Ya está decidido, Suzuki hará una carrera de MotoGP este año, será la última de la temporada, el Gran Premio de la Comunidad Valenciana en el mes de noviembre. Lo confirma Davide Brivio, el team manager a quien le hubiera gustado competir ya en 2014 para desarrollar la moto durante las carreras (porque no hay nada más verdadero): «Si todo va como debe ir, nuestro plan es este. Y naturalmente correremos con Randy De Puniet». El fin de semana pasado en Alemania, Davide Brivio mantuvo nuevas reuniones para tratar de cerrar con algún piloto. Como te hemos comentado anteriormente, Suzuki ha hablado prácticamente con todo el mundo que acaba contrato esta temporada, aunque lógicamente tienen sus preferencias. Pedrosa, Dovizioso, Crutchlow, Aleix Espargaró, Bautista, Iannone, Maverick Viñales… Son algunos de los nombres que se han relacionado con Suzuki, pero de momento, Davide Brivio prefiere no hablar de ello. En esta entrevista el italiano nos habla de la moto, de cómo se encuentran en lo que a desarrollo se refiere y cómo esperan estar antes de la primera carrera de 2015, en su retorno como fábrica a MotoGP. De pilotos ya hablaremos en el próximo número…
¿No se podría correr en las tres o cuatro últimas carreras, incluido el Gran Premio de Japón, que queda cerca de la fábrica?
«Aparte de que el programa de 2014 no contempla una involucración enorme, el problema es que el material en octubre estará en Europa y por lo tanto sería muy complicado correr tan lejos, ya que en ese periodo las carreras tendrán lugar en Asia y Oceanía. Nosotros en octubre haremos algún test en Valencia, por lo que el material estará ya aquí, por lo que esa es la carrera que mejor nos va desde el punto de vista logístico. También servirá como último test antes de dar las motos a los pilotos de 2015 en los días sucesivos».
El tiempo vuela, estamos a solo cinco meses del debut y no parece que estéis muy preparados…
«Los últimos entrenamientos han sido poco útiles debido al mal tiempo. Siempre hemos rodado en condiciones difíciles y así la situación se ha complicado en Barcelona, porque nos quedó mucho material por probar y no ha sido posible realizar todo el trabajo. Sinceramente esperaba que saliéramos de Barcelona de otra manera, pero no hemos tenido la posibilidad de probar con el mejor paquete que teníamos. Aun así, hemos recogido mucha información para analizar bien. Desde el punto de vista meteorológico no ha ido muy bien. Por ejemplo, en Barcelona el segundo día tuvimos que parar antes debido a la lluvia. Después llovió durante toda la noche y la pista no estaba igual, las condiciones no eran las mismas de la carrera. El tercer día fue en el que pudimos probar junto todo lo que habíamos probado antes por separado para poder crear una configuración de moto adaptada para tratar de igualar los tiempos de los más rápidos».
¿Habría estado bien un día más?
«Eso es lo que dijo De Puniet, con un día más habríamos recogido los frutos del trabajo. Pero todavía tenemos muchas jornadas programadas hasta noviembre y podemos recuperar».
Aparte de la lluvia, ¿qué otras cosas os han retrasado?
«Randy, ya durante la primera jornada en Barcelona, ha dicho a los ingenieros que uno de los dos motores que teníamos era demasiado agresivo, por lo que la moto se vuelve muy difícil de gestionar. Es bastante normal que buscando más potencia se termine perdiendo facilidad de pilotaje y por eso tenemos que trabajar más. La electrónica no está lista al 100 %, ya que estamos efectuando varios experimentos para comprender cuál es el mejor camino, y ese también es el motivo por el que igualar los tiempos del año pasado no ha sido fácil. Sustancialmente rodamos un segundo más lentos que el año pasado y es algo extraño, pero con el mejor paquete que tenemos deberíamos recuperar sin problemas».
