No me llega la memoria para recordar desde cuándo voy en moto, y de cuántas salidas he hecho con esta gente, y solo tengo 35. Años llevamos recorriendo las sinuosas carreteras de nuestra larga red de comarcales. Siempre saliendo desde nuestro pequeño pueblo, Piera, hemos recorrido toda España. Pero llega un momento en la vida de todo motero en el que quieres más.
Eso les pasó en el 98 a mis amigos cuando decidieron liarse a correr las 24 Horas: hicieron cinco ediciones no consecutivas hasta que la crisis obligó a parar en 2007. En 2013, después de años de no poder disfrutar de aquellas salidas domingueras ‘de las de antes’, el Equipo Piera 24 Horas se volvió a juntar en la fiesta del Exilio Motero A.M. y decidimos volver a preparar la carrera de resistencia en motocicleta más importante de la península, las 24 Horas de Montmeló 2014. Después de Pingüinos, se ha convertido en nuestra segunda concentración a la que no podemos faltar.
Los ingredientes para que esto salga de rechupete son: cuatro carbonillas moteros, ocho rubias fresquitas, la CBR de 2003 de uno de nosotros, 25 amigos que les molen las motos, y, lo más difícil, reunir lo justo para inscripción, ruedas, gasolina y, si sobra, comida…
Y la verdad es que en 2014 salió de coña. Este buen resultado nos dio ánimos para esta edición 2015, además nos facilitó el trabajo para la búsqueda de empresas que crean en nuestro sueño.
Para 2015 se nos ocurrió ampliar la receta: le metimos dos CBR 600RR de 2005, más rubias fresquitas, una joven piloto que nos hizo romper el récord de precocidad de la prueba, 25 amigos más y un nombre con gancho.
Aparte de la diversión, tenemos otros objetivos en mente. Uno, el principal, es hacer todo el ruido posible para levantar el mundo de la resistencia en un país motero como el nuestro donde la parrilla da pena. De 50 motos casi 40 son extranjeras.
La segunda moto la utilizaríamos para que otros moteros supieran lo que son las carreras de resistencia y sentir en sus carnes lo que es la tensión continuada, el espíritu de equipo, las broncas, que un francés con una «mil» te saque de la pista…, lo que son las carreras, vamos.
La más joven
Lo del récord de precocidad nos vino de casualidad: el día de la reapertura del Circuito de Castellolí coincidimos con Noelia Chaves, una joven piloto de 16 años que, por motivos económicos, no había podido ir al europeo. Le comentamos el tema y que podría servirnos a las dos partes. Ella sería la chica más joven en correr unas 24 Horas, le daría mínimo unas cuantas entrevistas a ella y una buena publicidad al equipo.
Ahora sólo faltaba preparar las dos motos para las carreras, gestionar la logística de 50 personas (comida, alojamiento, necesidades), preparar la organización del equipo (dirección, prensa, cronos, mecánicos, cocineros), mover todo el material hasta el circuito, encontrar suficientes patrocinadores para llegar al presupuesto mínimo… y poca cosa más.
Como el año pasado nos repartimos los “departamentos" entre los tres, con fuerza y ¡al toro! David se encargó de gestionar el tema de hacer el dosier del equipo y de entrevistarse con las empresas que mostraban interés en el proyecto, además de gestionar el «merchandising» del equipo.
Un buen comienzo fue la noticia que la autoescuela que nos patrocinó en el 2014, había hecho una asociación, de nombre Motogrup, con otras escuelas para promocionar los carnés de motocicleta y este año nos doblaría la aportación. Nos pidió si el equipo podía llevar el nombre de la asociación. Debido a que confió en nosotros al primer intento, aceptamos sin problemas y colocamos su logo en un lugar adecuado en la moto y en los monos.
