KYMCO Agility City 125

Presentación del nuevo rueda alta 125 cc de KYMCO. Tan difícil es encontrarte un oasis en medio del desierto como un scooter económico con este equipamiento, tacto y comportamiento. KYMCO ha conseguido además que este espejismo no se desvanezca cuando te acercas a él.

Roberto Ruiz / Fotos: Paloma Soria

KYMCO Agility City 125
KYMCO Agility City 125

Hace tiempo que KYMCO nos anunció el lanzamiento de su nuevo Agility City, y la espera ha merecido la pena, y de qué manera. Ya cuando presentó su Agility consiguió sorprendernos a todos con un scooter económico pero tremendamente efectivo, pequeño, manejable, sin lujos pero con lo necesario, y con un comportamiento que difícilmente podrás encontrar en un scooter de apenas 1.500 euros.

Pues bien, con su versión City KYMCO lo ha vuelto a lograr e incluso se ha vuelto a superar. Este Agility City no es simplemente un Agility común con las ruedas un poco más grandes, en absoluto, es un scooter completamente nuevo y de su hermano podríamos decir que mantiene su filosofía de «urbano económico eficaz». De hecho comparte algunos elementos con el People S, como su sencillo pero enérgico propulsor 4T, de dos válvulas, refrigerado por aire y alimentado por carburador, o su chasis simple cuna desdoblada en tubo de acero, muy similar al del que hasta ahora presumía de ser el único «rueda alta» 125 de la firma taiwanesa.

Para ser un scooter de casi 1.700 euros es realmente difícil encontrar dónde se han recortado los gastos. No se nota en absoluto en sus acabados, ni en los plásticos ni en la pintura, e incluso puede presumir de lucir un mejor nivel que su hermano Agility. Toda la parte ciclo funciona a la perfección, sus llantas de 16 pulgadas no calzan neumáticos excesivamente anchos y la agilidad la tenemos asegurada, incrementada con la ligereza del conjunto, con paso firme en todo momento y estabilidad más que suficiente.

Destaca especialmente un equipo de frenos propio de un scooter de muchos más euros, con un potente disco delantero de 260 mm y otro trasero de 240, y no un freno de tambor como acostumbran la mayoría de su segmento. La respuesta es inmediata y su apartado de seguridad queda bien cubierto. También las suspensiones están a un buen nivel, tanto delante como detrás son tirando a duritas y la horquilla transmite perfectamente toda la información, sin titubeos, y tampoco aparecen flexiones de chasis aun cuando nos animamos en nuestra conducción. Todo esto, unido a su diseño afilado y a una aceleración alegre hasta los 80 km/h, nos termina provocando cierta conducción deportiva pues como todo va tan bien, con ese comportamiento tan noble, la confianza nos lanza pronto al ataque. La ciudad es su hábitat natural y pronto lo descubrirás.

Los detalles se han cuidado especialmente, desde su pequeña pantallita derivabrisas, pasando por un transportín trasero de fundición y hasta la pequeña guantera delantera. La mala noticia, como ocurre en la inmensa mayoría de los «rueda alta», la encontramos bajo el asiento. Su hueco es amplio pero poco profundo por lo que si queremos guardar un casco éste deberá ser abierto. A la capacidad de carga y a nuestro propio confort ayuda su práctica plataforma plana, que junto a un gancho portabultos nos permitirá aprovechar el espacio entre los pies.

A simple vista resulta un scooter atractivo, elegante pero con cierto toque agresivo, y que por su precio sin lugar a dudas ofrece mucho más de lo que cuesta. KYMCO lo ha lanzado en plata, negro y blanco y su precio, como ya sabes, no es ningún espejismo, sólo 1.699 euros.


VÍDEO DE LA PRESENTACIÓN DEL KYMCO AGILITY CITY