Loris Capirossi: Ha sido como un sueño

Tras 22 años en el Mundial de MotoGP, Loris Capirossi se retira. Repasamos con él su trayectoria y los cambios del campeonato.

José G. Maroto Fotos: Gold & Goose

Loris Capirossi: Ha sido como un sueño
Loris Capirossi: Ha sido como un sueño

El de Valencia fue el último Gran Premio de Loris Capirossi como piloto del Mundial. Desde que debutara en el campeonato ganando el título de 125 a la primera han pasado 22 temporadas, y en ese tiempo ha logrado ganar dos títulos más, 99 podios y como él dice en esta entrevista, siempre ha sido protagonista. Pero con 38 años ha creído que ya era el momento de dejarlo.

Ofertas para seguir no le faltaban, tanto con una CRT como en el Mundial de Superbike, pero Loris ha creído que su momento había llegado. Le hubiera gustado un fi nal diferente porque la pérdida de Marco Simoncelli con el que compartía mánager le ha afectado muchísimo, pero las carreras son así y siempre suceden cosas que no se pueden controlar. Aunque todavía no está defi nido, Capirossi seguirá en las carreras como asesor de seguridad de Dorna.

Veintidós años en el Mundial… ¿Son muchos años?

«Sí, son efectivamente muchísimos años y en todo este tiempo he tenido momentos bellísimos y momentos más difí ciles, pero de cualquier modo he tenido una carrera llena de satisfacciones. Debo decir que, para bien o para mal, he conseguido mantenerme durante todos estos años como protagonista. He tenido la suerte de correr en óptimos equipos, siempre he tenido motos competitivas, por lo tanto me considero una persona muy afortunada, porque en mi vida he podido hacer lo que más amaba y por esto estoy orgulloso y contento. En estos años me he hecho hombre y he aprendido muchísimo, también a perder… Pero hemos llegado al fi nal de esta fábula, que solo se ha visto empañada por la pérdida de Marco Simoncelli en Malasia. Quitando lo de Marco, el resto ha sido como un cuento y desde que era un niño siempre he estado entrenando y montando en moto. Tengo 38 años, así que hace 34 que monto en moto… Creo que son unos cuantos. En todo este tiempo nunca he perdido el entusiasmo y las ganas, pero tras valorarlo, está claro que siempre llega el momento en el que hay que terminar. Pienso que este es el momento justo de hacerlo. Ya no soy un chaval, hay muchos pilotos jóvenes, siempre es más difí cil conseguir una moto competitiva… Estoy contento de la decisión que he tomado. Lo más difícil llegará después de Valencia, cuando todos comenzarán a probar las motos nuevas y yo estaré en casa. Pero también el año que viene en Sepang, he estado allí en los últimos 20 años, por lo que será un poco difícil».

¿Cómo fue el último Gran Premio en Valencia?

«Muy difícil. Más que por ser mi última carrera por no tener a Marco con nosotros. Fue un peso enorme correr con su dorsal y en carrera hice todo lo que pude para honrarle. Marco se merecía mucho más de lo que ha obtenido y estoy contento de poder haber hecho mi última carrera con el 58, porque corrió junto a mí. Muchos amigos vinieron a ver la carrera, Honda me regaló la moto con la que gané mi primer título en 125… Todo fue muy bonito pero a la vez muy triste. Quiero dar las gracias al equipo y a Paolo Campinoti por esta oportunidad que me han dado este año, aunque las cosas no hayan salido muy bien. Pero no ha sido todo por nosotros, he sido más un problema en general de todas las Ducati que no son competitivas y nos ha hecho sudar a todos un poco».

Tenías preparado un regalo de todas las fábricas que te dejaban probar las 800 de esta temporada. Al final lo cancelaste…

«Sí, no tengo ganas de festejar nada después de la pérdida de Marco. Era solo por mi placer personal y todos las fábricas lo aceptaron, por eso les doy las gracias».

¿Cuando debutaste por primera vez en el Mundial te esperabas correr durante tantos años?

«No, en absoluto. Para ser sincero mi carrera podría haber sido mucho más corta, porque en el ’97 estuve verdaderamente cerca de dejarlo todo, por lo que solo habría durado ocho años. Pero luego he estado otros 14 años… Pero estar aquí tanto tiempo es algo que no hubiera imaginado y es una satisfacción porque he conseguido unos cuantos records. Soy el piloto que más carreras ha disputado con diferencia, antes de mí estaba Alex Barros creo que con 278 o algo así y yo 328… Entre mi primera victoria y la última han pasado 17 años… Estoy contento. Pero como he dicho debo dar gracias a este mundo porque ha sido mi vida y me ha dado muchas cosas».

Si tuvieras que escoger los tres momentos más bonitos y los más duros…

«El momento más bonito fue cuando gané mi primer Mundial en Phillip Island en 1990, seguramente mi primera victoria con Ducati en Barcelona y también volver a la victoria en el Mundial de 1998… pero en una carrera tan larga como la mía con 99 podios, ha habido muchos momentos bonitos. Además, este tipo de cosas las disfrutas más cuando pasa el tiempo. En el momento si terminaba una carrera segundo estaba muy enfadado porque creía que podría haber ganado, pero ahora los recuerdo también como bonitos… El recuerdo más duro sin duda la pérdida de Marco en Sepang, además todavía está muy reciente. Después ha sido el año 1997 que fue dificilísimo. También las lesiones, como la de Phillip Island de 2005 o este año en Assen. Ahí fue donde he comenzado a pensar en dejar de ser piloto».

