Prueba del Harley-Davidson Tri Glide Ultra

El triker de Harley-Davidson es demoledor. Por aspecto, por confort y por comportamiento, el Tri Glide Ultra es un vehículo especial que te transporta a otra dimensión. Diseñado para los amantes de las largas rutas, y fabricado íntegramente por Harley-Davidson, no te dejará indiferente.

Óscar Pena. Fotos: Juan Sanz

Prueba del Harley-Davidson Tri Glide Ultra
Prueba del Harley-Davidson Tri Glide Ultra

La Tri Glide es una Harley-Davidson auténtica. Tanto como la que más, pero con tres ruedas. Un detalle que salta a la vista, y que tiene importantes connotaciones desde todos los puntos de vista posibles. Pero hagamos un poco de retrospección. La Tri Glide es en la actualidad comercializada y fabricada directamente por Harley-Davidson, concretamente en una de las factorías que la marca tiene en EE.UU. Pero no siempre fue así. Y es que tanto él, como otros trike fabricados sobre modelos de la marca de Milwaukee, fue diseñado y ensamblado inicialmente por el prestigioso John Lehman, un pionero de las transformaciones de motos en triciclos que tiene en su catálogo los más espectaculares y llamativos vehículos de este tipo que puedas ver. Él se encargó de diseñar el Tri Glide en 2008, que poco después pasó a fabricarse, como ya hemos comentado, en la «casa madre». A partir de aquí, salta a la vista su enorme carisma, su presencia, la ostentación de la que hace gala. Incorpora gran parte de las novedades aplicadas en el proyecto Rushmore, que como veremos le sientan de maravilla, y encuentra en su particularísimo comportamiento dinámico, la clave de su éxito, o de su posible rechazo, en función del sujeto que tome sus mandos, el tipo de conducción que efectúe, y las expectativas que tenga puestas en él.

¿Moto o coche?

Tratándose de una Harley-Davidson, lo más lógico apuntaría a contestar, en buena lógica: moto. Pero depende ciertamente del cristal con que se mire... Así, por un lado, toma la base para su construcción de la Harley-Davidson Electra Glide Ultra Classic, con la que comparte prácticamente todos sus componentes del asiento del pasajero hacia delante: motor, equipamiento, panel de instrumentos, carrocería, etc. Así que parece que apunta en dirección a ser moto. Además, no cabe duda, y más tras rodar un buen número de kilómetros a sus mandos, que el Tri Glide Ultra traslada a conductor y ocupante al emocional sentimiento de libertad que solo puede producirte el aire golpeando tu casco mientras te agarras a un manillar. Algo que vosotros, y yo mismo, conocemos bien.

Sin embargo, hay quien puede decantarse del lado del automóvil. Remontándonos varias décadas en el pasado, Harley-Davidson fabricó la que sería su primera motocicleta de tres ruedas, a la que, curiosamente, llamó Servi-Car, y que hacía las veces de «vehículo de sustitución». También se popularizó como vehículo para la venta ambulante, y fue muy utilizado por la policía. Todo esto ocurrió en la década de los años 30 y 40 en adelante, lo que me hace recordar el dicho aquel de que «todo está ya inventado». Trasladándonos a la época que vivimos, no podemos obviar que para conducir un Tri Glide Ultra, no es necesario más que el carné de B de coche. Sí, solo el de coche, lo que, por cierto, amplía sustancialmente la clientela potencial del trike. Es por este hecho que cuenta con algunas características técnicas muy particulares, y en las que quizá ya has prestado atención, que son imprescindibles para su homologación. Estas son, por ejemplo, el doble grupo óptico delantero, dejando el convencional a modo de espejo sin funcionalidad alguna; los grandes guardabarros traseros, pues ha de existir una anchura mínima; o la tercera luz de freno sita en el baúl trasero. A todo esto, hay que sumar algunos detalles más: al detenerte, obviamente, no es necesario poner los pies en el suelo; cuenta con una marcha atrás de accionamiento eléctrico, algo tosca por cierto, para desplazar los 560 kg que pesa marcha atrás. Un diferencial trasero y, a título más subjetivo que de cualquier otro tipo, por su gran capacidad de carga y confort, casi te parece más un vehículo gran turismo de lujo que una motocicleta. Además, equipa llantas y neumáticos traseros de coche, el chasis y las suspensiones están reforzadas, y la zona del eje de basculante cuenta con una sección central de aluminio. Mientras, la transmisión sigue confiándose a una ancha correa dentada, y la frenada trasera a un doble disco Hayes con mando integrado y freno de estacionamiento.

