Marc Márquez: “Siempre pica el gusanillo de ganar con otra moto”

El campeón de MotoGP da prioridad a Honda, pero de momento no cierra ninguna puerta.

Nacho González

Marc Márquez: “Siempre pica el gusanillo de ganar con otra moto”
Marc Márquez: “Siempre pica el gusanillo de ganar con otra moto”

Marc Márquez estuvo ayer cumpliendo diversos compromisos. Además de estar junto a los campeones de Moto2 y Moto3, Franco Morbidelli y Joan Mir, en un evento organizado por Estrella Galicia 0,0 en el que confesó cuál es su sueño más caprichoso; también pasó por un popular programa de televisión y por la redacción del periódico deportivo más popular de España para recoger el trofeo Marca Leyenda.

Es el quinto piloto de motociclismo que recibe dicho galardón, tras Mick Doohan (1997), Ángel Nieto (1999), Valentino Rossi (2008) y Jorge Lorenzo (2010); y aprovecho su paso por allí para conceder una entrevista, publicada en las páginas del periódico Marca, en la que ha realizado algunas interesantes declaraciones.

OPCIONES DE FUTURO

Sobre todo en uno de los temas de moda: su futuro y la posible renovación con Honda –tema del que ya habló hace poco Livio Suppo-, con la que termina contrato a finales de 2018. “Las motos no son como el fútbol”, comienza diciendo Márquez al respecto. “Tienes que ver cómo va la moto, las mejoras”, explica, si bien da la prioridad a su actual marca:

Honda tendrá la primera palabra, es una cosa que no puedo negar. Ellos me dieron la oportunidad de subir a MotoGP, a un equipo de fábrica. Me siento valorado”, insiste, pero por otro lado reconoce que “escuchar es gratis”, en clara alusión a otras posibles ofertas.

Se tiene que escuchar a los otros, se tiene que valorar qué decisión es la mejor para ti”, continúa, recalcando que no le mueve el dinero. “Si me moviese el dinero estaría tributando fuera o viviendo fuera. La felicidad no se compra, no tiene precio”, reflexiona Márquez, que alude al plano deportivo para tomar una decisión.

En ese sentido, asegura que no necesita la motivación de ganar con otra marca, pero admite que “siempre pica el gusanillo de probar otra moto, de ganar con otra moto”. Dicho eso, incide en que su sueño de pequeño era “estar en MotoGP en el mejor equipo”, y que ahora mismo no piensa en cambiar: “Si me lo preguntan hoy, que acabo de ganar con Honda, pues quiero seguir con Honda”, repite, pero sin cerrar puertas para el futuro: “Si veo que, en un futuro, un proyecto es mejor deportivamente, voy de cabeza”, sentencia el de Cervera.

Sin embargo, antes de saber dónde correrá en 2019, tiene el reto de buscar el séptimo título mundial, un desafío que encara con naturalidad: “Estoy trabajando, disfrutando, intentando ser el mejor cada año y cada carrera. Entreno para intentar mejorar, ganar otro título. Cuando tenía cinco quería el sexto. Y ahora, quiero el séptimo”, asegura. “El año que viene volveremos a luchar. Y volveremos a tener la presión, está claro”.

LAS CLAVES DEL SEXTO

Una de las claves fue Australia”, reconoce en referencia a la carrera de Phillip Island, donde ganó y aprovechó los problemas de Andrea Dovizioso, que sólo pudo ser 13º. “Tanto él como yo estábamos esperando el pinchazo de uno de los dos”, recuerda, si bien matiza: “Esperando, pero arriesgando al límite”. Aquello le dio seguridad en Malasia para llegar con ventaja al Ricardo Tormo: “En Valencia tenía que ir a asegurar, pero salió el ramalazo”, reconoce en referencia a la sonada salvada en Valencia.

Asegura que no ha soñado con ese momento, pero que lo ha recordado muchas veces. “Como si hubiese pasado ayer”, insiste, afirmando que recuerda el punto en el que freno, el motivo por el que frenó ahí y la forma de entrar en curva. “Lo tengo todo marcado”, añade; subrayando que acciones así hacen que la gente recuerde más ciertos títulos:

La gente se acuerda más del de 2010, por Estoril, que no el de 2012, de Moto2”, recuerda en referencia al Gran Premio de Portugal en el que se cayó en la vuelta de formación y terminó ganando. “Se acuerdan de gestos y será recordado por la salvada esta”, señala.

De su victoria en Phillip Island también recuerda los riesgos que asumió al meterse en la pelea en grupo: “Nos pegamos de palos hasta en el carné de identidad y ¿quién se quejó? Nadie. Y de ese grupo el único que se jugaba el Mundial era yo”, recuerda, haciendo de nuevo gala de su gran sentido del espectáculo: “Acabé con el colín partido, pero las carreras son así. Y si me hubiese tirado, pues sí, lo habría lamentado, pero se vio un gran espectáculo”, zanja.

También reitera que este año ha aprendido a no subestimar a nadie. “Esto me lo ha enseñado Dovi. No le tenía en mis quinielas”, admite. “Y ha acabado siendo uno de los rivales más fuertes que he tenido durante un año”, prosigue, añadiendo que el año que viene sí cuenta con que vuelva a estar ahí, y también con Jorge Lorenzo: “Ha acabado la temporada bien”, admite. “Creo que estará allí”, sentencia.