plazas sobre las pocas motos oficiales que habrá en el campeonato. Suzuki va a contar con dos pilotos españoles, un Espargaró con una amplia experiencia en MotoGP, y un Viñales que aunque novato, ha demostrado tener una impresionante capacidad de adaptación.
Para Aleix la llamada de Suzuki ha supuesto la mejor de las alternativas, pero como nos comentó a temperaturas muy por debajo de cero, durante el evento que Battery realizó en Levi, una población finlandesa por encima del Círculo Polar Ártico, no era ni mucho menos la única.
«La verdad es que este año he tenido varias opciones, pero Suzuki era sin duda la mejor. Ser un piloto oficial es entrar en otro mundo, con muchas más posibilidades, con la seguridad de que vas a evolucionar. Estás dentro de un grupo muy reducido de pilotos que tienen trato directo con la fábrica. Es un reto, porque la Suzuki es una moto nueva y tendremos que trabajar mucho, pero estoy seguro de que lo vamos a lograr».
Ser un piloto oficial no solo significa tener más posibilidades en cuanto a desarrollo, también más obligaciones.
«Esto va a ser nuevo para mí, y de momento lo llevo muy bien. Hasta ahora nunca he sido un piloto que haya tenido muchas obligaciones publicitarias, pero sé que ahora el estar ligado a Suzuki va a venir acompañado de otros trabajos. Ya estoy preparado para ello».
¿Va a afectar esto al equipo del CEV?
«Sí, voy a tener que dejar mi tarea como Director Técnico del equipo BOE-41. Ir a todas las carreras del CEV, como el año pasado, es imposible. Ha sido un trabajo muy interesante, he aprendido mucho desde el otro lado del box, pero ahora me tengo que centrar en mi trabajo con Suzuki».
La Suzuki solo ha participado en una prueba de MotoGP, en la última de Valencia, y su resultado fue discreto.
«Ya vi en la carrera de Valencia desde fuera, como después en los primeros entrenamientos que la moto corre poco, es su principal problema, pero en Japón están trabajando a tope en este aspecto, y en los entrenamientos de Malasia, ya veremos lo que hemos podido avanzar. El chasis de la moto es muy bueno, el mejor que he probado hasta ahora, aunque también es cierto que cuando llegue la potencia, supongo que empezarán a aparecer problemas que no hemos tenido».
En Valencia también corrió el rumor sobre la falta de fiabilidad del motor, y sobre que corría poco porque se había reducido el régimen de giro para no romper.
«Sí, yo también lo escuché, pero no es cierto. La rotura de los motores fue causada por un problema con el «pit limiter» y la electrónica Marelli. Ya lo tuve el año pasado con la Yamaha, en la que también rompimos y, de hecho, tuvimos que eliminarlo. He acabado el año con cuatro multas por exceso de velocidad en los boxes. Es verdad que la Suzuki necesita más potencia, pero es fiable, y al llegar a Malasia tendremos una idea mejor de dónde estaremos al comenzar la temporada».
Honda y Yamaha parecen a priori inalcanzables en 2015, pero Aleix, aliado con la estrategia y la climatología, ya logró un segundo puesto la pasada temporada en MotorLand y la pole en Holanda. En los entrenamientos ha sido habitualmente la sorpresa, colándose entre los pilotos oficiales.
«No nos vamos a poner un límite, aunque soy consciente que al principio lo que tenemos que hacer es evolucionar la moto. Estos dos últimos años Márquez ha logrado un nivel superior al resto, tiene una armonía con la moto que le permite estar por encima, como si estuviese siempre en el límite y no le importase. Creo que es el favorito, pero no hay que olvidar al resto de los pilotos oficiales de Honda y Yamaha. Nuestra aspiración es llegar a lograr algún podio y poder competir con ellos, aunque lo tendremos difícil.
Además de ellos tenemos al resto de las Honda y Yamaha de fábrica, incluyendo a mi propio hermano, y estoy seguro de que las Ducati con Gigi, con quien ya trabajé en el pasado, van ser mucho mejores. De hecho, este año con la misma moto, a la que básicamente le han cambiado la distribución de pesos, han logrado unos grandes resultados. Conozco a Gigi, y sé que la Ducati va a funcionar bien, de hecho tuve conversaciones con ellos, pero al final elegí Suzuki por la forma de trabajar de los japoneses».
Su compañero de equipo en Suzuki es ni más ni menos que Maverick Viñales, y la primera obligación de ambos será quedar por delante del otro.
«No creo que esto sea lo más importante, y menos en este primer año. Maverick va a ser muy rápido, y seguro que se adapta enseguida a MotoGP, pero nuestro trabajo es evolucionar la moto y funcionar como un equipo para ello».
En cualquier caso el tren que te lleva a convertirte en un piloto oficial no pasa todos los días, y Aleix lo sabe bien.
«Hasta ahora nunca he sido un piloto oficial, sé que es una gran oportunidad, que hay muy pocas plazas y espero poder aprovechar esta situación. Yo por mi parte, voy a poner todo lo necesario para ello»