No es la primera vez que Triumph Motorcycles utiliza esta táctica comercial y espera a que empiece la temporada para presentar una sorpresa importante. Así consigue una mayor repercusión al separarla del gran número de novedades que se ponen en escena en los salones de otoño. En esta ocasión la sorpresa ha llegado en forma de una renovada Speed Triple en versiones “S” y “RS”, que se diferencian en el proveedor de las suspensiones y en el material empleado en algunos elementos de la carrocería, pero que coinciden en el resto de mejoras aplicadas al motor y a la electrónica, además de montar unas llantas más ligeras de aluminio fundido con aspecto de aluminio mecanizado.
Triumph nos ha comentado que ha trabajado en el tricilíndrico de 1.050 cc para aumentar el rendimiento, reducir inercias, rebajar rumorosidad mecánica y mejorar el funcionamiento de la caja de cambios. El fabricante inglés ha incluido 105 piezas nuevas en el motor, declarando unos valores máximos de 150 CV y 11,9 kgm, además de haber aumentado la relación de compresión y de haber retrasado el corte de encendido en torno 1.000 rpm, con la línea roja del cuentarrevoluciones situada ahora a 11.000 rpm. Del mismo modo, la firma de Hinckley ha logrado que el propulsor funcione de forma más suave y que su respuesta sea muy constante. La nueva Speed Triple también monta silenciadores de mayor diámetro interno, que en el caso de la “RS” son de la firma Arrow, más ligeros y homologados para circular por la calle.
Triumph anuncia haber incluido 105 piezas nuevas en el tricilíndrico de la Speed Triple, al igual que ha aumentado su potencia hasta 150 CV
Otro detalle muy relevante es que la instrumentación ha pasado a ser de tipo TFT con ajuste automático de su iluminación dependiendo de la intensidad de la luz ambiental y varios modos de visualización (hasta seis en la “RS”) asociados al modo de conducción seleccionado, que en pueden ser cinco en el caso de la Speed Triple más equipada. También se ha incluido control de velocidad automático y llave de contacto de proximidad entre el equipamiento de serie, y las nuevas piñas cuentan con retroiluminación para facilitar su uso en la oscuridad. Además incorpora ABS con asistencia en curva y embrague con sistema antibloqueo, y Triumph ha preparado una lista con más de cincuenta accesorios opcionales.
Estas son las novedades más importantes que incluyen las nuevas Triumph Speed Triple y que han supuesto que sus precios de venta se incrementen ligeramente con respecto a los d sus antecesoras. Estos se han fijado en 14.150 euros para la “S” y en 16.250 euros para la “RS”.
Cita en Almería con la Speed Triple RS
Para conocerla de cerca y probarla por primera vez, Triumph nos ha citado en la provincia de Almería, donde hemos tenido ocasión de realizar una bonita ruta matinal por carretera y tres tandas en circuito por la tarde. Además, la marca inglesa ha preferido que la única protagonista del acto haya sido la Speed Triple RS, que se desmarca de su hermana gemela por montar, además de los citados silenciadores Arrow, suspensiones Öhlins, “quick shift up&down” y algunos elementos de la carrocería realizados en fibra carbono como la aleta delantera o las tapas laterales.
Al arrancarla por primera vez, lo primero que percibes es una menor rumorosidad mecánica, sin apenas escuchar el “silbido” que caracterizaba al tricilíndrico de 1.050 cc hasta ahora. Por otro lado, por sus silenciadores emite un sonido más ronco y deportivo, en teoría dentro de los límites legales. Al ponerte a sus mandos todo sigue igual, pues en el apartado ergonómico no se han realizado cambios significativos. Hay que recordar que en 2016 si recibió cambios en este aspecto. Entonces incorporó depósito y asiento más estrechos en la zona de las piernas para permitir una mayor libertad de movimientos y facilitar las operaciones en las paradas. De este modo, aunque el asiento se sitúa un poco alto, no resulta especialmente complicado llegar con alguna de los dos pies al suelo, ni tampoco maniobrar a baja velocidad, pues la dirección gira lo suficiente como para moverse de forma aceptable es espacios poco holgados. Hay que tener en cuenta que esta supernaked es una moto de aspiraciones muy deportivas, pero sin embargo posee un lado amable incuestionable y se puede convivir con ella en cualquier tipo de ambiente asfáltico.
