Hablamos con Fausto Gresini tras confirmar Aprilia que volverá al Mundial de MotoGP utilizando la estructura del italiano, con Álvaro Bautista como uno de los pilotos.
Gran noticia para el equipo anunciar el acuerdo con Aprilia, ¿no?
«Creo que es un cambio muy importante, muy grande. Ser una fábrica, la referencia de una casa y representar a una marca es un poco el sueño de todos los que hacen mi trabajo. De hecho creo que somos el primer equipo de la historia que se convierte en una fábrica, por lo tanto para mí es una gran satisfacción y un gran orgullo. Seguramente es como una paga por los sacrificios hechos en los últimos 18 años, porque no siempre las cosas han sido fáciles. Por supuesto que debo dar las gracias a Honda porque en todo este tiempo siempre me ha apoyado, digamos que siempre me han ayudado a encontrar mi camino y junto a ellos hemos llegado hasta aquí. Siempre hemos estado juntos, primero como piloto, pero yo hablo de mi historia como team manager que con este ya son 18 años. He alcanzado la mayoría de edad con Honda, pero ahora tengo que dar las gracias al Grupo Piaggio y Aprilia por haber confiado tanto en mí para hacer juntos este proyecto. El acuerdo es para los próximos cuatro años, por lo tanto contamos con un arco de tiempo suficientemente largo para comenzar a comprender y ver lo que necesitamos. Será una experiencia muy diferente a la que hemos hecho hasta ahora, porque trabajar codo con codo con una fábrica es obviamente muy distinto a ser un equipo satélite. Era un tren que había que coger, porque esto no sucede a menudo, de hecho, nunca antes había pasado. Y también me enorgullece que somos un equipo italiano con una fábrica italiana».
Después de los problemas económicos para pagar las motos a Honda y todo lo de Aprilia ha venido rodado…
«Más que los problemas que dices, yo pienso que ha sido una oportunidad, una gran oportunidad de poder representar a una fábrica, algo como he dicho antes, que cualquier equipo querría hacer. Representar a una fábrica, ser el padre de una casa, tener una fábrica que trabaja junto a ti y compartir con ella un proyecto es algo muy bonito, y algo que me emociona. Porque siendo un equipo satélite siempre estás más limitado en todo lo que puedes hacer».
¿El modo de trabajar será diferente?
«Será todo nuevo, pero trataremos de aportar nuestra experiencia y ellos la suya para hacerlo lo mejor posible. Seguramente no será un camino fácil, porque MotoGP es una categoría difícil y será complicado hacer resultados de inmediato. Pero creo que con nuestra experiencia y un grupo como Aprilia que ha ganado tanto en el pasado, espero que los frutos lleguen».
El primer año a nivel técnico pinta difícil porque a la moto le falta mucha evolución. ¿Es así?
«Sí, seguramente comenzamos con un proyecto nuevo y no será fácil. Tenemos detrás una fábrica que trabajará, pero competiremos con grandes marcas que llevan muchos años invirtiendo en tecnología y no será inmediato encontrar el camino para llegar hasta ellos».
Con un equipo satélite parece imposible luchar hasta por un podio. ¿Las aspiraciones como fábrica cambiarán?
«Trataremos de llegar al máximo. El último equipo que ganó una carrera con un equipo privado fuimos nosotros con Toni Elías en Portugal 2006. Eso lo dice todo».