Franco Morbidelli se ha proclamado campeón del mundo de Moto2 2017 en el Gran Premio de Malasia. El italo-brasileño de 22 años ha sido el mejor durante toda la temporada y así lo ha certificado de forma matemática, logrando su primer título mundial y el segundo gran título de su vida tras el Europeo de Superstock 600 en 2013.
Con el salto a MotoGP de algunos de los pilotos más fuertes de la categoría (Johann Zarco, Álex Rins, Sam Lowes y Jonas Folger), el joven piloto italiano ya se postulaba como uno de los candidatos a llenar el vacío de poder, colgándose el cartel de favorito con sus tiempos de pretemporada y reiterando esa sensación con un inicio de campaña totalmente intachable.
Al igual que Maverick Viñales en MotoGP y Joan Mir en Moto3 –este último a la postre campeón-, Morbidelli empezó de forma inmejorable imponiéndose en la cita inaugural de Qatar con más de dos segundos de ventaja sobre sus perseguidores; y repitiendo victoria en Argentina de nuevo con margen sobre el segundo clasificado tras la caída de Álex Márquez.
A diferencia de Viñales y Mir, que fallaron en Austin, Morbidelli elevó a tres su racha inicial al hacerse con el triunfo en Austin, de nuevo con una gran solvencia. Con 75 puntos de 75 posibles empezaba a asustar a sus rivales, pero uno le seguía de cerca: el suizo Thomas Luthi, que a base de regularidad y de aprovechar los errores de los pilotos más rápidos, contaba esas tres carreras por presencias en el podio: segundo en Qatar y Américas y tercero en Argentina.
La caída de Jerez cuando lideraba le hizo ver que, pese a su manifiesta superioridad sobre sus rivales, la temporada no iba a resultar un camino de rosas. Sin embargo, no se inmutó y en Francia volvió a ganar y volvió a hacerlo con contundencia. Cinco carreras, cuatro victorias en solitario. Pese a que quedaba mucha temporada por delante, en sus adversarios empezaba a quedar implantada la idea de estar a merced de los posibles errores de ‘Morbido’.
Sin embargo, sí estuvo más dubitativo en las dos carreras siguientes: en Mugello no pudo brillar ante los suyos y sólo pudo ser cuarto; y en Catalunya le fue peor, acabando muy lejos de los primeros en una sexta posición que se transformaría en quinta con la postrera sanción a su compatriota Mattia Pasini; cuya descalificación venía mejor a Luthi, que había sido tercero.
Dos carreras malas y volvieron las dudas… entre el público. Morbidelli siguió impertérrito y, en Assen, vivió dos de los momentos clave de su temporada: primero anunció su salto a MotoGP para la temporada 2018 con el mismo Estrella Galicia 0,0 Marc VDS y, una vez quitada esa espina, demostró que no solamente sabía vencer en solitario gestionando una ventaja.
En la Catedral se hizo con la que seguramente haya sido su mejor triunfo, resolviendo en un grupo de seis pilotos que llegó unido hasta el final y batiendo por 158 milésimas a Luthi, que empezaba a convertirse en su sombra en la general.
Para colmo, se fue de vacaciones de verano venciendo en Sachsenring en un trepidante mano a mano con Miguel Oliveira, lo que unido a las caídas de Luthi y Álex Márquez le permitía llegar al parón veraniego con 34 puntos sobre el suizo.
Por el contrario, el retorno del descanso estival no fue tan halagüeño: en Brno, una bandera roja cambiaba el signo de la carrera, con Luthi logrando su primer triunfo del año y ‘Franky’ rescatando un octavo puesto y gracias. Pero, una vez más, respondió a un varapalo con una victoria, triunfando en Austria ante su compañero Márquez en el primer doblete del Estrella Galicia 0,0 Marc VDS.
Silverstone fue el primer escenario de todo 2017 que le vio subir al podio sin que fuese a lo más alto. Su tercera posición tras Takaaki Nakagami y Mattia Pasini le permitía alejar ligeramente a Thomas Luthi, pero en Misano todo se torció. No acabó la carrera y sólo Dominique Aegerter pudo con el helvético… provisionalmente.
Una vez más, respondió a un fiasco con 25 puntos. El octavo triunfo llegó en Aragón, donde venció una bonita lucha ante Pasini que le permitía coger aire de cara a la gira asiática; que comenzó con un pobre octavo puesto en Japón… pero tres puestos por delante de Luthi, que aun así salía más cerca del italiano por la descalificación de Aegerter de Misano que le daba la victoria en diferido.
La emoción llegaba intacta a Australia, donde Luthi falló. Lastrado por una caída en entrenos sólo pudo ser décimo, mientras que Morbidelli acababa tercero por detrás de las KTM de Miguel Oliveira y Brad Binder, elevando su ventaja a 29 puntos. Es decir, dependiendo de sí mismo para ser campeón en Malasia.
Y así ha sido… Se hizo con la pole el sábado, lo que unido a la caída y lesión de Thomas Luthi en los entrenamientos cronometradas (el suizo se fracturó el astrágalo de su tobillo izquierdo), ha convertido a Franco Morbidelli en campeón del mundo de Moto2 antes incluso de correr el GP de Malasia. No es la mejor manera de ganar un título, pero es un más que merecido campeón.