Décimo en meta, perdiendo el mano a mano con Héctor Barberá y a 24 segundos del ganador, Andrea Dovizioso. Un resultado que Maverick Viñales considera un drama: “Vengo de ganar y de hacer segundo a punto de ganar y he pasado a hacer el diez. No entiendo nada, no entra en mi cabeza cómo de hacer primero cuando la moto va bien a hacer el diez. Dando mi cien por cien. Es algo que no entiendo”, subraya el español, que no se cree las explicaciones de Michelin, desde donde aseguran que los problemas de las Yamaha vienen por no haber hecho test previos en Montmeló.
“Mira, Cal (Crutchlow) también probó aquí, y ha terminado detrás de mí”, recuerda Viñales, que no comulga con la versión de Michelin: “Y no creo que el nivel de Cal sea para estar el once. Creo que tiene nivel para estar entre los seis primeros, incluso en muchas carreras para luchar por la victoria. Me parece excusa que digan eso, porque en Mugello no probamos nada, en Argentina tampoco, en Austin tampoco. E iba rápido. No tenía el problema con la goma trasera… No sé. No es una cuestión de que uno haya probado y otro no, es cuestión de que todas las motos funcionen. No sé… Es que no sé qué decir, porque el equipo tampoco lo sabe”, reconoce.
Tampoco sabe qué motiva que las dos Yamaha del Tech 3, pilotadas por Johann Zarco y Jonas Folger, hayan estado claramente por delante de las oficiales: “No lo sé. Tienen el chasis 2016, pero yo he probado el 2016 y el 2017, y el 2017 va mucho mejor. Así que no lo sé. Y también teníamos más grip. En Australia con el 2017 teníamos bastante más grip que con el 2016. No sé lo que está pasando, pero no me gusta, no me gusta. Mañana puedo ganar y en la siguiente hacer el quince. No es normal”, insiste.
Reconoce que este resultado le afecta psicológicamente: “Cuando te sientes fuerte, das tu cien por cien y estás el diez afecta siempre, porque realmente no encuentras el por qué a la situación”, admite el líder de MotoGP, que predice qué pasará en los test: “¿Mañana? Primero o segundo, como siempre”, asegura, pese a que durante el fin de semana no han sido capaces de solucionar los problemas:
“Hemos probado un millón de cosas y esta mañana me parecía haber encontrado la llave a hacer un buen resultado. Pero mi problema no era con la goma delantera. Si no llega a ser por la goma delantera hoy hubiera hecho un resultado desastroso, mucho peor de lo que he hecho”, confiesa el de Yamaha, que tiene claro el problema: “Era la goma trasera, en plena recta iba haciendo spinning, hasta en quinta, no avanzaba. Un poco ese problema lo tenía Cal. Hablo de él porque es con quien he rodado y es lo que he visto. Abría gas y la moto no avanzaba”, explica.
Al ser preguntado si cree que ocurre algo extraño, no quiere quedar como el único que se queja: “No lo sé, no lo sé. Es que tampoco quiero quejarme siempre yo, parece que en MotoGP soy el único que me quejo. No es así. Al final no me creo que mi moto vaya bien en Mugello y aquí no, no puede ser. Cuando Yamaha es la moto más estable que he conducido en mi vida. Aquí parecía imposible de pilotar”, asegura el de Rosas.
Insiste en incluir en la lucha por el título a las Ducati en general, y a Andrea Dovizioso en particular: “Yo llevo días diciéndolo, diciendo que lo están haciendo bien y que no hay que olvidarse de ellos. Y lo han demostrado, han ganado dos carreras seguidas, Dovizioso a siete puntos… Es un rival difícil, porque si cogen un buen feeling con la moto después tienen muchos puntos positivos, como es la velocidad punta, así que serán difíciles de batir. Veremos en Assen lo que pasa”, continúa Maverick, que ya tiene pensado un cambio de planes para las próximas carreras:
“Los resultados como el de hoy te obligan a ser agresivo, y a ganar cuando sales a pista, no a conservar o a hacer algunos puntos. Sí que es verdad que puedes ganar todas las carreras que puedas que si luego haces el diez los rivales se te echan encima. Ahora tengo que salir más agresivo que nunca en las siguientes carreras”
Por último, no cree que la situación pueda derivar en una guerra con Michelin que le acabe perjudicando, por una sencilla razón: “Más que hoy no creo que esté perjudicado”, asegura el de Yamaha, que prosigue en su línea: “Tengo que decir algo, no puedo quedarme aquí y decir que no ha pasado nada, la moto va perfecta y estoy el diez. No es así”, exclama.
“Cuando hay problemas hay problemas y hay que decirlo, y la gente también tiene que saber por qué hemos hecho este resultado, no todo es porque nuestra moto no va. A mí no me lo parece, no puede ser que en Le Mans sea la mejor moto del Mundial. En Mugello quizás tendría que haber arriesgado, mirando lo de hoy. Llegamos aquí y, de todas, mi moto es de las que va peor. No es así, no es así. Me siento frustrado por eso”, concluye.
