Aprovechando que BMW está de centenario su departamento de diseño se ha sacado de la manga un nuevo prototipo que pretende prever cómo podrían ser las motos de “los próximos cien años”. Dejando a un lado los avances tecnológicos que esta portaría, es una concept de lo más curiosa que inspirada en la primera motocicleta bávara, la BMW R23 R32 de 1923, es capaz de crear una imagen neo-retro que parece haber salido de alguna película de ficción que hable de mundos alternativos. Veamos en que consiste, porque os avanzo que ha sido ideada para ser llevada sin casco alguno.
BMW Vision Next 100
Los de Munich han aceptado que el motor de explosión tiene los días contados y, con ello, tendrán que despedirse de la configuración bóxer típica de sus propulsores. No obstante, y para no perder esa seña de identidad, BMW ha dado con una solución en la que unas láminas que se contraen en forma de acordeón imitan la forma de los cilindros enfrentados.
No entran en detalles sobre qué tipo de batería o motor utilizaría, pues eso dependerá siempre del avance tecnológico de la industria, pero sí subrayan que sería una máquina tan segura que no sería necesario utilizar casco.
Evitando cualquier caída por falta de agarre, esta Vision Next 100 incorpora un sistema de equilibrio como el visto en el C-1 de Lit Motors. Es decir, la moto al completo utiliza un sistema de giroscopios para que, incluso ante choques o pérdidas de agarre, se mantenga siempre sobre las dos ruedas y no llegue a contactar con el asfalto. Además sería capaz de anticipar situaciones de riesgo; frenadas de emergencia, vehículos saltándose cedas, semáforos etc…
Esa tarea corre al cargo de un acompañante onmipresente que trabaja de forma continua pero sin influir en la experiencia de conducción.
"Un factor esencial en el diseño de la BMW Motorrad VISION NEXT 100 era que ninguna presencia digital permanente estropeara la experiencia de conducción analógica. El concepto de indicación y manejo actúa de forma tan discreta que el conductor experimenta una forma de movilidad completamente natural y fiable, para que este se sienta muy a gusto y libre en su motocicleta. Como diseñadores de interfaces trabajamos para ofrecer al conductor la cantidad de información justa, en el momento oportuno y el lugar adecuado". Cuenta Holger Hampf, director de Diseño de Experiencias.
Ese asistente se comunica con el piloto a través de unas gafas que además funcionan como proyector de información y paravientos. La información que muestra en pantalla se controla con los movimientos oculares del piloto de forma que, una vez mire en línea recta al frente, no aparezca información alguna para disfrutar al máximo de la conducción. Si, por ejemplo, mira hacia la parte superior, el visor hará la función de retrovisor.
"Su amplia interconexión con los datos del entorno y los sistemas inteligentes que actúan de fondo permiten a la motocicleta conocer el camino a recorrer. Cotejando la información obtenida, el conductor obtiene información sobre la trayectoria ideal, la inclinación o los puntos de peligro".
Ese visor además se infla en la zona cervical para ofrecer mayor protección cervical a altas velocidades. También el traje del piloto será capaz de sentir la temperatura corporal y pulso para y adaptarse a sus necesidades: frío, calor, estrés… además de ser capaz de avisar mediante vibraciones cuando la moto alcanza el límite de inclinación.
Esto, por supuesto, es sólo la teoría y la puesta en práctica podría tardar aún varias décadas.