En ocasiones la interacción entre las marcar de un mismo grupo, como en este caso Piaggio (Vespa, Aprilia, Gilera, Moto Guzzi, Derbi y la propia Piaggio), beneficia en buena medida al usuario. El ejemplo más claro es el último scooter que Aprilia ha lanzado al mercado: el SR Max.
Es posible que te resulte familiar o quizá directamente lo confundas con el Gilera Nexus 300, es normal, es el mismo scooter. Solo se diferencian por el color de los plásticos, los grafi smos y que el Aprilia se ofrece por 600 euros menos que el Gilera. Para que esto no «cante» tanto, el Nexus 300 está ahora en promoción por 4.099 euros en una oferta que durará hasta octubre, así que si lo estás pensando sigue siendo más económico optar por el Aprilia.
Como puedes apreciar, la apariencia del SR es totalmente deportiva, solo hay que echar un vistazo al imponente y aerodinámico frontal con doble faro o a la parte trasera que simula el colín de una moto deportiva.
Una carrocería con tintes radicales que además ofrece una protección aerodinámica como pocas: una efi ciente pantalla regulable en altura y exenta de turbulencias y los deflectores laterales hacen que el conductor viaje protegido. Lo deportivo de su apariencia está en plena concordancia con su comportamiento dinámico.
Su sólida estructura aporta plena estabilidad en marcha ayudada en todo momento por unas llantas de gran diámetro y unas suspensiones de tarado duro, tanto que se muestran algo secas de reacciones ante los baches. Ahora bien, en curvas es un auténtico placer, transmite mucha confi anza y aplomo delante. El motor QUASAR de Piaggio, una referencia en el segmento de scooter de cilindrada media, empuja con fuerza y no sin mérito al tratarse de un scooter con bastante peso.
La salida desde parado es rápida y el tacto una delicia, todo suavidad y pocas vibraciones. Hay que hacer especial mención a los 15,5 litros de capacidad del depósito de combustible con el que se pueden recorrer más de 400 kilómetros. Rematando la parte ciclo equipa unos buenos de frenos de disco que, a pesar de no ser de funcionamiento combinado, ofrecen una respuesta eficaz y excelente tacto a la maneta.
En lo referente a la ergonomía no es un scooter «al uso», el asiento está alto y el manillar bajo respecto a éste, de hecho puede que el contrapeso del extremo toque con tu rodilla al girarlo del todo si eres de piernas largas.
El asiento de aspecto racing y tapizado bicolor es amplio, perfectamente apto para ir cómodamente dos personas, pero algo duro de mullido. Debajo tiene un hueco relativamente capaz, y digo relativamente porque solo cabe un casco integral, pero acepta colocar cosas a su alrededor.
Una pequeña guantera sin cerradura completa un volumen de carga discreto para un scooter que casi se puede considerar un GT. El SR Max es una muy buena opción de compra. Su precio es realmente atractivo para tratarse de un scooter de semejantes remates que además llama mucho la atención por su apariencia y cierta exclusividad al no haber muchos por la calle; quizá porque el tamaño echa para atrás a conductores de talla pequeña y a quien solo lo quiera para ciudad. Además, si te fijas, está plagado de detalles que incrementan la calidad y contribuyen a la buena presencia del conjunto.