Arcadi y yo mayoritariamente nos ocupamos de gestionar al personal del equipo y de preparar las motos. Esto fue a mi parecer lo más duro. Para combinar trabajo, familia y meterle horas a la moto tienes que sacar ratos donde no los hay. Al final hacíamos todo lo que podíamos los lunes y miércoles de ocho de la noche a las tres de la madrugada.
En muchos aspectos la experiencia del año anterior nos ha servido para mejorar las cosas que no fueron del todo bien y para adaptar truquillos que pillas de aquí y de allí. Dado que algunos del equipo son Bomberos, pedimos al departamento de Bomberos de la Generalitat que nos dejara llevar su nombre y logo en la moto. Aceptaron sin problemas.
Preparativos
Con todo los días iban pasando, las motos iban cogiendo forma y empezaron a llegar los primeros resultados y acontecimientos de presentaciones. Se estuvo en la feria principal de la localidad, El Sant Crist de Piera, en Construmat, y en otros eventos varios. Cualquier sitio es válido para darnos a conocer.
Conseguimos que Ciudad del Motor de la comarca de l'Anoia nos facilitase las instalaciones para la presentación del equipo en el Campus Motor de l’Anoia y unas vueltas de exhibición en el Parc Motor de Castellolí.
De todo lo que íbamos haciendo, le encargamos a una amiga que hiciera de responsable de prensa y fuese dando buena cuenta de todos los periódicos y televisiones locales. A dos semanas de la carrera, se decoró la moto con los patrocinadores y conforme se iba acercando la fecha iba saliendo más gente que colaboraba con nosotros. El tema del «merchandising» este año ha funcionado muy bien, hemos vendido muchas más camisetas de las que teníamos previstas y eso ha ayudado mucho al resultado final.
Sin darnos cuenta, se nos plantó la semana de la carrera encima. El miércoles antes de la carrera, entre varios cogimos todo el material que hace falta para el box e hicimos camino hacia el circuito de Montmeló.
El jueves llevamos las motos con sus recambios y seguimos montando el box. Hay que tener en cuenta: tomas de aire, de agua, conexiones de antena para ver el circuito cerrado de TV del circuito, mangueras, cables de alargo y un largo etcétera.
La hora de la verdad
Ya estamos a viernes por la mañana y toca verificación de piloto y de las motos. Para los que os animéis a venir os digo que reviséis bien las etiquetas de tela de los cascos, dos pilotos tuvieron problemas con la verificación de los suyos porque el tinte de las etiquetas se borra en poco tiempo de uso, un casco con menos de un año ya tiene la etiqueta borrada y no se puede verificar que cumpla la normativa. Y hablo de cascos de marcas buenas y caras, así que ojo con eso. En cuanto a la verificación de las motos, no hubo ningún problema, seguimos el reglamento a rajatabla.
Por la tarde y la noche se hacen los entrenamientos cronometrados. Y, a vueltas con lo del año pasado, dos pilotos no llegaban al tiempo mínimo exigido... Se quedaban a un segundo del tiempo. El sábado por la mañana se buscó una puesta a punto más adecuada de suspensiones y los dos superaron el tiempo.
Después del warm up del sábado toca la primera comida con todo el equipo completo. Este año llevábamos más preparada la organización de la gente. Los que harían de crono, los mecánicos, los fisios etc., así como los horarios de trabajo y de descanso. Manel, un buen amigo con experiencia en carreras echó una mano con sus consejos a Montse, la jefa de equipo.
Un momento muy emocionante es el del pit walk previo a la carrera. Esto es: abren el pit lane, donde entran la motos a cambiar las ruedas o poner gasolina, al público en general. De manera que pasan cientos de personas haciéndote fotos, preguntando dudas, etc. Las televisiones locales, del circuito y, por qué no decirlo, la televisión Autonómica de Cataluña vinieron a hacernos entrevistas. Es un momento que agradecemos de todo corazón puesto que dan visibilidad a nuestro proyecto y publicidad a nuestros patrocinadores. Tal y como se abre el pit lane a las 13 horas, se cierra a las 14, y en un momento te encuentras encima de la moto camino de la salida de la carrera.
