Paolo Simoncelli, padre de Marco Simoncelli, lejos de querer dejar el mundo del motociclismo tras el triste fallecimiento de su hijo, ha puesto toda su ilusión en impulsar y ponerse al frente de un equipo italiano que ya disputó el año pasado el FIM CEV Repsol: el SIC 58 SQUADRA CORSE. Su objetivo con este proyecto era apoyar y ayudar a los pilotos italianos desde la cantera en un campeonato donde casi un 11% de los pilotos son italianos.
Según cuenta Paolo Simoncelli, el equipo SIC 58 SQUADRA CORSE se creó en 2013 para competir en Italia y se lo planteó "como una prueba para ver qué efecto podría tener sobre mí después de aquel 23 de octubre de 2011, cuando Marco nos dejó". Comenta que dejo de ser una prueba en el momento en que su mujer y su hija le apoyaron con el equipo en el Campeonato Italiano.
Sin embargo, el verdadero sueño de Paolo es tener un equipo que un día pueda llegar a disputar el Mundial de Motociclismo y para ello, según el mismo dice, "tenía que pasar, sin lugar a dudas, por el FIM CEV Repsol, dirigido de un modo extremamente profesional, con un altísimo nivel deportivo y técnico.»
El año pasado contó en las filas de su equipo con el joven piloto de 14 años, Tony Torbolino, y con Stefano Valtulini para competir en el FIM CEV Repsol. Paolo Simoncelli se muestra muy satisfecho con la actuación de su equipo en su primera temporada en esta competición. Del primero dice que "pagó el arrebato de sus 14 años. Un accidente horrible en Le Mans en las primeras curvas nos hizo pensar en lo peor, complicándonos también el resto del campeonato a causa de una lenta pero a su vez regular recuperación". Por su parte, de Stefano Valtulini, cuenta que "ha sido la sorpresa más bonita para mí. Lamentablemente Stefano nunca corrió con un equipo que además de proporcionarle la moto, le ayudase a corregir sus problemas de conducción, sobre los que hemos trabajado juntos. Ha mejorado muchísimo, ha terminado siempre carreras muy buenas e incluso subió al pódium en Aragón".
En cuanto a sus proyectos futuros al frente del equipo, Paolo asegura que seguirán seleccionando pilotos italianos jóvenes, de entre 12 y 14 años, "para que crezcan en el FIM CEV Repsol y, ¿por qué no?, ¡llevarlos al Mundial! Los pilotos están mejorando, el equipo funcionó, la estructura está muy bien, pero, ante todo, nuestros niños han podido vivir otra parte importante de su sueño. Un sueño bonito como el de Marco, que esperemos sea tan fuerte como para llevar a dos de ellos a correr al Mundial", concluye ilusionado.
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