KTM 1290 Super Duke GT, de los Dolomitas a la Costa Brava

Habíamos tenido ocasión de probar la Super Duke R "carenada" pero ante la oferta de KTM de hacerlo en los Dolomitas, y con el aliciente volver desde allí hasta España no nos pudimos resistir de volver a ponernos a los mandos de la sport-turismo austriaca.

Fotos: KTM, Nicki Martínez y ¡yo mismo!

KTM 1290 Super Duke GT, de los Dolomitas a la Costa Brava
KTM 1290 Super Duke GT, de los Dolomitas a la Costa Brava

Tras recibir un maletín desde KTM -al más puro estilo ejecutivo- con todo lo necesario para iniciar el viaje de reencuentro con la KTM 1290 Super Duke GT y donde, entre otros enseres, no faltaba una barrita energética y, por supuesto, la "obligatoria" lata de Red Bull debido a la buena relación entre las firmas austriacas. Además de unas misteriosas coordenadas de GPS correspondientes al punto de encuentro para el selecto grupo de periodistas convocados para la ocasión, donde la representación española recaía una vez más en MOTOCICLISMO, y en un lugar que enseguida situamos en algún rincón de los Dolomitas italianos.

Las instrucciones de KTM España eran tomar un vuelo hasta Bérgamo, al norte de Italia, donde a la mañana siguiente nos esperaba la unidad de prensa española en las instalaciones de KTM Italia. Éstas, además de ser todo un santuario de la firma austriaca, te puedes encontrar a expilotos vinculados a la marca como Arnaldo Nicoli, ahora inmerso en labores técnicas pero que visto su cuidado físico parece que sigue muy en forma y listo disputar otro enduro más; como en los años en los que animaba la escena mundial de la bella especialidad del off road.

Junto a nuestra KTM 1290 Super Duke GT, también aguardaba la unidad prevista para nuestro colega italiano Andrea Perfetti y que, lógicamente, "al jugar en casa" había venido en ella desde la cercana Milán.

Rumbo al Stelvio

Gracias a Andrea todo resultó más fácil en esta primera etapa del viaje, al conocer mejor esta abrupta zona de la región de Lombardía. Grazie Andrea! Que a medida que avanzaba iba tornando por momentos en más espectacular. Dominada por el paisaje alpino, y al que no le faltaba el sugestivo toque de nieve en sus cimas, cada vez más próximas a nuestra itinerante posición. Esta parte de Italia, debido a su pronunciado relieve, se encuentra perforada por una profusa red de túneles que hacen más fácil su tránsito en dirección a nuestra primera meta: el mítico Paso del Stelvio.

íbamos apreciando y recordando las excelencias de la Sport Turismo austriaca. Con un motor poderoso pero de entrega lineal

A esas alturas del viaje ya íbamos apreciando y recordando las excelencias de la Sport Turismo austriaca. Con un motor poderoso pero de entrega lineal y que, además, cuenta con tres modos de uso: Sport, Street y Rain; y donde sólo el último de ellos, pensado para su utilización en condiciones más adversas y con menor agarre, ronda los 100 CV de potencia máxima ¡casi nada! Afortunadamente, en esta ocasión no tuvimos necesidad de hacer uso de él, así como del equipamiento impermeable que siempre nos acompaña en los viajes. Con un recorrido previsto tan extenso -al final nos salieron 2.000 km- y que, además, se internaba en alta montaña, nunca se sabe y toda precaución es poca.

El resto del conjunto mecánico queda a la altura de su propulsor bicilíndrico. Por cierto, el de mayor rendimiento del segmento y teniendo en cuenta el mérito de sólo emplear un par de cilindros. Con un férreo bastidor asistido por las suspensiones semiactivas WP, y donde también podemos variar su funcionamiento en función de nuestros gustos, la carga, por si vamos con pasajero y/o con equipaje, o el estado del asfalto.

