Honda 
NC750X DCT, una moto para todos los días

El DCT permite un uso mixto, es decir, puedes inmiscuirte en su sistema y subir y bajar marchas de manera manual

Álvaro Gavín. Fotos: Lluis Llurba

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NC750X DCT, una moto para todos los días
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NC750X DCT, una moto para todos los días

Esta Honda es una moto peculiar y hay que entenderla para poder disfrutar de ella. Quien pretenda conducirla como cualquier 700-800 cc de 90 CV terminará frustrado. Por eso, una prueba de larga duración como esta de un mes le va como anillo al dedo, pues da tiempo de sobra a entenderla. Aunque te contaré un secreto: yo no necesité tanto tiempo para disfrutarla, pues poseo una Honda NC700Xl. Ahora bien, maldita la gracia el día en el que me pidieron que realizara esta prueba, ya que ahora tengo un cacao mental porque pienso que la mía se ha quedado desfasada. Pero no quiero que esto se convierta en una comparativa.

Como contaba al principio, la "enece" tiene sus peculiaridades, apreciables nada más subirte en ella, incluso antes, cuando te das cuenta del pedazo hueco que hay en el que normalmente se coloca el depósito de gasolina. Cabe dentro hasta un casco integral, las herramientas que trae de serie y la documentación. Yo normalmente voy siempre cargado con mi portátil (12 pulgadas), antirrobo en U, traje de agua y la bolsa de las tarteras de la comida y me sobra sitio. Menuda gozada la de no tener que usar mochila o cajón trasero. Una vez puesto todo en su sitio y te montas, aprecias un asiento cómodo y alto, yo llego al suelo de puntillas. Esa sensación de confort del espumado del asiento desaparece con los kilómetros, por lo que si quieres viajar con ella tendrás que tenerlo en cuenta.

Arrancamos y ¡quitamos el freno de estacionamiento! Ah, es que todavía no había dicho que la de esta prueba es la versión DCT, el sistema de cambio sin embrague que permite su uso automático y manual, por lo que al dejar la moto parada y no poder hacerlo con marcha engranada viene muy bien este freno de "mano". Por defecto, la moto está en accionamiento automático y con el modo económico (D), pero un simple toque a uno de los botones de la piña derecha basta para pasar al modo deportivo (S), mientras que con otro accionador puedes pasar al uso manual, y para subir y bajar de marchas hay que utilizar dos mandos colocados en el puño izquierdo. Estos distintos modos hace que al principio te vuelvas loco intentando sacar las diferencias y que desprecies el modo D pensando en que eso está pensando en conductores menos experimentados, pero con el tiempo te das cuenta que lo que determina el funcionamiento de la moto es el modo en el que gires el acelerador más que el modo de conducción. Intentaré explicarme lo mejor posible.

Al llevar una conducción tranquila, a punta de gas, el sistema va subiendo de marcha sin subir revoluciones, llegando incluso a circular a 60 kilómetros por hora con la sexta marcha insertada. Es una sensación extraña, sobre todo para los acostumbrados a circular en zonas altas del cuentarrevoluciones, pues en todo momento te encuentras entre las 1.500 y las 3.000 rpm. Pero basta una pequeña insinuación en el acelerador para que baje una o dos marchas y entonces mantenga un giro de motor más elevado y cuentes con potencia más que de sobra, sobre todo en uso urbano. Esto hay que tenerlo en cuenta en situaciones habituales, como la de incorporarte a una vía rápida, por ejemplo. Con una moto manual puede que gires menos el acelerador pero al no subir de marcha el propulsor coge las vueltas suficientes para ponerte en el carril con seguridad de no ser golpeado por los coches que te preceden. Pero con la NC si no piensas antes, te incorporarás en sexta y con el motor muy abajo, pero es tan sencillo como abrir un poco más de lo normal el acelerador y el sistema, no me preguntes cómo lo hace, interpreta que estás necesitando un poquito más de lo normal, y te mantendrá el motor revolucionado y con la cuarta o quinta marcha engranada. Eso sí, en cuanto te incorpores y bajes un poco la intensidad en el puño derecho subirás esas una o dos marchas y enseguida insertará la sexta. En cuanto le cogí el truco me olvidé del modo "sport" y ya solo me movía con la "D". Al menos en ciudad, porque sí que es verdad que en carretera de montaña apetece que el motor aguante un poco más al subir los puertos. Otra historia es al bajar. Las retenciones automáticas pueden llegar a ser un poco bruscas al apurar algunas frenadas y te pueden descolocar la moto en algunos momentos. Yo usaba más el sistema manual en esta situación, pero aún así hay que acostumbrarse a anticiparse y no dejar todo a la improvisación.

Pero lo mejor de todo, en mi opinión, es que el DCT permite un uso mixto, es decir, puedes ir en automático, pero puedes inmiscuirte en su sistema y subir y bajar marchas si lo deseas. Sinceramente, sube tan rápidamente que lo de subir solo lo hice para ver que funcionaba, pero sí que bajé alguna que otra vez al entrar en una curva o para preparar un adelantamiento.

Como podrás suponer, si en carretera me ha fascinado el cambio automático, en ciudad más y mejor. Pues en parte, así es. Está claro que no tener que estar enredando con el embrague y el cambio es una pasada, pero también es cierto que hay situaciones en las que se echa en falta un embrague, como al zigzaguear entre los coches. Cada toque al acelerador se transforma en movimiento y no puedes pararla más que con el freno, por lo que a veces tienes la sensación de que se te va de las manos. También ocurre esto al maniobrar, dentro de un garaje, por ejemplo, y, en definitiva, en todas aquellas situaciones en la que estás acostumbrado a dosificar la potencia. Sí, con un scooter puede pasar lo mismo, pero la respuesta de la X es bastante contundente. Y eso que solo tiene 53 CV, una cifra que a muchos les parecerá pobre pero que, salvo en autopista y/o yendo cargado y con pasajero, son más que suficientes para hacer viajar y disfrutar de la moto (gastando además 4 litros a los 100).

Estoy terminando y te preguntarás por qué solo he hablado del motor. La respuesta es sencilla, es lo que más llama la atención y lo que sobresale de ella, pues en la parte ciclo no encontramos nada especial, todo lo contrario, tanto las suspensiones como los frenos no están al nivel del propulsor. La horquilla y el amortiguador simplemente responden y la frenada es bastante justa, aunque cuenta con ABS de serie. No le vendría nada mal un segundo disco delantero, la verdad. También he echado de menos algo más de protección aerodinámica y unos acabados un poco más logrados. Si este motor lo montan en una moto de más calidad sin incrementar el precio ganarán muchos seguidores.

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