En estos instantes, Marc Coma está saboreando el dulce sabor de la victoria. Una sensación que tan sólo unos pocos privilegiados han podido disfrutar y compartir con los suyos. Después sufrir lo insufrible, el catalán ha certificado, con este nuevo triunfo, que ganar en el rally más duro del mundo no es sólo cuestión de un solo piloto; sino que tras él hay un extraordinario equipo humano que lo ha impulsado y animado a llegar a lo más alto. Sin duda, pese al importantísimo peso que ha adquirido en el mundo de las dos ruedas –es el único español que ha vencido el Dakar en dos ocasiones–, Marc es un hombre con los pies en el suelo, generoso, atento y con ese toque personal que ha ido obteniendo a través de los años. Unos detalles que te acercan más a él para descubrir que su talento reside en su fantástica personalidad.
Así pues, Coma ha dado todo un recital en esta edición, destacando por su regularidad y superioridad, y por la prácticamente ausencia de errores a lo largo de las dos semanas de carrera.
Antes que nada, ¡felicidades! ¿Supongo que estás ahora mismo en una nube…?
«¡Estoy muy contento! La verdad es que ha sido una carrera muy larga y complicadísima».
Tu segundo triunfo en el Dakar. ¿El mismo sabor a gloria?
«No sabría decirte, pero creo que lo estoy disfrutando aún más que la anterior victoria. Y es que el hecho de quedarme a las puertas del triunfo en 2007, a falta de dos etapas para que finalizara la carrera, y que el año pasado nos quedásemos con la miel en los labios al suspenderla por motivos de seguridad, ha propiciado que necesitara esta victoria más que nunca. Además, me he dado cuenta que volver a ganar requiere un mayor esfuerzo».
Supongo que correr en otro continente implicaba un nuevo reto…
«Por supuesto. Teníamos en frente 15 días de duro trabajo. Las primeras etapas fueron muy complicadas para todos por la poca experiencia y la falta de información sobre el terreno. Fue muy difícil tomar las decisiones correctas, pero hemos tenido suerte y nos plateamos la estrategia de la mejor manera posible. Eso supuso que enseguida nos pusiésemos líderes y significó llevar un peso extra encima. Por otra parte, hemos sabido llevarlo muy bien».
¿Este rally ha sido más duro que el que cruzaba África?
«No sabría decirte. Sólo que afrontar por primera vez un rally de este calibre por países diferentes, supone nuevas medidas y riesgos. Una desventaja que en África no teníamos. No obstante, en una carrera tan larga siempre hay momentos mejores y peores. Nos tocó vivir momentos difíciles, como el día del radiador de aceite, o el de la rueda que pinché, que han hecho de la carrera una prueba muy complicada tácticamente».
¿Crees que esta edición marcará un antes y después en esta carrera?
«No lo sé. Este Dakar ha resultado ser una sorpresa para nosotros a todos los niveles. Ha cumplido sobradamente las expectativas, pese a que se han realizado multitud modificaciones sobre la marcha. Además, el público se ha volcado muchísimo. Esto, junto con los impresionantes parajes que hemos presenciado; hace que el rally haya sido, para mí, todo un éxito».
No ha sido fácil salvar las etapas de altitud…
«Han sido unas etapas muy sufridas. Estuvimos entrenando a altitudes muy elevadas para aclimatarnos; pero, aún así, tuve mareos y dolores de cabeza, sobre todo cuando superábamos los cinco mil metros de altura. A pesar de ello, sabíamos que afrontar estas cotas no sería una cosa decisiva para ganar».
La etapa que cruzaba el desierto de Atacama fue de las más difíciles, ¿no?
«Fue un día muy complicado para todos. Hubo problemas con el recorrido y la organización tuvo que recortar un buen puñado de km, además de que la niebla impidió que los helicópteros despegasen de la base. Para mí, la etapa empezó sin problemas hasta que me desorienté y me perdí, aunque sin demasiadas consecuencias. El desierto de Atacama es bien diferente al africano. Éste es, a mi entender, más difícil por su tipo de arena y por sus gigantescas dunas».
Lo cierto es que has hecho un rally impecable.
«Hemos hecho una carrera inteligente y hemos estudiado detenidamente todas las etapas para afrontarlas de la mejor manera posible. Y que mejor que contar con pilotos de la talla de Jordi Viladoms y Gerard Farrés. Dos amigos que han sacrificado mejores posiciones en la general para que yo pudiera seguir al frente de la clasificación. Es primordial rodearte de gente en la que confías plenamente. No podría tener mejores compañeros. Eso, junto con el equipo humano con el que nos hemos rodeado, ha sido la clave del éxito».
¿Con qué te quedas de este rally?
«Sin duda, me quedo con el apoyo de la gente que ha estado animándome durante estas dos semanas. Ha sido fantástico encontrarme con todos ellos. Una experiencia única que espero repetir…».