Tal y como evoluciona el mercado es tan sorprendente ver un desarrollo sobre un propulsor de dos tiempos que podemos ponerle la etiqueta de ejercicio de estilo a estas imágenes pero esto parece algo más que un trabajo de diseño.
No creemos que Yamaha vaya a emplear sus esfuerzos en desarrollar un nuevo propulsor con un ciclo de dos tiempos porque, aunque se pudiera basar en el motor que empujaba a la antigua RD 350 –que aun sigue utilizándose en competición en quads–, un nuevo proyecto como este exigiría que la moto incorporara, como mínimo, inyección para superar las normativas anticontaminación –algo que no indican estas fotos– y un desarrollo mínimo que se nos antoja muy costoso para invertirlo en una tecnología que está abocada a desaparecer.
De cualquier manera, soñar es gratis y estas fotos hacen volar nuestra imaginación hacia un estilo de moto que marcó una época y que a todos nos gustaría ver renacer, tal y como ha hecho Yamaha con la V-Max un mito resurgido de sus cenizas.
El diseñador autor de las RD 350 y TDR 350, Oberdan Bezzi, ha desarrollado dos motos con una misma base que difieren en poco más que un concepto más o menos agresivo dentro de lo que es una naked de dos tiempos como esta.
En el caso de la RD 350, la posición de conducción es más radical, con semimanillares algo más bajos, reposapiés retrasados y un colín que separa los asientos del conductor y acompañante. El escape de la RD discurre por debajo del motor, como lo hacen ahora la mayoría de las deportivas y como lo hacía en su día la mítica RD 350, aunque en este caso la salida es corta como mandan las tendencias actuales.
Las líneas de diseño generales acentúan su deportividad.
La TDR ubica sus mandos en una posición algo más relajada, con manillares más elevados que la RD, reposapiés más adelantados y un asiento que permitirá una posición más adelantada y, por lo tanto, más cómoda.
El escape de esta TDR350 discurre por la parte superior del motor y a un lateral, muy al estilo de las motos camperas de los ochenta.
En lo que ha parte ciclo se refiere, ambas comparten estructura. El chasis es un tubular de doble cuna tradicional. La horquilla es también tradicional y los frenos cuentan con las pinzas monobloque habituales de la marca. Ambos elementos parecen heredados de la Fazer y, contando con que el peso de estas “dos tiempos” será mucho menor que la moto de la que proceden darían un excelente rendimiento a estos prototipos.
La verdad es que, aunque no estamos muy convencidos que estas motos vean algún día la luz del sol, estaríamos encantados de poder tener una de estas en nuestras manos y disfrutar de un moto con garra como lo fueron en su día estas dos Yamaha.