Vivimos un momento en el mundillo de las motos bastante agridulce. Por un lado, la industria nacional ha sufrido y está sufriendo los estragos de la infecta crisis reinante, pero, al mismo tiempo, nuestros pilotos del Mundial siguen comiéndoles la moral al resto de contendientes. Si lees algo de prensa italiana, británica o alemana, verás que las reacciones ante tal dominio fluctúan entre la envidia más o menos sana… y la envidia más o menos insana. Al menos tenemos algo en lo que poder sacar pecho, así que aprovechémoslo como terapia mental, ¡y cuidémoslo! Para ello, no debemos descuidar la cantera de jóvenes valores, y esto es lo que hace la apasionada gente de BeOn, un pequeño reducto de ingeniería nacional que resiste como si de la aldea gala de Asterix se tratase. En su caso la poción mágica no es otra que el tesón, el saber hacer y la confianza en que lo que hacen está bien hecho. Si nos sigues desde hace tiempo, sabrás que BeOn Automotive se dio a conocer por su proyecto 450GP, un kit que convierte una moto de motocross en una máquina de velocidad capaz de hacerte pasar unos buenos ratos con poco gasto, poco riesgo y de forma reversible, ya que la transformación se puede hacer y deshacer en relativamente poco tiempo.
Desde 2008, Raúl Cívico y el resto de los profesionales de BeOn, alternan éste con otros proyectos de ingeniería que en parte son los que sustentan la empresa y hacen posible que puedan dedicarse a avanzar en la dirección que realmente les ilusiona, que no es otra que convertirse en sólidos fabricantes de motocicletas, tanto de calle como de carretera. Así, del kit mencionado, han dado el siguiente gran paso adelante con la Pre3 que recientemente hemos podido probar en el circuito de la Comunidad Valenciana, una moto absolutamente de carreras destinada a las copas y campeonatos regionales y nacionales de promoción, el perfecto paso previo para un aspirante a piloto de Moto3 de nuestro CEV. De hecho, las semejanzas con una Moto3, son enormes, partiendo de la base de que ambas se basan en las ya extintas 125GP en lo que a cotas y dimensiones de refiere. Sin embargo, el coste de una Moto3 es más que desorbitado respecto a esta Pre3, que como fija el reglamento de la Copa de España de este tipo de motos, tiene un precio de compra más que razonable teniendo en cuenta su funcionamiento, acabados y el trabajo que hay detrás de estas pequeñas balas catalanas. Chasis y basculantes son dignos de cualquier fabricante de fama mundial y no solo en la pinta, que también, sino en su comportamiento. En pista y para las prestaciones del monocilíndrico de motocross con poca preparación (tal y como fija también el reglamento de esta categoría de Pre Moto3) la parte ciclo va sobrada y si con un piloto adulto encima va tan realmente bien como pudimos comprobar… no quiero ni imaginarme cómo la haría volar un diamante en bruto de los que afortunadamente tenemos en los regionales. Con esa mezcla de talento y ausencia absoluta de miedo que tienen algunos chavalines, ellos podrán explorar los límites de esta Pre3, porque en mi caso ya te digo que con el tiempo que tardé en cambiar el chip respecto a conducción con moto de calle adaptada a circuito y hacerme a la tremendísima agilidad de esta BeOn, no llegué ni a acercarme a su rendimiento máximo. ¡Qué manera de entrar en curva! A esto no estoy yo acostumbrado, pero creo que lo haría en poco tiempo. De momento, para mi 1,60 m, la moto no es que no sea incómoda, es que me venía como un guante. Vamos, que me compraría antes ésta que la 450GP que también pudimos testar, que en realidad sería la moto que BeOn tendría pensada para mi perfil: cero aspiraciones de ser campeón de nada, ganas de pasarlo bien con coste lo más ajustado posible y ninguna de darme «una nata» a más de ciento y pico por hora. Si es también el tuyo, y consigues liar a unos cuantos amigos para que también den el paso hacia la 450GP, te auguro grandes jornadas de piques tan salvajes como poco expuestos. En mi caso, la única pega es que me quedaba demasiado espaciosa, y que cometí el «error» de salir a pista antes con la Pre3, así que cuando cogí la 450GP ya estaba «contaminado» y se me hacía más trabajosa de meter en curva. Vamos que tenía que pensar en hacerlo, mientras en la Pre3 no hacía ni falta. A pesar de que tiene casi el doble de motor y el mismo chasis, no así el basculante ni las suspensiones, los tiempos y las sensaciones con la pequeña son mejores. Hablando de suspensiones, ninguna pega a las que monta la Pre3, firmadas por FastAce y Mupo (Marzocchi con kit Andreani y Mupo en el caso de la 450GP), lo que nos creaba algo de incertidumbre ante lo desconocido, pero el balance es muy positivo. La medida de las gomas, en ambos casos Pirelli, contribuye también a esa diferencia de comportamiento entre ambas.
No son muchos los fabricantes que ofrecen motos para correr en Pre-Moto3, y BeOn tiene varios argumentos a su favor. Uno es que va genial y no es la más cara, otro es que si bien el motor de la que probamos es Yamaha (proveniente de las Gas Gas 4T de enduro), en su chasis también puedes colocar otro de otra marca si así lo deseas, y además, es un producto nacional. Esto último puede ser para algunos meramente anecdótico, pero en mi opinión y tal y como anda nuestra industria interior, le da un plus a la BeOn frente a otras rivales foráneas. Aunque solo sea un plus de simpatía hacia ella, ya que no me he subido a las Moriwaki, BMU, RMU Moto… Si estás en trámites de hacerte con una moto de este estilo para tu retoño, entra en www.beonautomotive.com y contacta con ellos.
Precio: 12.500 / 13.500 ( IVA).
Potencia: 40 / 65 CV.
Peso: 85 / 100 kg.