Bormio es la última población que encontramos antes de encarar el Stelvio. Allí hicimos una parada para coger fuerzas en una terraza que resultó ser todo un palco por las vistas a la variedad de modelos que por allí transitan con el reclamo de la singular "Meca italiana". Salir de España supone poder disfrutar en vivo de una inmensa variedad de modelos, y que componen los catálogos de prácticamente todas las marcas de motos del mercado. Pero ese día dominaban las versiones de Supermotard, por lo menos durante ese momento de nuestro almuerzo.

Arma eficaz

Ese día no hubo momento para la siesta pero en compensación iniciamos el ascenso al mítico paso transalpino. Caracterizado por una sucesión de curvas de todo tipo de radio, dirección y condición... Con buen asfalto y como te podrás llegar a imaginar, por el descenso de la temperatura ambiente a medida que íbamos ganado altura. Aquí la KTM 1290 Super Duke GT va sacando sus garras frente a los modelos que vamos encontrando a nuestro paso. Con facilidad pasmosa retrasamos la entrada a las curvas todo lo necesario, gracias a su excelente equipo de frenos firmados por Brembo, y protagonizado por las pinzas monobloque M50 de cuatro pistones de anclaje radial y accionadas por su bomba radial. Además de estar asistido el sistema de frenada por el control de estabilidad MSC, que en caso necesario hace actuar el ABS, y que es de los denominados específicos para uso en curva. Al tomar su centralita Bosch 9ME diferentes parámetros de lectura, como el ángulo de inclinación, modo de uso del motor, apertura del gas, etc. También se puede llegar a desconectar parcialmente mediante la selección del modo Supermoto, liberando de su influencia sobre el eje trasero, y así poder llegar a bloquear la rueda en caso de ser necesario. Lógicamente, se entiende bajo condiciones de uso muy radical.

hay potencia y, sobre todo, par motor en abundancia fruto de sus 173 CV a 9.500 rpm y 14,7 kgm a 6.750 rpm.

La KTM 1290 Suprer Duke GT en el paso por curva la precisión y el aplomo resultan excelentes, sin llegar a trasmitir sequedad las suspensiones; ni siquiera en el modo Sport, el más indicado en este ambiente. Lo lleno que se encuentra en toda la gama de revoluciones su bicilíndrico longitudinal en V a 75º facilita el poder salir catapultado de cada ángulo en cuanto vemos su salida; asistidos por el eficaz quick shifter, y que nos permite subir de marchas sin necesidad de emplear el embrague y ni siquiera cortar un ápice el mando del acelerador. Una vez que lo pruebas ya no te vale el lento sistema convencional, por mucha agilidad y coordinación que tengas con el cambio y el gas. Eso sí, si la llevas hasta casi el corte, aflora la elevada contundencia de su empuje. Tampoco resulta necesario, hay potencia y, sobre todo, par motor en abundancia fruto de sus 173 CV a 9.500 rpm y 14,7 kgm a 6.750 rpm.

Coronamos el Stelvio con la parada obligatoria en lo más alto y así poder apreciar el pelaje de las especies que por aquí transitan. A pesar de ser las tres de la tarde de un miércoles de primeros de junio esto se encuentra realmente animado, y donde también nos llama la atención la afluencia de superdeportivos de ensueño con el denominador común de sus placas de matrícula inglesas.

Bajamos el famoso Passo por su otra vertiente rumbo al Lago de Resia, donde según las coordenadas de GPS suministradas por KTM España situaban el punto de encuentro de la Experiencia KTM 1290 Super Duke GT. Dicho lugar está caracterizado por el campanario que emerge de sus aguas, y muy próximo estaba el hotel de concentración. Donde entre los convocados encontramos al expiloto alemán de motociclismo Alex Hofmann, ahora embajador de la marca e involucrado en el desarrollo del proyecto de KTM en MotoGP. Al día siguiente nos acompañó en la ruta, deleitándonos con su preciso control mundialista sobre la Sport Turismo austriaca. Además de contarnos en un perfecto castellano -fruto de sus años compitiendo en España- que ha abierto un restaurante en el centro de Sevilla, Garaje Moto Café junto a socio, y que como curiosidad su relación empezó como la de fan del piloto alemán.