El motor emite un sonido más ronco y deportivo a través de unos silenciadores Arrow
El accionamiento del cambio se ha suavizado y ahora las marchas se engranan de forma más silenciosa. Además, el asistente para el cambio nos ayuda al efectuar operaciones, pero también es cierto que funciona mejor a partir de segunda velocidad y cuando el motor gira a regímenes medios y altos.
El tricilíndrico en línea responde sin altibajos y se mantiene cómodo entre 3.000 y 10.000 rpm. Luego posee un sobrerrégimen que le permite alcanzar las 11.000 rpm, pero si es cierto que lo mejor de él lo encontramos entre 8.000 rpm y 10.000 rpm, momento este último en el que el fabricante declara los 150 CV comentados anteriormente, cifra que sobre el papel mejora en 10 CV a la de su antecesora. Si es cierto que hay otras supernaked en el mercado que anuncian más potencia, pero a favor de esta Speed Triple RS hay que decir que todo lo que ofrece se aprovecha muy bien, y las buenas dosis de par de su tricilíndrico nos permiten circular en una marcha más larga de lo habitual sin miedo a quedarnos sin “chicha” al girar el acelerador a la salida de las curvas. Además, con los numerosos modos de conducción disponibles, es fácil que en todo momento nos sintamos compenetrados con esta inglesa y que la podamos adaptar con rapidez a las circunstancias de cada momento.
La speed triple RS es más fácil de dirigir
La “RS” anuncia un peso de 189 kg en seco, 3 kg menos que la versión “S”. Además de una mayor suavidad de funcionamiento y más “pegada” a alto régimen, donde se aprecia una mejora importante es en los cambios de dirección, que se realizan con menor esfuerzo y, por tanto, con mayor rapidez. Triumph ha rebajado inercias internas en el motor y, junto a las llantas más ligeras, ha logrado que la conducción de la nueva Speed Triple sea más sencilla y que la dirijamos hacia el punto deseado con más facilidad. La verdad es que sigue siendo una moto de tamaño considerable, pero ahora sus reacciones son las de un modelo menor a pesar de que sus prestaciones se han incrementado.
El conjunto transmite una gran sensación de solidez y las suspensiones Öhlins son muy sensibles a los múltiples reglaje
Otra de las cosa por las que destaca la Speed triple RS es por la sensación de solidez que transmite y la firmeza en su paso por curva, y más esta versión dotada con horquilla y amortiguador de la firma Öhlins, muy sensibles a sus múltiples ajustes y que te permiten adaptarla a cada momento. Los elementos suecos aportan confort y una gran capacidad de absorción en carretera, y rigidez y resistencia al pilotar en circuito de manera agresiva. La frenada es otro punto fuerte de este modelo de Hinckley. Por un lado se puede dosificar muy bien y a la hora de realizar frenadas muy enérgicas no desfallece y responde con contundencia. Además, la maneta de su bomba radial consiente dos regulaciones, por lo que es muy fácil ajustarla según nuestros gustos y al tamaño de nuestra mano derecha.
Conclusión
La nueva Speed Triple RS es una supernaked muy completa, capaz de ser agradable y polivalente en ciudad, rápida y confortable en carretera, y de rendir a un nivel muy alto al pilotarla con agresividad en circuito. Del mismo modo, desde el punto de vista estético es una moto con mucho gancho, con una estética muy personal que la hace inconfundible y que hace que tenga muchos adeptos. Su motor tricilíndrico también le imprime mucho carácter, con una respuesta contundente y a la vez controlada desde bajo régimen, y sintiéndose más cómodo en la parte alta del cuentarrevoluciones, cuando gira incluso por encima de 10.000 rpm, algo impensable en la versión anterior.