El mejor tiempo de Randy De Puniet fue el que hizo el lunes, cuando rodasteis con los demás pilotos, 1’43"683, a 2,5 segundos del mejor tiempo de Márquez…
«Hemos trabajado mucho con el software, y quizás Randy no logró rodar como pensábamos. Pero puede que el problema sea que hemos probado muchas cosas, aunque en el fondo las pruebas son para esto, para verificar todo el material que sea posible».
También tenéis un nuevo piloto de pruebas, ¿no?
«Sí, Takuya Tsuda es uno de los probadores en Japón y participa en el desarrollo de la Superbike y la MotoGP, además de correr en el campeonato japonés de SBK. La verdad es que me ha impresionado. Nunca había visto el circuito de Barcelona y al final rodó en 1’44"6, a un segundo de Randy, lo que no está nada mal. Esperamos seguir contando con él en los próximos test».
¿Puede ser que De Puniet no esté en su mejor forma debido a que ya no compite?
«Digamos que la falta de carreras no hace bien a los pilotos. Randy estaba acostumbrado a competir, es uno que quiere correr, y hacer entrenamientos de vez en cuando es algo que no le debe dar mucha motivación. Él mismo dice que pasa demasiado tiempo entre un test y el siguiente, y eso no ayuda. El año pasado rodó con nuestra moto en Barcelona justo después del Gran Premio en el que corrió la carrera. Seguramente ahora es un poco diferente».
¿De Puniet hará más trabajo extra?
«Hará dos test en Japón este verano, con la Superbike. Y correrá las 8 Horas de Suzuka. Después si tenemos material disponible, le convocaremos para hacer algún test más en Japón con la MotoGP».
El de Barcelona fue el sexto test de la temporada. ¿Qué balance puedes hacer?
«Hemos tenido mala suerte en al menos tres ocasiones en las que quedarnos en casa habría sido mejor. En Austin tuvimos temperaturas muy bajas, después dos días de lluvia en Argentina, donde no pudimos dar ni una vuelta en seco, y también en Australia la lluvia y el frío del invierno nos limitaron bastante. En los dos últimos entrenamientos hemos rodado poquísimo y no hemos podido terminar el trabajo programado. Es parte del juego, pero así el desarrollo va con retraso. Pero no hemos sido presa del pánico, tenemos tiempo para recuperarnos. El campeonato del próximo año comienza dentro de 9 o 10 meses».
¿En qué situación está el proyecto?
«En lo que respecta al chasis no estamos muy mal, pero aun así tenemos en programa más pruebas de desarrollo antes de noviembre. En el motor necesitamos más caballos y estamos esperando la nueva versión. La gestión electrónica necesita mucho trabajo y ahí estamos por detrás».
¿Entonces es la electrónica el principal problema?
«Para mí sí, sobre todo el trabajo de traspaso al sistema Marelli, que para nosotros es una novedad. Adaptar el software que veníamos usando de la centralita precedente (que era Mitsubitshi, con quien Suzuki ha trabajado durante años) se está mostrando más largo y complicado de lo previsto. En Barcelona los ingenieros han probado muchísimas novedades y también ideas con las que queremos experimentar. Mapas diferentes y otras soluciones que valdrían para el control de tracción, pero de momento no hemos conseguido unos resultados que nos sirvan como base. De hecho, este trabajo continuará con mayor intensidad en Japón, aprovechando nuestra pista privada, porque la electrónica es algo fundamental».
¿Y novedades mecánicas?
«Sí, porque tenemos dos versiones de motor con diversas soluciones y diferentes componentes. Al final decidimos continuar trabajando con el motor menos agresivo en la entrega de potencia, que también es el menos potente. Pero necesitamos más caballos y tenemos que conseguirlos».
Pero ese es el problema de muchos…
«Estamos en una fase delicada porque hay que lograr tracción con una entrega de potencia eficaz. Es algo fácil de decir, pero muy complicado de hacer. Seguro que para la próxima temporada, cuando corramos regularmente, tendremos que contar con un motor con más potencia o que al menos se pilote con más facilidad».