Sea como fuere, todo lo expuesto forma parte del enorme espíritu americano que lo envuelve y penetra por cada uno de sus poros, y que es en gran medida diferente al nuestro. Y es que el gran trike de Harley-Davidson encuentra en el hecho de rodar por una recta sin fin, el mayor de los placeres a los mandos de un vehículo.

Lujo total

La Tri Glide adopta multitud de elementos presentes en el proyecto Rushmore de Harley-Davidson, y del que tanto hemos escrito ya. Elementos estos que mejoran la seguridad, el confort y la ergonomía general de un producto ya de por sí único en este sentido. Así, por ejemplo, incorpora frenos combinados, (aunque sin sistema antibloqueo ABS), nuevos faros duales halógenos y faros delanteros y antiniebla con LED, iluminación del portaequipajes Tour-Pak más brillante, y un tren delantero con una horquilla más rígida que favorece la estabilidad en ruta. También incluye de serie el eficaz sistema antirobo Smart, que se sirve de un llavero de bolsillo de tipo manos libres que activa y desactiva automáticamente la alarma cuando te acercas y alejas del trike.

A todo esto, hay que sumar otras características que hacen del «tres ruedas» de Harley-Davidson un vehículo con una enorme sensación de confort. Son pequeños y grandes detalles que confieren imagen de lujo al conjunto, y que atañen desde la aerodinámica, al flujo de calor desprendido por el motor, pasando por la posición de conducción, o la capacidad de carga. Así, el nuevo diseño del carenado y su parabrisas reducen las turbulencias a la mínima expresión, y te permiten disfrutar del paseo plenamente, al punto de poder hacerlo con la visera del casco completamente levantada si lo deseas, y así de paso, disfrutar de la calidad de sonido de la nueva radio Boom! Box 6.5GT, perfectamente gestionada a través de la pantalla táctil de 6,5" o los mandos localizados a la altura de los pulgares.  También sobresalen los grandes y confortables asientos con reposabrazos y respaldo de nuevo diseño en el caso del pasajero, las grandes estriberas para conductor y ocupante, o los inéditos deflectores de aire instalados en la zona media del bastidor, justo debajo del asiento, para alejar el calor del cuerpo y las piernas. Por último, y no menos importante, destaca el portaequipajes Tour-Pak que puede manipularse con una sola mano, y el gran portaequipajes King Tour-Pak, localizado inmediatamente debajo del primero, y que confieren al Tri Glide una espectacular capacidad de carga total de 190 litros y hasta 36 kg de peso. Sin duda más que suficientes para recorrer solo o en la mejor de las compañías cientos, si no miles, de kilómetros.

El Tri Glide Ultra es un vehículo exclusivo, a la vista está, y su precio va en consonancia con esta sensación. La cantidad oscila entre los 40.500 euros de la versión decorada en «Vivid Black», a los 42.250 euros de la versión con opción de color personalizado.

Conclusión

El Tri Glide Ultra, aparte de sus tres ruedas, mantiene el estilo y casi todo el equipamiento de la Electra Glide Ultra Limited, incluido su prominente carenado tipo «alas de murcielago», o sus exclusivos asientos. Por no hablar de las mejoras adoptadas gracias al proyecto Rushmore. A partir de aquí, el trike americano impone su carácter y filosofía, desvinculándose del característico de una motocicleta. Es estable y muy sensible a las irregularidades del terreno, imponente estéticamente y a sus mandos, con una enorme capacidad de carga, y con un motor y transmisión perfectamente adecuados a sus particularidades.