Alcanzamos territorio helvético y austriaco con la KTM 1290 super Duke GT durante la mañana de pruebas prevista en los Dolomitas, en un escenario idílico y con el retorcido asfalto como denominador común del recorrido alpino. Pero la jornada llegó a su fin y todo el mundo fue despidiéndose prestos a llegar cuanto antes a sus lugares de origen. El que estas líneas escribe se quedó el último en el hotel y con el dato de los 1.100 km que me separaban de España. Cena temprana y a descansar para aprovechar lo máximo posible la siguiente jornada.

Sin más mapa que la visualización en Google Maps del itinerario escogido de regreso en el ordenador la velada previa, nos pusimos en marcha con la ayuda del navegador con sistema Head Up Display proporcionado por Nuviz. Sin tiempo material para indagar más en las posibilidades del GPS y poder meter las preferencias en la ruta elegida, el aparato insistía en hacernos llegar a España de una manera más rápida por las autopistas suizas. Pero nuestro deseo era el de probar la KTM 1290 Super Duke GT en uno de sus ambientes predilectos y el nuestro ¡las retorcidas carreteras nacionales! Desde el Lago de Resia decidimos que la mejor opción era la de adentrarnos en Suiza por Saint Moritz y retornar a Italia por el Paso de Maloja, y su revirado puerto que nos encontramos en bajada. Para más tarde ir por la ribera del Lago de Como hasta Lecco, con rumbo a Milán. Sin llegar a la capital de la moda italiana tomamos la autopista A-4 hacia Turín.

el control de velocidad resulta determinante en un escenario tan tedioso como el de la autopista

Ya en la autopista con rumbo a la vecina Francia salen a relucir más cualidades de la KTM 1290 Super Duke GT, con una posición a los mandos cómoda por lo erguida que permite adoptar su ergonomía, gracias al elevado manillar y la generosa distancia que hay entre los estribos y el asiento. La pantalla frontal es regulable en altura en 60 mm y terminará de convencer a los más críticos con la acción del viento. Aunque a este viajero le vale en la posición más baja, de manera que permite una mejor refrigeración del cuerpo, en una jornada que iba tornando los cielos a cada vez más cubiertos y en un ambiente de bochorno atendiendo a la temperatura reinante al alza. Además, el control de velocidad resulta determinante en un escenario tan tedioso como es la autopista a velocidades legales, por suponer una ayuda determinante por el mínimo esfuerzo realizado por nuestra parte para mantener la velocidad media de la ruta.

Rozando los Alpes

Había calculado que podría llegar a dormir en Gap, como sabes es una de las entradas a los Alpes desde el oeste, pero al llegar a la población francesa hacia las siete de la tarde, y todavía con tres horas de luz por delante, me vine arriba y consideré la posibilidad de poder dormir en la Patria. Además, desde Gap sale la carretera D964 que resultó toda una delicia recorrerla, gracias a su entretenido trazado y que junto a la hora que era, con sus habituales usuarios ya retirados en casa, la dejaban prácticamente despejada y nos permitió seguir disfrutando de las virtudes de la KTM 1290 Super Duke GT. Ahora con barra libre en el puño derecho ¡Ya tengo carretera favorita francesa!

Tras la extensa jornada, cubríamos los más de mil kilómetros previstos de una sola atacada y nos plantábamos en la costera Portbou, primer pueblo que nos encontramos al pisar Gerona, por su retorcida carretera junto al litoral mediterráneo. Por supuesto, gran parte del mérito recaía en la austriaca, que gracias a sus prestaciones y comodidad a los mandos facilitan este tipo de hazañas. Mañana nos esperaba la Costa Brava.

Cadaqués, Portlligart y el Cabo de Creus compusieron el atractivo escenario previsto para la sesión de fotos en Cataluña. Para más tarde poner rumbo a las instalaciones de KTM España en Tarrasa. Por supuesto, a través del trazado de la antigua N-II, todavía un paradigma del disfrute de la conducción.

No sé si te he llegado a contar alguna vez que me encanta coger unos días de vacaciones en junio. Y esta vez ha sido gracias a KTM.