Lo intentó hasta que cayó la bandera a cuadros, pero finalmente debió conformarse con la segunda plaza. Hablamos de Marc Márquez quien, después de terminar por detrás de Jorge Lorenzo en la última clasificación del año, reconoció ante la prensa que había sido una pole position muy luchada. “Era la última carrera y sabía que sería difícil, pero mal que mal se tiene que caer derrotado. Lo hemos intentado, pero Jorge ha hecho una gran vuelta”, aseguraba.
Márquez fue uno de los grandes protagonistas de la Q2, y no solo por sus cronos, también por el rifirrafe que mantuvo con Andrea Iannone. Así explicaba el de Cervera lo que había sucedido con el italiano: “No es la primera vez que pasa con Iannone, yo venía en vuelta rápida y estaba por ahí en medio que sí, que no. Creo que entraba a su box pero normalmente nos respetamos. Jorge se ha apartado, con Valentino también se ha apartado, pero Iannone no se ha apartado y en ese momento me dieron ganas... (sonrisas), me dieron ganas de decirle cuatro cosas pero dentro del casco no se puede. Bueno, algún chillido dentro del casco ha habido (sonrisas). Cuando te vienes jugando una caída y en vuelta rápida y hay uno que te estorba da rabia, pero es entendible; algún día yo también no veré a alguien y lo estorbaré, pero en el momento ese la 'bulla' te la llevas".
La de la Q2 no fue la única acción suya que generó revuelo en el paddock, pues previamente, en el FP4, el español lanzó una patada a su moto tras irse al suelo. “Si, estaba un poco revolucionado, es la última carrera y aunque no lo parezca estamos ahí sufriendo y tengo que ir muy centrado, apretar a tope para intentar sacarlo porque estamos perdiendo bastante en aceleración, sobre todo en el último parcial, en la entrada en meta. Es un fin de semana que me estoy encontrando bien con una moto y un poquito peor con la otra, no sé porqué, porque al final son iguales. Me he caído con la que me encontraba bien y cuando he visto que no se podría reparar para la calificación pues me he encontrado con ese punto de rabia porque sabía que me tocaría ir con la que no me gustaba tanto, pero bueno, al final ha salido bien".
Polémicas al margen, Márquez, pese a no poder con Lorenzo, aseguró encontrarse en condiciones de luchar contra él. Al menos de intentarlo: “En ritmo sí que estamos más parejos pero será difícil batirlo y seguirle durante toda la carrera. Lo intentaremos un poquito con la misma estrategia del año pasado, intentar seguirlo hasta el final para ver si llegamos con un poquito más de aire y podemos atacar”.
Precisamente la carrera del año pasado volvió a salir a la palestra y lo hizo ‘por culpa’ de un comentario de Valentino Rossi, quien previamente había asegurado que ‘Valencia es un trazado en el que es difícil adelantar’, una tesis algo diferente a la mantenida la temporada pasada. Se interrogó a Márquez sobre esta cuestión, pero el de Honda no quiso entrar al trapo: “Pregúntale a él (risas). Valencia siempre ha sido un trazado difícil de adelantar, estrecho y revirado en el que tienes que tener bastante más que el de delante para poderlo adelantar, pero mañana intentaremos cambiar eso para ver si podemos batir a Jorge. El año pasado me quedé con las ganas".
Carrera para disfrutar
Desde que se proclamó campeón, Márquez ha entrado en una espiral negativa (acumula un cero y un undécimo puesto) de la que espera salir definitivamente mañana: "Desde que soy campeón no llevo muy buena racha pero mañana es la última carrera para disfrutar porque ya la siguiente tendremos la presión de volver a luchar por el campeonato, así que mañana veremos cómo va, porque igual salimos y Jorge está tan inspirado que ya veo que ni intentándolo o arriesgando un poco más puedo y nos tendremos que conformar, pero si hay la mínima posibilidad lo intentaremos".
¿Y qué carrera espera? “Una en la que Jorge sea quien quizás marque un poco la pauta pues es el que está teniendo muy buen ritmo y está siendo muy constante. Después estoy yo, que no estoy lejos, está Viñales que no está del todo lejos y Valentino tampoco se le puede descartar nunca".