¡Salida!
El momento llegó y este año me tocó hacer la salida a mí. Impresiona mucho ver 50 motos alineadas en espiga preparadas para salir de golpe dando gas a saco. La tensión que se ha ido instalando durante todo el día pensando en ese momento se va diluyendo en los 10 minutos que pasas a 40 grados a pleno sol, vestido con todo y con ganas de ir al baño mientras esperas que el dicharachero speaker dé la salida de una puñetera vez.
Y en esto que ¡pam! Se baja la bandera y sales corriendo los 12 metros de pista, te subes a la moto, arrancas, primera y gas. No salí del todo mal, pero aun así veía cómo me iba metiendo en el enjambre de motos. Os lo confieso, al llegar a la primera curva, ¡me acojoné bien! Iba frenando perfecto, sin apurar ni nada pero el resto de motos a mi izquierda iban muy lentas y me estaba metiendo en mitad del grupo. Así que pensé en el resto del equipo que estaban en el box y en si por meterme ahí me tiraban… Todo el trabajo del año se va al garete, así que frené un poco más de manera que me quedé sobre el 40 o así.
Suerte de eso porque, ocho curvas después, en la curva de La Caixa, un toque entre dos pilotos con demasiada impaciencia se llevó por delante el sueño de 5 equipos. ¡Yo hubiese estado allí!.
Durante la primera hora cayeron algunas motos más. Este 2015, no sé por qué motivo el nivel de los participantes era superior y el respeto de algún equipo francés de 1000 por las 600… inexistente. Creemos que fue el mismo piloto el que nos sacó las dos motos fuera de pista, una en entrenamientos y otra en carrera. Parecía que sin consecuencias graves. Digo parecía porque por la noche descubrimos que se había dañado la instalación de las luces de la segunda moto: eso les hizo perder mucho tiempo el domingo de madrugada.
Con mucho esfuerzo y cansancio llegamos a la mañana del domingo. Los fisioterapeutas, con Floren a la cabeza hicieron horas extra con los músculos de los pilotos, pero con la niña el tema era complicado: a media mañana del domingo no podía casi andar. Así que modificamos los horarios para que su turno fuera más corto y así pudo acabar la competición.
Final feliz
La última hora de la carrera en teoría ya está todo el pescado vendido así que es una hora tranquila. A las tres de la tarde banderazo de llegada para todos. ¡Lo hemos logrado! Un grupo de amigos ha conseguido montar DOS equipos de competición y han acabado las 24 horas de resistencia enteras.
En la vuelta de honor los comisarios de pista nos saludaron como campeones, y no tenemos reparos en parar a devolverles el saludo. Sé que otros lo han hecho antes, pero para nosotros ir a las carreras y vivirlas desde dentro es una experiencia impresionante que todo motero debería vivir.
No hace falta ser el piloto, lo bonito de esto es que a quien le gustan las motos y los domingos mira o miraba las carreras, solo estar en el box es una experiencia espectacular. El ambiente de un equipo compuesto por colegas es diferente de uno profesional, aquí cada uno es imprescindible, cada uno de los componentes de este equipo son una pieza clave para que la cosa funcione y cada uno de los cincuenta lo vive intensamente. Ese es el espíritu que nos da fuerza para aguantar hasta las tres de la mañana de un diciembre cualquiera preparando las motos del equipo, o para no plegar cuando las cosas no pintan bien.
El presupuesto no es exagerado si tu objetivo es disfrutar compitiendo y en una carrera de resistencia no tienes que marcar el tiempo de Valentino. Desde estas líneas animamos a todos los que quieran intentarlo a que lo hagan sin dudarlo. En nuestra página de Facebook ‘Equip Piera 24 horas’ responderemos cualquier duda que tengáis.
Asi que moteras y moteros, si venís al Circuit, ¡nos veremos en 2016!