Carl Fogarty saca el lado más gamberro de la Triumph Street Scrambler en la pista de Flat Track

Carl Fogarty, embajador de Triumph desde hace un par de temporadas, se llevó una la Triumph Scrambler a un circuito empapado.

Carlos Domínguez

Carl Fogarty saca el lado más gamberro de la Triumph Street Scrambler en la pista de Flat Track
Carl Fogarty saca el lado más gamberro de la Triumph Street Scrambler en la pista de Flat Track

Desde hace ya un par de años, Carl Fogarty, el todavía piloto con más títulos de Superbike, llegó a un acuerdo con Triumph para convertirse en el embajador de la marca. Carl no sólo asistiría a las presentaciones en sociedad de cada modelo, sino que se encargaría de dar gas en algunos de los eventos que organiza la marca por Europa. De hecho, fue en uno de ellos donde Sergio Romero tuvo la oportunidad de hablar brevemente con Fogarty para saber un poco más de uno de los personajes más carismáticos del panorama motociclista. En cualquier caso, Carl ha seguido colaborando con los británicos y en uno de esos días de invierno se desplazó hasta las instalaciones de Buxton, uno de los iconos del speedway en las islas.

En su furgoneta, una Triumph Street Scrambler sin modificación alguna. Por no cambiar no han cambiado ni los retrovisores ni los neumáticos, directamente del concesionario a una pista de tierra empapada que, a juzgar por los reflejos y la pinta del barro, pondrá en más de una dificultad al cuatro veces campeón del mundo.

Foggy habla, como es lógico y de esperar, de las bondades de la máquina. De cómo se centra en el espíritu original scrambler, una moto que aunque se encuentra en su salsa sobre asfalto, te pide algo de tierra de vez en cuando para sentirse realizada. Y ahí es donde sorprende, porque a pesar de llevar los neumáticos mixtos de serie (Metzeler Tourance, más concretamente), ofrece un agarre que para nada esperaba cuando vio las condiciones de la pista, según el campeón británico.

A ello seguramente haya ayudado el par de 80 Nm que desarrolla a sólo 2.850 vueltas y el carácter lineal del propulsor bicilíndrico, haciendo más sencillo ganar tracción sobre superficies de este tipo. Fogarty, eso sí, no podía terminar el vídeo sin dejar alguna perla políticamente incorrecta: "Lo que me gusta del flat track es que puedo venir con mi propia moto, con las gomas de asfalto en un día de barro y lluvia, pasármelo bien, subirla de nuevo a la furgoneta, dejar que la lave mi mujer y al día siguiente de nuevo en la carretera".