Barcelona 2006 también fue complicado, porque sin esa caída el título en MotoGP habría estado más cerca, ¿no?

«Sí, pero afortunadamente las carreras son siempre así y cuando crees que tienes algo hecho siempre hay algo que puede cambiarlo todo. Ese año fue muy bueno, pero por varios motivos no pude ganar. Aunque no sé si de cualquier modo lo habría conseguido… Como he dicho las carreras son así».

También has pilotado para casi todas las marcas y motos diferentes…

«Prácticamente menos la Kawasaki he llevado todas las motos. Desde que empecé he pasado por Honda, Gilera, Aprilia, Ducati, Suzuki, Yamaha… prácticamente todas las que había».

¿Y cuál es tu preferida?

«Sin duda la 500, esa es la moto que más me ha hecho disfrutar de todas. Y todavía hoy las echo de menos. Yo siempre he sido contrario a la electrónica y en este momento tenemos un nivel de electrónica exagerado. Pero hoy sin una buena electrónica es difícil ir fuerte. Aunque espero que en un par de años técnicamente algo pueda cambiar. Sería bonito volver a ver un motociclismo más combativo de lo que hay ahora. MotoGP se ha convertido en una categoría difí cil y la competición, más que entre pilotos es entre las fábricas. Sin una moto competitiva es imposible estar delante. Por eso en el futuro espero ver mejores carreras».

¿A qué se debe todo esto, solo a la electrónica, los neumáticos…?

«Pienso que hay muchas cosas que cambiar. Las motos tienen unos costes estratosféricos y espero que en breve podamos ver un Mundial más bonito».

¿Qué es lo que más ha cambiado en todos estos años?

«Desde dentro es difí cil darse cuenta pero si piensas cómo se desarrollaba un Gran Premio en 1990 y cómo se desarrolla ahora es totalmente diferente. En el 90 llegaba a las carreras conduciendo mi coche con Fausto Gresini el jueves por la tarde. Veíamos a los cuatro mecánicos que formaban el equipo, el box era una carpa y eso era todo. Nada de telemetría, no había ni ordenadores… Entrabas en el box te tocaban las suspensiones un poco y a darle al gas… No había hospitalities, comíamos bocadillos o lo que fuera. No había casi periodistas… Era todo muy diferente. El domingo terminaba la carrera y de vuelta a casa en el coche. Así eran las carreras entonces y ya era campeón del mundo… Ahora todo es diferente, hay hospitalities de dos pisos, todos tenemos un “motorhome” a cual más grande… Desde un punto de vista económico ha mejorado, aunque ahora la situación es complicada también en ese aspecto. Hay más dinero y más intereses, por eso se ha profesionalizado todo un poco más».

¿Crees que se ha perdido un poco el espíritu del deporte en sí?

«Yo personalmente me divertía igual en el año 90 que ahora. Para mí lo importante es divertirse en la moto, los aficionados siguen igual… Pero no hay tanta relación entre los pilotos como había antes. Todo es más frío».

En estos años habrás hecho muchos amigos y rivales. ¿Quién ha sido el más duro y quiénes son tus mejores amigos?

«Rivales he tenido muchos en mi carrera. El primero fue Romboni, porque comenzamos juntos en un trofeo monomarca, luego ha hecho el Europeo de 125 conmigo, hemos ido al Mundial juntos, hemos tenido muchas buenas peleas con adelantamientos increíbles, unas veces ganaba él otras yo, pero fuera de la pista éramos amigos. Antes no había toda esta rivalidad porque no había periodistas para crear la rivalidad. Podías dar un hachazo en la pista a 250 km/h pero terminaba la carrera y ahí se acababa el juego. El primero en el Mundial de 125 fue Gresini, luego con Romboni, Cadalora, luego claramente Biaggi… Pero con el que más veces he combatido ha sido con Valentino. Llegó en el año 97 y desde la temporada siguiente en 250 hasta ahora en MotoGP hemos coincidido muchas veces y hemos tenido grandísimas batallas. Pero somos amigos. También tengo una relación óptima con Alex Barros y Sete Gibernau. Porque soy amigo de Valentino pero fuera de las carreras no quedamos a menudo, con Barros y Sete es diferente. A Sete le conocí en el Superprestigio del año 93 en España y siempre hemos sido amigos. Nos vemos bastante él viene a mi casa y yo a la suya…».

¿El mejor piloto que has visto en estos años?

«He visto muchos pilotos buenos, pero el más completo en todo sin ninguna duda ha sido Valentino».

¿Y ahora qué planes tienes?

«No lo sé seguro. Mi hijo Riccardo está creciendo y me gustaría darle un hermanito… No lo sé, pero seguramente puede que siga vinculado a este mundo. Ya se verá».