Objetivo 100.000: Suzuki Hayabusa 1300

Un día mi mujer Elena me dijo: «si quieres la Hayabusa, te la compras y vas con cuidado hasta que la conozcas, pero no vamos a estar cambiando de moto cada dos años». Y así fue como me lancé a cumplir ese sueño.

Jaime Tomás Bueso

Objetivo 100.000: Suzuki Hayabusa 1300
Objetivo 100.000: Suzuki Hayabusa 1300

Recuerdo que era el verano del ‘99 la primera vez que vi una Hayabusa; fue en un póster, en el taller del pueblo, al que estaba llevando mi Derbi FDS. Mis motos hasta entonces habían sido un Vespino Elestart, heredado de mis tres hermanos mayores, Javi, José y Fernando, que fueron los verdaderos responsables de que me entrase este veneno en el cuerpo. De pequeño los veía, a lomos de sus flamantes deportivas, cargadas de equipaje, camino de lo que yo imaginaba increíbles aventuras, enfundados en sus monos de piel, con sus respectivas novias vestidas a juego… Del Vespino pasé a una Yamaha TZR 80 que le compré a uno de ellos. Aquella TZR me dio muchas sensaciones, pero era de 5ª ó 6ª mano y me dejaba tirado casi cada vez que la cogía y acabé sustituyéndola por la mencionada FDS… que resultó no ser mucho más fiable.

En una de las entonces habituales visitas al taller fue, como decía, cuando vi aquella imagen de la Hayabusa que no olvidaré. A pesar de no importarme demasiado entonces (tampoco ahora) sus cifras de potencia, supe en aquel mismo instante que algún día iba a tener una. Por mis manos pasarían algunas otras motos, desde luego: una Suzuki RMX 50 que, al menos, era un gran adelanto para mí en fiabilidad pues era nueva. Un año después la cambiaría por su hermana de idéntico nombre pero de 250 cc, luego una GS500 que no era mía pero que cogí bastantes veces… y, allá por 2003, adquirí una GSX600F, con la que hice mis primeras salidas de curvas, viajes…

Y así, finalmente, en 2005 llegué a la Hayabusa. Yo pretendía dar otro paso intermedio comprándome una CBR600F, para seguir acumulando experiencia hasta que llegase el momento de dar el paso definitivo, pero debo agradecer a mi mujer (entonces novia) el que la Hayabusa llegase antes. A ella, a mi mujer, Elena, le agradezco eso y otras muchas cosas, como el estar animándome constantemente en esta afición que ella no comparte pero que aviva y alienta como si fuese suya. Así fue como la compré, con poco más de un año y medio, y con 6.000 km, y debo decir que, hasta la fecha, en que el marcador cuenta unos 108.000 km, nunca me ha dejado tirado ni me ha dado el menor problema.

He de admitir que cuando la compré estaba muy atemorizado por haber comprado, tal vez, una moto que me resultase incontrolable por potencia y excesivamente cara de mantener, pero ya el mismo día en que la compré me di cuenta de lo fácil que es dosificarla si te lo tomas con calma. Otra gran sorpresa fue lo polivalente que resulta; lo mismo sales a hacerte unas curvas solo, con el colín puesto, que le pones en pocos minutos el asiento y el asa traseras (y hasta maletas) y la conviertes en una rutera. Es su enorme capacidad para empujar en bajos y medios lo que más me gusta de ella, ya que acabo yendo al mismo ritmo que llevaba con mi anterior GSX600F pero con mucha más tranquilidad, pues la moto apenas va a 4.000 ó 5.000 rpm. De hecho, normalmente, es entre 3.000 y 4.500rpm en el rango en el que más me muevo. Por esta razón los consumibles me duran tanto. Con ella hago curvas todos los fines de semana por las preciosas sierras de Castellón y las provincias limítrofes (casi siempre acompañado por la gente de Malparits.com y a veces también de amigos del motoclub Gas a Fondo Castellón), y viajecitos o escapadas cada vez que el trabajo y la economía me lo permiten; Andorra es uno de mis destinos favoritos, ya que me queda a la distancia perfecta.

Mi Busa me ha llevado también varias veces a concentraciones tan conocidas como Pingüinos y a otras mucho más “anónimas”, algunos GGPP, viajes por Pirineos, Francia, el Tourmalet, viajes y quedadas cada vez más frecuentes con la gente genial del foro “Hayabusa.es” (igual que me pasó antes con mi GSXF en el foro GSXFeros), con los que he compartido la alegría de los mejores momentos y las cargas de los más difíciles. Cuando la gente sabe los kilómetros que lleva mi moto, suele preguntarme cuándo la cambiaré y por qué modelo… mi respuesta siempre es la misma: mi moto acaba de cumplir los 100.000 kilómetros y espero que me dure, al menos, otros tantos, pero si algún día la cambio ¡será por otra Hayabusa!

Esto es, básicamente, lo que se le ha hecho y cambiado a la moto en estos kilómetros. Sólo os especifico lo que tiene que ver con mecánica, no los accesorios extras que le he ido poniendo. Cambios de aceite y filtro cada 6.000 km y de filtro de aire cuando lo veía mal.

  • 6.000 Cambio de aceite y filtro. A partir de ahí, con esa periodicidad.
  • 10.000 Sustitución de ambos neumáticos cada este kilometraje más o menos.
  • 27.000 Kit de transmisión nuevo. Pastillas traseras.
  • 30.000 Sustituir bujías.
  • 40.000 Pastillas traseras. Cambio de latiguillo de embrague y los del freno delantero.
  • 42.000 Cambio de aceite de horquilla y batería.
  • 60.000 Sustituir bujías. Pastillas traseras.
  • 64.000 Kit de transmisión nuevo.
  • 80.000 Montaje de un filtro K&N. Pastillas traseras.
  • 82.000 Cambio de pastillas de freno delanteras.
  • 85.000 Primera y única apertura del motor para cambiar la cadena de distribución. Comprobación de reglaje de válvulas. Montaje de pinza de freno Brembo radial.
  • 90.000 Sustituir bujías.
  • 106.000 Cambio de aceite de horquilla y batería. Reparación del amortiguador trasero. Sustitución del kit de transmisión.