Como bien sabes, la firma italiana es una marca decidida que no se anda con medias tintas. Firme en sus convicciones, para la segunda generación de su modelo trail apuesta por la profusión de la electrónica. Que asiste desde la gestión del motor, con cuatro modos de uso: Sport, Touring, Urban y Enduro; apaciguando los hasta 150 CV disponibles, y que supusieron un holgado récord en el segmento de las trail en su día -no igualado hasta tres años más tarde y sólo por la austriaca 1190 Adventure/R-; a la seguridad, con la incorporación de un control de tracción ya desarrollado en otros modelos de la marca y que permite llegar a un ajuste específico según nuestro deseo; al igual que para el ABS e incluso la gestión de las suspensiones, aunque sólo en la más completa versión S. Además de la comodidad que ofrece su sistema de arranque sin llave, exclusivo todavía a día de hoy entre las trail.
Y sin desatender una estudiada ergonomía para cuando de hacer muchos kilómetros se trata -actualmente el objetivo primordial del segmento- junto a una suficiente protección aerodinámica, que incluye la pantalla regulable en altura de manera cómoda, incluso en marcha. Su exquisita puesta a punto del bastidor hacen de ella un arma infalible en recorridos ratoneros. Aunque entregados ¡pero que muy a fondo! la palanca de cambios llega a rozar, provocando su doblez al hacer efecto palanca contra el asfalto, algo subsanable variando su posición hacia arriba.
Por cierto, su accionamiento es de los aspectos negativos por su rudeza. El sistema de reenvío tan cerrado y próximo en sus ejes no contribuyen precisamente a mejorar su tacto y precisión. Notando mejora al poner éstos en ángulo de 90 grados. No obstante, requiere firmeza y decisión.
Su consumo no resulta desmesurado, incluso disfrutando de todo el potencial disponible, pero adolece de una autonomía inferior comparada con la dura competencia. Pero lo peor lo encontramos en la tosquedad y lo rumoroso del motor al circular a pocas vueltas. Sobre todo en uso diario. No digo que no haya quien lo disfrute, pero la competencia ésto lo tiene más que resuelto con un tacto más civilizado. Las versiones Touring aportan maletas laterales, capaces sin más, pero de manipulación algo laboriosa.
En resumidas cuentas, un lobo con piel de cordero que lleva el concepto del doble uso a otro estadio.
Versiones
2010-2012 [ 1.198 cc | 150 CV | 229 kg ]
Precio: 10.990-13.000
Generación completamente renovada que aumenta la cilindrada -sin contemplar una versión menor- y sin perder la filosofía de marca. Dispone del propulsor bicilíndrico en V a 90º ahora refrigerado por líquido y denominado Tetastretta 11º DS junto al bastidor multitubular. Y con la gestión electrónica como gran protagonista.
2010-2012 [ 1.198 cc | 150 CV | 234 kg ]
Precio: 11.000-16.500
Junto a la estándar se ofrece una más especializada versión S que añade mejores suspensiones, firmadas por Öhlins y con reglaje electrónico. El caballete central y los puños térmicos son otros elementos diferenciadores. Ambas versiones disponen del acabado Touring que incluye maletas laterales.
2013-2014 [ 1.198 cc | 150 CV | 234 kg ]
Precio: 15.599-17.500
Un par de años más tarde recibe su primera actualización, donde exteriormente cambia ligeramente su frontal: faros y pantalla, así como su propulsor recibe modificaciones en aras de suavizar la respuesta. La versión Touring queda restringida a los modelos S, que ahora usan suspensiones Sachs, también electrohidráulicas (DSS).
2013-2014 [ 1.198 cc | 150 CV | 245 kg ]
Precio: 16.300-19.000
Además, la oferta de las versiones S se multiplica con los siguientes modelos: Granturismo, que añade baúl central y neumáticos Pirelli Angel GT, que aumentan sus cualidades ruteras; una más deportiva Pikes Peak, conmemorativa de las victorias en la singular carrera; y en el 2014 la D-Air que ofrece un sistema airbag integrado.
