El KYMCO Grand Dink es un modelo que trae muchos recuerdos: así se llamó el primer scooter de la marca taiwanesa que les hizo destacar en nuestro mercado, introducido con el cambio de siglo (hace 15 años) consiguió un buen nivel de ventas gracias a que tenía cualidades de scooter “grande” sin renunciar a la agilidad de los ciudadanos.
Yo todavía recuerdo el día de su presentación, en ruta por la sierra de Guadarrama cerca de Madrid, cómo me sorprendió lo bien que se defendía. Su popularidad se disparó cuando desde finales de 2004 la equivalencia permitió que conductores con carné de coche llevaran la versión 125. Ahí las ventas de la moto taiwanesa se multiplicaron, sus característicos espejos retráctiles eléctricos se hicieron famosos, y KYMCO empezó a aparecer en las listas de superventas… algo que no ha dejado de hacer, no nos olvidemos que las dos motos más vendidas en España en 2015 son suyas (KYMCO Agility City y KYMCO Super Dink 125). Aquel KYMCO Grand Dink ha llegado a sumar la friolera de 25.200 unidades vendidas en nuestro país (acumuladas desde 2001) y todavía en 2015 ha sido el quinto scooter más vendido de la marca en España. Pero ha llegado el momento del relevo.
Y el relevo, que se llama también KYMCO Grand Dink, cambia tanto que no conserva ni un tornillo del modelo anterior: estamos ante un scooter totalmente nuevo, un scooter que se desdobla en dos cilindradas (125 y 300) aunque sólo cambia de una a otra el motor, ya que comparten chasis, suspensiones, ruedas, frenos, carrocería y equipamiento. Pero lo que no comparten es, curiosamente, público objetivo, es decir, a qué aspira cada uno: la categoría de los GT 125 (scooter de tamaño tirando a grande, amplios para piloto y pasajero, con buen hueco y buena capacidad rutera) está muy disputada y es la de mayor número de ventas, el 47 por ciento de los 125 nada menos son de ese tipo, por eso el KYMCO Grand Dink 125 aspira a ser el sucesor en la práctica del popular KYMCO Super Dink (superventas varios años incluyendo 2015).
Con un equipamiento de primera a todos los niveles incluyendo un motor (derivado del KYMCO K-XCT) Euro 4 de bajas emisiones y poco consumo, pero par mejorado y buena aceleración, frenos ABS, su precio de 3.699 euros es una clara declaración de intenciones: aspira a todo, y ya sobre el papel supera al citado KYMCO Super Dink, que se dice pronto. Esperan vender casi 1.500 unidades en lo que queda de año.
En cambio la versión de mayor cilindrada, el KYMCO Grand Dink 300, tiene pretensiones más modestas: en la categoría de la cilindrada intermedia las cosas están más difíciles, el público objetivo es otro (personas con carné de moto obtenido hace años) y no esperan vender más de 400 unidades este año, por eso su precio se ha ajustado a unos excelentes 3.999 euros. Como el 125, el KYMCO Grand Dink 300 es un modelo totalmente nuevo, que monta un motor evolucionado del del conocido KYMCO Yager (sube de 270 a 276 cc entre otros detalles y cumple Euro 4), con un bastidor muy rígido que por ello abandona el anterior concepto de “plataforma plana”, con suspensiones de mayor calidad que lo habitual en los scooter, y desarrolladas especialmente para el mercado español.
La rueda delantera es de 14 pulgadas (neumático 120/80) y la trasera de 13 (medida 150/70), y se montan gomas KENDA de nueva generación con un particular perfil triangular que prima la manejabilidad y un comportamiento ágil. Los frenos (disco de 260 mm delante con pinza de tres pistones, y de 240 mm detrás) montan de serie el ABS más avanzado de Bosch, y el equipamiento está al máximo nivel con indicadores LED en todas partes, luces principales halógenas, completo cuadro de instrumentos, guantera con cargador USB y un buen hueco bajo el asiento, capaz hasta para dos cascos integrales (en el 300 por su mayor motor cabe un integral y uno abierto).
Los KYMCO Grand Dink 125 y 300 2017 se ponen a la venta de forma inminente (agosto) y como es habitual en KYMCO los precios citados incluyen el seguro a Todo Riesgo.