¿Y la parte ciclo?
«Hemos comparado diferentes tipos de chasis, en particular con distintas rigideces. Al final hemos dado a los ingenieros los datos que les faltaban para poder construir el chasis nuevo. La fabricación comienza ahora y deberíamos recibirlo para los próximos test a finales de este verano».
Entonces el trabajo se está haciendo, pero faltan prestaciones, que es lo que da moral. ¿Cómo es el ambiente en el equipo?
«No es malo porque aunque es verdad que esperábamos algo más, también es cierto que en los tres días en Barcelona los ingenieros han dado la vuelta a la puesta a punto tratando de hacer cosas que podrían parecer exageradas. Porque todo sirve para comprender las reacciones y las características de la moto. El tipo de trabajo que estamos haciendo es a largo plazo, no algo inmediato. Ahora tenemos cinco meses antes del test en Valencia, además de esa carrera. Hay ocho meses por delante antes de comenzar a correr en serio. Por lo tanto, tenemos todavía tiempo para trabajar».
Pero el problema es que no hay mucho tiempo para «vender» el proyecto a los futuros pilotos…
«Exacto. ¿Cómo convencer a los pilotos fuertes para que se vengan con nosotros? Es lo primero en lo que yo también he pensado».
¿Los últimos test en los que no habéis hecho un tiempazo, crees que pueden afectar en este sentido?
«Digamos que puede ser más difícil convencer a ciertos pilotos, pero también es verdad que es un proyecto nuevo que está naciendo, con mucho potencial y no todo se puede juzgar por los tiempos de un test. También los técnicos están probando soluciones “extrañas", en el sentido de que en Barcelona hemos ensayado muchas cosas y a veces con soluciones opuestas a los demás. Yo a los japoneses no les he visto desilusionados, para los ingenieros el test ha sido útil porque se ha recogido mucha información. Y en breve llegarán más novedades».
¿Qué es lo próximo que hay en programa?
«Estaremos de nuevo en pista en septiembre, del 23 al 25 en Mugello. De ahí iremos a Aragón, donde probaremos una semana después. Después iremos a Valencia, casi al mismo tiempo que el Gran Premio de Australia. Y en esa ocasión compartiremos pista con Ducati».
¿Se confirma que iréis en configuración Open?
«Yo mejor lo llamo “semi factory", después de lo que hemos visto este año con Ducati. Por lo tanto podremos hacer dos motos oficiales pero con depósito de 24 litros, electrónica “nuestra", desarrollo libre, días de pruebas ilimitados, etc…Como Ducati ahora. No lo hemos pedido nosotros, pero de cualquier modo durará un año y luego estaremos en las mismas condiciones que los demás. Si queremos construir una moto válida hay que enfrentarse con los mejores, solo así se puede llegar a comprender el nivel que tenemos y, sobre todo, saber qué hacer para mejorar».
¿Correréis sin patrocinadores?
«Nos gustaría que nuestra moto mantuviese una personalidad y una clara connotación Suzuki, porque uno de los motivos por los que se vuelve a MotoGP es la promoción y el refuerzo de nuestra marca, por lo tanto debe tener una presencia importante. No será fácil combinar esto con un eventual patrocinador interesado en hacer de “title sponsor". Además, de momento, no lo tenemos y no estamos tratando con ninguno. El plan se ha hecho basándose en el presupuesto interno de la fábrica, y se va adelante con ello».
¿También tendréis que reforzar el equipo desde el punto de vista logístico?
«Ahora mismo somos cerca de 16 personas. Un equipo está ya casi hecho, porque es el que se ha formado entorno al piloto de pruebas. En cuanto los pilotos se hayan decidido, haremos el segundo equipo».
¿Ya hay nombre para la moto?
«No, todavía no. De momento la llamamos XRH-1. El nombre de la moto es algo muy importante y un argumento de reflexión que ya están tratando en Japón. Yo he hecho mi propuesta, pero habrá que esperar a ver qué se decide».