La corta trayectoria mundialista del joven Maverick Viñales comenzó a escribirse hace tan solo dos años, en la temporada 2011. Avalado por los buenos resultados cosechados en el CEV y en el Europeo de Velocidad el año anterior, el de Roses hizo su aparición en el paddock del Campeonato con 16 años, la edad mínima poder participar en un Gran Premio. Su estreno en la categoría de 125cc tuvo lugar en el trazado de Qatar, pista en la que consiguió un brillante noveno puesto que le permitió sumar sus primeros puntos en el Mundial. Tras concluir duodécimo en la siguiente ronda (Jerez) y cruzar en la meta de Estoril (Portugal) en cuarta posición, conseguiría su primera victoria en Le Mans. En una vibrante carrera que se decidió en la última curva, Viñales asombró a propios y extraños imponiéndose al líder de la provisional, Nico Terol, en su cuarta participación en la clase pequeña. Su gesta obligaría a reescribir el libro de los récords, pues con esta victoria ‘Mack’ se convirtió en el piloto español más joven en ganar un GP, batiendo la anterior marca en posesión de Jorge Lorenzo. Pese a no conocer la mayoría de los circuitos en los que rodaba con su Aprilia, el catalán sumaría a su palmarés tres triunfos más (Holanda, Malasia y Valencia) y cinco podios; unos números excelentes para un debutante que le valieron para conquistar al final de año la tercera posición de la clasificación.
Con la marcha del campeón y subcampeón (Nico Terol y Johan Zarco) a Moto2, Viñales asumió en el curso 2012 la etiqueta de favorito. Se trataba solo de su segunda campaña en el Mundial, pero con su impresionante actuación el año anterior la consecución de la corona parecía algo factible. Sin embargo, las cosas no salieron como el 25 esperaba. Pese a que comenzó la temporada en lo más alto del cajón, a mitad de la misma se fue diluyendo. Frustrado por la situación y descontento con el rendimiento de su montura, en el GP de Malasia amagó con romper el contrato firmado con su equipo y optó por no competir. El adiós del de Roses al Mundial hasta el año que viene se presentaba como definitivo, pero el asunto se resolvió unos días después, cuando se disculpó públicamente con los integrantes del Avintia Racing Team y acudió a la siguiente prueba disputada en Australia. Aunque luchó por defender la segunda plaza que entonces ocupaba, finalmente tuvo que conformarse de nuevo con la tercera posición.
A principios de la presente campaña, Maverick volvió a aparecer en la quiniela de los favoritos. Los 10 podios en las 10 primeras carreras (igualando el récord establecido por Fausto Gresini en 1987) justificaron tan altas pretensiones. No obstante, en la recta final del campeonato se descolgó ligeramente de sus máximos rivales, contando con una desventaja de 22 puntos a falta de dos GGPP para concluir el curso. Todo indicaba que el Mundial se lo disputarían Alex Rins y Luis Salom, pero la fortuna se alió con el catalán en Japón, donde sus máximos contrincantes añadieron un cero a su casillero. De esta forma, Mack aterrizó en Valencia, la última cita del año, acariciando el liderato. Jugándoselo todo a una carta, el joven piloto no ha desaprovechado la oportunidad y este domingo se ha proclamado Campeón del Mundo de Moto3.