Más allá de su segundo puesto en parrilla, sólo por detrás de Dani Pedrosa, el español Jorge Lorenzo valora el conjunto de sus últimos logros con Ducati: “Bueno, en las últimas cuatro carreras, menos en Le Mans, siempre hemos dado algún destello de que estamos llegando”, recuerda el balear, que enumera: “En Jerez en carrera hicimos el primer podio, en Mugello lideramos por primera vez y aquí primera vez en primera línea, así que vamos a intentar que se mantengan por más tiempo estos destellos y cada vez estar más fuertes”, confía.
Más que el puesto en parrilla, y aunque reconoce que en algunos entrenos han tenido una dificultad, se centra en la consistencia lograda en Montmeló: “He tirado delante de Dani y Dani me cogía un pelín, pero era muy constante y sin errores, y eso es muy importante para mañana. Y vamos a intentar mejorar un poco el grip de atrás, que es, de momento, el hándicap que tenemos, porque de delante nuestro neumático parece que aguanta mejor de mitad de carrera al final y eso será determinante”, asegura el de Ducati.
Lorenzo prevé una carrera difícil para todos, en la que es difícil hacer predicciones: “La Honda tiene un pelín más de grip, es una moto más corta y más ágil, con un poco más de tracción, pero en cambio está sufriendo mucho con el neumático delantero, así que tan solo mejorando el grip de atrás podremos mejorar para una carrera dura, que lo será mañana para todos”, pronostica el pentacampeón mundial, que todavía no se siente del todo cómodo con la Ducati:
“Todavía no me acabo de encontrar muy bien en medio de la curva, no tengo un gran paso por curva y me cuesta bastante pero, estamos intentando hacerlo lo mejor posible con la moto que tenemos hasta que lleguen mejoras que hagan la moto más natural para mí”, confiesa, aunque está confiado para carrera: “Si mañana funcionan bien los neumáticos y consigo pilotar como he pilotado hoy podemos hacer un buen resultado”.
Tan confiado está que, si bien admite que ser segundo “sería un gran resultado”, no lo firma: “Si se puede ganar vamos a intentarlo”, declara, una posibilidad que basa en que “se han visto cosas muy raras este año” y en la convicción de su vuelta a vuelta: “No somos los favoritos pero estamos entre los mejores de ritmo”, avisa.
Sobre la importancia de los neumáticos, cree que pueden ser un arma de doble filo para Honda y Pedrosa: “Desde fuera, lo que dice Michelin, es que las Honda están sufriendo de ‘graining’ delante. Creo que Pedrosa es el que está un poco mejor de delante, pero sí que parece que tienen un poco más en las diez primeras vueltas por el tema de la tracción”, explica el español, que matiza:
“Pero si realmente el ‘graining’ les empieza antes, eso les empeora mucho, así que será determinante ese neumático delantero. De atrás siempre puedes controlar un poco la falta de grip, pero de delante, cuando empiezas a tener problemas de grip, no puedes ir”.
Pese a los problemas de las Yamaha (las cuatro pasaron por Q1), no las descarta porque “no se sabe lo que puede pasar”, pero recuerda que él ya predijo la volatilidad de los resultados entre circuitos: “Bueno, como dije antes de llegar aquí: puedes ganar la carrera y en el siguiente circuito estar el trece. Le ha pasado a Dani, le ha pasado a Viñales y a Rossi en Jerez, y aquí está pasando, de momento, a las Yamaha”.
En cuanto a su plan, lo tiene claro: “Hay que hacerlo bien desde la primera curva hasta la última. Pilotar bien, relajado, pero empujando”, explica antes de hablar sobre el apagado del semáforo: “Espero salir bien y aprovechar la aceleración de la Ducati e intentar llegar primero a la primera curva, vamos a ver si es posible. No estoy haciendo salidas especialmente buenas pero tampoco malas”, reconoce Lorenzo, que también reconoce que parece haber mejorado su confianza en el tren delantero: “No me encuentro muy natural pero un poco mejor que normalmente”, explica.
Admite también su idilio con Montmeló en lo que se refiere a clasificación, ya que lleva saliendo desde primera fila desde 2004: “Sí, hay circuitos donde por estadística eres más efectivo, y Montmeló siempre lo ha sido para mí, y Mugello al contrario, ahí suelo hacer mejores carreras que entrenamientos”, recuerda. “Vamos a ver si rompemos la estadística mañana”, dando una de las claves para la carrera: “El asfalto está bastante mal y con la temperatura es una carrera muy difícil para todos, y el que gestione más los neumáticos y el pilotaje tendrá ventaja”.
En cuanto al tema de la seguridad de Montmeló, es partidario de hacer reformas: “Es una pista que se utiliza mucho con los coches y está realmente bacheada, el grip es malo. Hay que reasfaltar, y además hay muchos parches, si te sales de la trazada está muy rugosa la pista…”; así como de mover los muros: “El circuito más seguro era el de hace dos años, con más escapatoria y con más gravilla”, sentencia el piloto español.