El agua como punto débil de Maverick Viñales

Los números en mojado del líder de MotoGP son realmente preocupantes.

Nacho González

El agua como punto débil de Maverick Viñales
El agua como punto débil de Maverick Viñales

No quería correr. Moto3 y Moto2 habían transcurrido con el beneplácito del cielo de Qatar, que parecía burlarse del destino –de su destino- cuando se abrió para gotear como un grifo mal cerrado. Nada que ver con la torrencial lluvia que anegó Losail el día anterior, pero suficiente como para amenazar su evidente superioridad en seco.

Completó la vuelta de formación al lado de Valentino Rossi, que le hizo ver mediante gestos que la pista no estaba tan mal, que era viable salir. Pero Maverick Viñales no lo veía nada claro. Todo lo que no fuesen las condiciones normales de carrera complicaban su papeleta, y la posibilidad de la lluvia todavía más, hasta en el circuito en el que siempre había estado a salvo de esa amenaza.

Por suerte para él, aquello quedó en una anécdota. El cielo dio tregua y el circuito fue recuperando la normalidad. Viñales supo mantener la calma pese a perder posiciones, y con el paso de las vueltas retornó la confianza de los test y los libres: la pista tendía a la normalidad, y la normalidad es una total simbiosis entre el 25 y su M1, sin titubeo ninguno. Así acabó la carrera. Sin más sobresaltos: victoria y liderato.

Nada como 25 puntos para hacer olvidar ese momento. El titubeo surgido ante la presencia de lluvia. Un territorio al que todavía no se ha enfrentado con Yamaha, pero que el año pasado ya tuvo una importancia capital en el desarrollo de la temporada de MotoGP, y que él con Suzuki no negoció precisamente bien: de las cuatro carreras que hubo en mojado, su mejor resultado fue el sexto puesto en Malasia, a casi 23 segundos del ganador. En Assen y Brno fue noveno, y en Sachsenring duodécimo.

Dado que los resultados de Aleix Espargaró en dichas carreras fueron incluso peores, cabe preguntarse si se trata de un problema endémico de la Suzuki GSX-RR, o si es algo intrínseco del propio Maverick. Buceando –nunca mejor dicho- en sus resultados en mojado desde su llegada al mundial en 2011, se encuentra la respuesta: a Viñales no le gusta un pelo el agua.

18 carreras en agua, ni una sola victoria. El único podio, con la Moto2, cuando entró segundo en Assen a apenas tres décimas del especialista Anthony West. Salvo eso, el único resultado decente fue el cuarto puesto en Brno 2012 cuando militaba en Moto3 y cruzó la línea de meta a seis segundos del ganador, Jonas Folger.

Las otras 16 experiencias han rozado la categoría de desastre –siempre ponderando sobre su gran rendimiento en seco, por supuesto-. Siempre muy lejos del ganador, ya sea con la Aprilia de 125cc, la FTR Honda o la KTM de Moto3, o la Suzuki de MotoGP.

Estas son las 18 carreras en mojado de Maverick Viñales:

WET RACES MAVERICK VIÑALES
Categoría Año Gran Premio Posición (Distancia al ganador)
MotoGP 2016 Malasia 6º ( 22.932)
MotoGP 2016 Rep. Checa 9º ( 24.581)
MotoGP 2016 Alemania 12º ( 42.158)
MotoGP 2016 TT Assen 9º ( 26.148)
MotoGP 2015 Japón Retirada
MotoGP 2015 Gran Bretaña 11º ( 44.776)
Moto2 2014 TT Assen 2º ( 0.318)
Moto3 2012 Valencia 8º ( 18.495)
Moto3 2012 Rep. Checa 4º ( 6.091)
Moto3 2012 Alemania 17º ( 1?11.122)
Moto3 2012 Francia Retirada
125cc 2011 Australia 8º ( 35.635)
125cc 2011 Gran Bretaña Retirada
125cc 2011 España Retirada

18 carreras, precisamente, las que conforman el calendario actual de MotoGP. Pues bien, si se sumasen los resultados de sus 18 carreras en agua, alcanzaría la pírrica cifra de 82 puntos; cuando en cinco de sus seis temporadas en el mundial ha superado la barrera de los 200 puntos, llegando a 323 en el año 2013, el de su título de Moto3. Casualmente, el único año en su trayectoria mundialista en el que no tuvo que enfrentarse a ninguna carrera en mojado.

En seco ha ganado una de cada cinco carreras disputadas (18/90), con un porcentaje de podios cercano al 50% (44/90). En mojado apenas supera el 5% (1/18). Aquel podio con la Kalex, la única moto con la que hasta ahora se ha entendido sobre el agua.

Es lógico que no quisiera correr en Qatar, pero en el futuro eso no será una opción. Puede que sea Argentina –la previsión meteorológica no es nada halagüeña-, o puede que sea más adelante, pero tarde o temprano Maverick Viñales tendrá que enfrentarse a la que de momento es su gran incógnita en Yamaha: la lluvia.