Como casi todos, Toni Elías tuvo su primera experiencia en el Mundial a través de un wild card en el circuito de Jerez. Fue en 1999 y un año después ya tenía sitio fijo en la parrilla de 125 cc. Desde entonces, había disputado ininterrumpidamente todas las temporadas, combinando sonados éxitos como su título de Moto2 o su única victoria en MotoGP, frente a Rossi en Estoril, con alguna decepción como su último año en la categoría reina, en 2011, donde nada salió como había planeado. Se esperaba mucho de Elías en 2013, pero solo ha habido destellos puntuales en Moto2 y su mejor versión la hemos visto en la recta final de la temporada, cuando decidió cambiar su campeonato de toda la vida por el Mundial de SBK. Sorprendió con su rápida adaptación a la Aprilia en su debut en Turquía (6º y 5º) y en solo cuatro carreras ha demostrado que será uno de los aspirantes al título en 2014. Hablamos con el manresano en Jerez, donde estuvo a punto de subir al cajón. Mientras le hacemos la entrevista, Kyle Smith (ex compañero en el Blusens Avintia) gana la carrera de Superstock 600. Elías celebra la victoria como si fuera suya. Son muy buenos amigos, de los muchos que ha dejado en MotoGP. Quizás vuelva «allí» en el futuro, pero ahora su sitio está «aquí» en el Mundial de SBK.
¿Cuándo decides que tu sitio está en el Mundial de SBK?
El fin de semana del GP de Holanda, donde corríamos el sábado, fui a la carrera de Imola a ver a Carlos Checa y me gustó mucho lo que vi. Me dio la sensación de que aquí podría tener un sitio, sobre todo pensando en 2014. Tomé la decisión de apostar por el Mundial de SBK y era una primera toma de contacto para mirar opciones con mi mánager. Los resultados en Moto2 no eran los que ni yo ni el equipo habíamos previsto. Nadie estaba contento con esa situación, pero tocaba ser profesional y seguir trabajando hasta final de temporada, y si sonaba la flauta, acabar el año con algún buen resultado.
Y aparece la opción del Red Devils…
Fue pura casualidad. Jonathan Rea se lesionó de gravedad (N. del R. fractura de fémur en Nürburgring) y en Honda le sustituyó el entonces piloto del RedDevils, Michel Fabrizio. Entonces Andrea Petricca, mánager del equipo, me llamó personalmente y me dijo: “Tengo una moto libre y me gustaría que fueras tú el piloto”. Lo primero que pensé es que era una opción imposible porque yo tenía contrato hasta final de año, pero hablé con Raúl Romero, jefe del Blusens Avintia, y llegamos a un acuerdo.
¿Era un cambio demasiado arriesgado?
Puede ser, pero no me lo pensé. Aunque solo fuera para cuatro carreras, iba a ser una buena oportunidad de probarme y coger experiencia con una Superbike de cara a 2014. Lo que no me esperaba era encontrarme con una moto y un equipo tan bueno, y estar tan cerca de la cabeza desde un principio. La primera carrera fue en Turquía y me lo pasé muy bien, y la verdad es que necesitaba esto. En solo un mes mi película ha cambiado por completo.
¿Qué falló este año?
Es difícil de explicar. A veces preparas las cosas con mucha ilusión y por muchas razones no salen. Este año teníamos una Kalex, que era la moto con la que yo quería correr, pero había cosas que fallaban. Cuando ves que luchas y no hay soluciones, entras en un callejón sin salida y ya es una cadena. Los resultados no llegan y se empieza a crear una atmosfera muy negativa, que solo se podría solucionar con muchas ganas y muchos cojones. Pero es algo que no puede hacer uno solo, es necesario tener al equipo de tu lado y que empuje en el mismo sentido que tú. En cada carrera pensábamos encontrar una solución pero nunca se dio el caso. Fuimos de más a menos y no podía ser. La única ilusión que tenía era llegar a final de año lo antes posible.
¿Antes de arrancar en Qatar, imaginabas que vivirías un año tan duro?
Yo pensaba que después de los IRTA de Jerez (N. del R. acabó con el 4º mejor tiempo) las cosas iban a ir muy bien, pero lo que realmente había es que esta pista se me da muy bien y se adapta perfectamente a mis cualidades. Con curvas de dejar correr la moto que me gustan y tres frenadas fuertes que son mi especialidad. Hice dos o tres vueltas locas pero era un engaño porque no había ritmo y así ha sido toda la temporada. Me he podido defender medio bien en pistas muy favorables para mí como Jerez o Le Mans, pero para hacer sexto o séptimo tenía que ir por las paredes. Moto2 está en un nivel muy igualado y está claro que si compites así, tarde o temprano terminas haciéndote daño.
