Caída en la vuelta 1. “No ha sido la carrera más corta de mi vida porque no cuenta como carrera, pero sí el sprint más corto, solo once curvas. Normalmente las primeras vueltas es uno de mis puntos fuertes. Siempre empujo y casi siempre me sale bien, pero hoy ha salido mal. He empujado en esa curva 11, he derrapado un poco y cuando he vuelto el agarre la he perdido de delante. Error mío. No ha pasado nada del otro mundo”.
¿En esta pista las primeras vueltas eran más críticas que en otro circuito? “No. Igual. Simplemente he entrado con más velocidad en esa curva y he perdido la moto. Tenía que haber entrado más lento y ya está”.
Compromiso con Honda. “Mi compromiso sigue siendo el mismo y es el máximo. Se ha visto en la Q2 que también me he caído, he levantado la moto y he seguido. Tenía a la izquierda la entrada al pit lane y a la derecha otra vuelta de riesgo, y he hecho otra vuelta para colocarme octavo en parrilla”.
Vuelta a la realidad. “Ayer fue un poco como en India. Pero sí que es cierto, que parecía una cosa, porque el límite lo ponía el grip de la pista, hoy la pista ha ido mejorando y van apareciendo otros factores para encontrar el límite. Esta es la única explicación de por qué la última fila de la parrilla están las tres Honda. Ayer estábamos con ritmo muy buenos, hoy todos han bajado un segundo el ritmo y nosotros hemos empezado a sufrir más y estamos lejos. En el sprint, aunque no me hubiera caído, difícilmente habría cogido un punto. Yo creo que habría acabado detrás de Bagnaia, porque he visto los ritmo y mi ritmo era estar con Oliveira”.
¿Y para mañana? “Todo depende del neumático trasero. Alguno se destruye y otros no. Tengo que ver cómo gestionarlo, si poner el blando porque el medio puede ser una opción. Dependemos del neumático trasero, porque como se ha visto hoy a Maverick, baja muchísimo. Y a mí me ha pasado en el FP2, que iba bien y de golpe se ha acabado y rodaba un segundo más lento”.
Cambio en el liderato de MotoGP. “Ya lo dije en Japón y lo repito, Bagnaia está sintiendo la presión de ser el campeón, de estar en el equipo de fábrica y se siente obligado a reeditar el título. Martín no tiene nada a perder, tiene esa liberación, está relajado, le sale todo y si gana bien y sino también. Eso ayuda mucho”.
Más difícil mantenerse que llegar. “Mantenerse cuesta mucho porque tienes muchos más focos, mucha más presión y hacerlo muchos años seguidos es lo que marca la diferencia”.
