Si la BMW R 1200 GS es un fenómeno en sí misma, la Kawasaki Z800 es una moto que ha sabido subirse al carro de un segmento que ascendía, y acabar marcando el camino que todos los demás debían seguir. Las naked deportivas del segmento medio empezaron derivando de las supersport, al menos empleando las bases de sus motores, pero cuando le tocó el turno a Kawasaki, decidió dar un paso más allá, y crear una 750 cc con un motor de una generación anterior. Mantener el precio de modelos más pequeños, innovar con una estética que empezó a marcar la dirección de la marca, y tener más prestaciones, es decir, ofrecer más por el mismo dinero, fue la clave de un éxito que aún no ha cesado.
La Kawasaki Z800 es una moto que exteriormente es impactante, pero que curiosamente a nivel mecánico es bastante simple. Tiene un chasis de espina central, un motor cuya base procede originalmente de modelos de la década de los 90, y unos componentes que no destacan. Sin embargo, exteriormente es una de las motos más modernas de su segmento, y sin duda juega a su favor contar con un precio realmente competitivo. Kawasaki además se encarga de mantener viva la llama de su imagen competitiva, y realiza cada año la Z-Cup con este modelo, de manera que el público puede verla en los circuitos del CEV como la única naked que sirve para correr un campeonato.
Realmente la Kawasaki Z800 no es la moto más deportiva de su segmento, las italianas lo son más, pero está claro que la mayoría de los usuarios no quieren una superdeportiva para utilizar cada día, y la Kawasaki Z800 es realmente una moto perfecta para ello. Tiene una posición de conducción relajada, un motor dulce, un chasis fácil, y es una moto sencilla, que, con un coste moderado, tiene unas excelentes prestaciones y te ofrece una puesta en escena impresionante.
Ha logrado situarse en el centro de gravedad del segmento, hasta el punto de atraer al resto de las motos a su misma liga. Ahora las naked medias tienen 800 cc, una línea que hasta hace poco se consideraría futurista, y luchan por una porción de un mercado que antes estaba más repartido. Kawasaki ofrece su Kawasaki Z800 en dos versiones, la normal de 113 CV con un mejor equipamiento, y la que es realmente la verdadera estrella en el mercado, la «e», con una potencia de 96 CV y un equipamiento más sencillo, que la permite limitarse a 35 kW y convertirse en la primera moto de aquellos que obtienen el carnet A2 de moto. Con un precio de 7.399 euros, no hay quien la chiste en nuestro país. Tras los dos años obligatorios, quien ascienda al carnet A de moto, ya tiene una moto de casi 100 CV sin tener que cambiarla.
No es que la Kawasaki Z800 no tenga rivales, de hecho son cada vez más, pero como suele ocurrir, cada una lucha contra ella desde una posición un poco diferente, unas son más deportivas y costosas, otras más simples, pero no por ello más baratas. Parece que la Kawasaki Z800 ha logrado el mejor compromiso entre unas prestaciones más que suficientes, un comportamiento deportivo válido para la mayoría de sus usuarios y una economía que en este sector es más que fundamental.
La opinión de su propietario (Miguel Cartagena, 28 años)
Cuando en 2014 tomé la decisión de cambiar de moto, en el fondo, sabía que la elegida iba a ser la Kawasaki Z800, pero aun así hice un mini estudio de mercado con la Suzuki GSX750F, la Yamaha FZ8 N, la Ducati Monster 796. Las dos anteriores también fueron Kawasaki, una Kawasaki ER-6n y una Kawasaki Z750R, y ambas me han dado todo lo que he requerido de ellas. La moto es muy fácil de llevar y manejar, y cuando tengo que moverme en ciudad no tengo problema. Además los 110 CV que tiene me dan todo lo que pido en carretera. Y ese toque ligeramente agresivo y deportivo terminó de enamorarme.
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