¿Cómo has visto el nivel de SBK comparado con el de MotoGP?
Tengo claro qué es cada cosa. El nivel de pilotos de MotoGP está por encima, aunque hay pilotos en SBK que ya han ganado allí y que podrían hacerlo muy bien con una moto oficial. Aquí es más fácil acceder a una moto buena y a un buen equipo. Pero hay que ser realistas y aceptar que MotoGP es el máximo nivel del motociclismo. Aunque nunca será MotoGP, el Mundial de SBK va a crecer porque Dorna sabe cómo hacerlo. Ahora es más fácil dar el salto de un campeonato a otro, porque ambos los lleva Dorna y no te cierras puertas, lo que te da cierta tranquilidad.
¿Has notado también un ambiente diferente en el paddock?
Claro que sí, aquí es más familiar todo. En MotoGP hay mucho glamour, quizás demasiado. El ambiente de SBK es más puro, todos los pilotos se hablan sin problemas y hay amistades entre ellos. Es algo que siempre he echado de menos en MotoGP, donde todo es más cerrado y hay mucho más pique fuera de la pista.
¿Has llegado a SBK para quedarte?
A medio plazo sí. Vamos a estar seguro en 2014 y probablemente en 2015 también. Creo que no lo hemos hecho nada mal en las cuatro carreras de este año y esto ayuda para buscar una buena moto. Ahora tengo un buen material y puedo luchar por ganar, así que debo estar aquí. Siempre podría volver a MotoGP en un futuro si aparece una buena opción. Hacerlo bien aquí me puede abrir puertas que ahora están cerradas en MotoGP. Dar un paso atrás para tomar impulso ya lo hice en su día, aunque a veces no te abre todas las que querrías. En 2010 conseguí mi sueño de ser campeón del mundo, pero al final mi situación no cambió mucho porque en 2011 volví a MotoGP con una estructura satélite y las cosas fueron mucho peor. Pero volvería a hacerlo sin duda.
¿Si ganas el título de SBK, lo valorarías igual que el de Moto2?
Yo creo que sí. Al final a lo que das valor es a la lucha. Vengo de tres años malosy por fin puedo luchar por estar arriba. Esto es algo que un piloto siempre necesita. Significa que recoges los frutos de todo el trabajo que has hecho a lo largo del año lo mejor que has podido.
¿Poco a poco el Mundial de SBK va calando en la afición española?
La verdad que está costando. Ha habido pilotos muy importantes aquí, como Rubén Xaus y Joan Lascorz, y por último Carlos Checa, que han hecho mucho por el Mundial de SBK en España. Espero aportar mi granito de arena y que podamos seguir creciendo. Nos falta tener algo más de cobertura en los medios, aunque ya con Dorna y TVE se ha ganado mucha visibilidad. Y esto es fundamental, porque cuanta más presencia haya en los medios, más interés de los aficionados. En Jerez se ha acercado mucha más gente que a otras carreras de SBK en España. La otra clave es que lleguen más pilotos españoles al campeonato y es otra cosa que Dorna podría promocionar, ayudando a equipos para que se animen a competir aquí. SBK es una opción que deberían contemplar muy seriamente los pilotos, porque siempre dicen que en MotoGP hay demasiados españoles.
Llegas tú y se va Checa…
Me da un poco de pena porque me hubiera gustado coincidir con él al menos un año. A lo mejor la gente no lo sabe, pero Carlos me ayudó en el pasado a entrar en el Mundial de 125 cc en 1999. Me consiguió una moto para hacer un wild card en la última cita del año en Valencia y su mánager Alberto Vergani puso 12.000 euros. En aquel GP conseguí mis dos primeros puntos y al año siguiente pude hacer todo el campeonato. Tengo mucho que agradecer a Carlos y aunque hemos coincidido después, me hubiera gustado correr más con él. Es un piloto que ha hecho mucho por el motociclismo y aunque tardío ha tenido un premio merecido, ser campeón del mundo de SBK. Solo por eso ya es para irse tranquilo a casa. Seguro que cuando se recupere solo tendrá que levantar un dedo para probar la moto que quiera y matar el gusanillo. Apuesto a que no tardaremos mucho en verle de nuevo por los boxes. Con el carisma que tiene lo veo de responsable de algo importante aquí.