NoTodoMotoGP: Luke Mossey y Jake Dixon toman el relevo del motociclismo británico

Pocos contaban con ellos, pero están adquiriendo gran protagonismo ante los más veteranos.

Nacho González

NoTodoMotoGP: Luke Mossey y Jake Dixon toman el relevo del motociclismo británico
NoTodoMotoGP: Luke Mossey y Jake Dixon toman el relevo del motociclismo británico

El año pasado, el British Superbike vivió un espectacular showdown en el que Shane Byrne y Leon Haslam protagonizaron una encarnizada lucha por el título que se dirimió en favor del primero, que sumaba su quinto título. Para este 2017, se esperaba una vendetta entre ambos, con permiso del retornado campeón de 2015, el australiano Josh Brookes; sin olvidar a Sylvain Guintoli, que también volvía procedente de Superbike.

Un plantel de lujo que evidenciaba un problema manifiesto: las edades. Por más que se empeñe en desafiar al paso del tiempo y se mantenga en una forma envidiable, ‘Shakey’ Byrne ya ha cumplido 40 años. Tanto Leon Haslam como Josh Brookes y Sylvain Guintoli tienen 34. Otros clásicos de la zona noble también superan la treintena, como James Ellison (36), Michael Laverty (36), John Hopkins (34) o Christian Iddon (32).

La esperanza de rejuvenecer la contienda estaba en talentos incipientes como Taylor MacKenzie (24) y, sobre todo, Bradley Ray (20), ayudados por otros pilotos de una edad más intermedia como Jason O’Halloran (29), Glenn Irwin (27) o el recién llegado Davide Giugliano (27), cuyo prometedor desembarco en las islas ha sido un fiasco absoluto.

Sin embargo, el lavado de cara del British Superbike ha llegado de la mano de dos pilotos que hasta hace bien poco no aparecían en ninguna quiniela: Luke Mossey y Jake Dixon.

LUKE MOSSEY, LÍDER INESPERADO

Subcampeón del British Superstock 600 en 2009, a sus 24 años Luke Mossey parece haber encontrado el punto de madurez definitivo para erigirse en presente y futuro del motociclismo británico. En 2010 debutó en el British Supersport, donde un año después logró sus primeros podios y en el que compitió durante cinco temporadas, logrando tres victorias pero sin exhibir la regularidad necesaria para optar al título.

Aun así, en 2015 dio el salto al British Superbike, y en su año de Rookie acabó séptimo, rozó la presencia en el showdown al acabar séptimo, lo que le valió el fichaje por el JG Speedfit Kawasaki para ser compañero de Leon Haslam. Aunque se le siguió resistiendo la victoria, ya el año pasado se metió en el showdown, pero flojeó a final de temporada y sólo pudo ser sexto.

Este año ha dado el paso adelante definitivo. Tras escoltar a Haslam en el doblete de su equipo en la manga inicial de Donington, se destapó con un doblete en Brands Hatch, superando a su compañero. Tras ocho carreras, lidera la general con 30 puntos sobre Haslam –que se lesionó este fin de semana- y es segundo en ‘podium points’ (17 por los 19 de Haslam), evidenciando que es un firme candidato a pelear por el título.

JAKE DIXON, IRRUPCIÓN REPENTINA

Hijo del bicampeón del mundo de sidecar, Darren Dixon, el joven Jake Dixon debutó en 2012 en el British Superstock 600, logrando tres victorias y acabando cuarto, saltando al año siguiente al British Supersport, en el que pasó tres años. En el último de ellos, 2015, se hizo con cuatro victorias y subió al podio en 14 ocasiones para acabar tercero en la general.

Con 20 años recién cumplidos dio el salto al British Superbike la pasada temporada, que acabó abruptamente tras un accidente en Oulton Park. Aun así, había dejado el sello con algunas meritorias actuaciones en el top ten, y en este 2017 ha empezado a refrendarlo de verdad.

Ya sorprendió en su debut en el Mundial de Superbike como wild card en Donington, haciéndose con una gran novena posición en la segunda carrera. No le iba tan bien en el BSB… hasta este fin de semana. Había sumado 16 puntos en seis carreras y era 15º en la general, pero en Knockhill todo cambió.

En la primera manga se impuso, precisamente, a Mossey, con Byrne tercero, para lograr su primera victoria en la categoría reina del nacional británico. Lejos de ser casualidad, repitió en la segunda, esta vez con Ellison y, de nuevo, Byrne escoltándole en el podio. A sus 21 años, Dixon se hacía con un doblete tan inesperado como refrescante para los aficionados.

Quizá sea pronto para meterle en las quinielas al título, o quizás no. Todo dependerá de si es capaz de trasladar su rapidez a otros circuitos, pero es indudable que con Dixon, al igual que con Mossey, el relevo británico está garantizado.