Las cuatro potencias europeas se reparten el pastel del motociclismo mundial

Aunque los grandes campeonatos están cada vez más globalizados, al final ganan los mismos.

Nacho González

Las cuatro potencias europeas se reparten el pastel del motociclismo mundial
Las cuatro potencias europeas se reparten el pastel del motociclismo mundial

España, Gran Bretaña, Italia y Francia. Cuatro de las grandes potencias europeas se han repartido los seis títulos mundiales de la velocidad –siete contando el Mundial Junior del italiano Dennis Foggia- en este 2017, después de un 2016 en el que tanto Turquía –sin duda una potencia incipiente- como Sudáfrica habían puesto sus banderas en lo alto de Supersport y Moto3, respectivamente.

No deja de ser paradójico que el motociclismo esté cada vez más globalizado… pero sigan ganando los mismos países. En los últimos años se está viviendo la eclosión de pilotos de diversos países asiáticos más allá de Japón; con tres de ellos logrando hacerse con sus primeras victorias a nivel mundialista en los tres últimos años: Tailandia (Ratthapark Wilairot, WSS Tailandia 2015), Malasia (Khairul Idham Pawi, Moto3 Argentina 2016) o Indonesia (Galang Hendra, Supersport 300 Jerez 2017).

Además, en el calendario de 2018 de MotoGP, Tailandia –ya escenario habitual del WorldSBK- se unirá como cuarta cita asiática junto a Qatar, Malasia y Japón; lo que sumado a las de Australia, Estados Unidos (Austin) y Argentina supone que 7 de las 19 carreras se disputarán fuera del territorio europeo.

Por el contrario, si en vez de fijarnos en las banderas del calendario, lo hacemos en las de los campeones, el panorama es muy distinto: de los seis títulos mundiales de velocidad, tres han ido a parar a España: Marc Márquez (MotoGP), Joan Mir (Moto3) y Marc García (Supersport 300); uno a Gran Bretaña: Jonathan Rea (Superbike); uno a Italia: Franco Morbidelli (Moto2); y uno a Francia: Lucas Mahias (Supersport).

También en lo que se refiere a los ganadores de carreras, el reparto es muy desigual: la victoria del japonés Takaaki Nakagami en la carrera de Silverstone de Moto2 ha sido la única no europea en los grandes premios este año: las otras 53 se han repartido entre España (28), Italia (20), Portugal (3) y Suiza (2).

En el WorldSBK hay dos excepciones: el triunfo del sudafricano Sheridan Morais en Lausitzring en Supersport; y el mencionado del indonesio Galang Hendra en la carrera de Supersport 300 en Jerez. Las otras 45 han sido para Gran Bretaña (25), Italia (5), Turquía (5), España (5), Holanda (2), Francia (2) y Finlandia (1).

Si sumamos estas dos realidades –y contando a Turquía como país europeo-, tenemos que de las 101 carreras disputadas en los mundiales de velocidad en este 2017, hasta 98 han sido para pilotos europeos, dos para pilotos asiáticos y una para un piloto sudafricano.

Bajando un poco el rango sí se encuentran éxitos más ‘globales’: el Campeonato de Europa de Moto2 ha vuelto a ser, paradójicamente, para un piloto no europeo: si el año pasado el ganador era el sudafricano Steven Odendaal, esta vez ha sido para el brasileño Eric Granado; mientras que por segundo año consecutivo, la Red Bull Rookies Cup ha ido a parar a Japón, con Kazuki Masaki cogiendo el testigo de su compatriota Ayumu Sasaki.

Además, la European Talent Cup, pese a acabar siendo ganada por el español Manu González, ha visto pelear hasta el final por el título a Meikon Kawakami, brasileño de origen japonés.

Si cambiamos de disciplinas de las dos ruedas, el panorama sigue siendo muy similar. Así pudo verse en la gala de los FIM Awards, donde entre España (10 títulos), Francia (8), Italia (7) y Gran Bretaña (7) se quedaron 34 de los 46 galardones entregados a los campeones de 2017. De los otros doce, también siete se quedaron en Europa, con sólo cinco yéndose más allá del viejo continente.

Dos fueron para Estados Unidos; con Ryan Dungey revalidando su título en el AMA Supercross y Colton Haaker haciendo lo propio en Superenduro; otros dos fueron para Australia, con la victoria de Jason Doyle en el Mundial de Speedway y el triunfo de la selección femenina en los ISDE (International Six Days of Enduro); y el último se fue a Chile, con Pablo Quintanilla reteniendo su corona de campeón del mundo de Rallies cross-country.

En resumen: Europa ha copado el 100% de los títulos mundiales de velocidad en este 2017; en cuyos campeonatos ha ganado el 97% de las carreras. Si ampliamos las miras a otras modalidades, nos encontramos con un 89% de éxito europeo.

Y mirando más allá, se comprueba que los cinco títulos que corresponden al 11% restante suelen ser más fruto del talento de un piloto ocasional que de algo paradigmático: por ejemplo, los rivales de Haaker son el español Alfredo Gómez y el británico Jonny Walker; mientras que tras Doyle han quedado ocho pilotos europeos.

La conclusión es que, por mucho que se esté trabajando en abrir el motociclismo al mundo, el dominio europeo es más que evidente, y todo hace pensar que va a seguir siendo así por muchísimos años.