Ha pasado más de una década desde que vimos la primera versión de la primera y, hasta el momento, única intentona de KTM en la categoría Superbike, la KTM RC8. El protitpo del que surgiría la moto definitiva se presentó ya en 2003, en pleno auge del motociclismo más deportivo, en el Salón de Tokyo. Para KTM fue importante entonces dejar claro que venían con la intención de hacer frente a las superbikes japonesas, de ahí la decisión de presentarse en Tokyo con su primera RC8.
Lo cierto es que la RC8 no se puso oficialmente en marcha hasta 2005, cuando la experiencia de KTM en asfalto era mínima. No tenían el personal necesario, por lo que tuvieron que contratarlo y entrenar a los que ya trabajaban en la factoría de Mattighofen a la vez que desarrollaban la moto. El modelo definitivo se empezó a comercializar en 2008, cuando las ventas de motos deportivas tocaba techo para empezar a caer en picado en lo que supondría la casi desaparición de la categoría Supersport.
Lo cierto es que desde que cesara su producción con la última generación en 2015, se han venido escuchando voces que hablan sobre una nueva deportiva. Rumores, por cierto, que el propio Stefan Pierer se ha encargado de negar una y otra vez aludiendo al excaso interés del mercado en este tipo de motos. De hecho, durante un tiempo, pareció más posible que KTM pusiera a la venta la RC16 que desarrollar toda una nueva superbike, un proyecto que en el pasado se tragó unos 10 millones de euros.
En cualquier caso, la KTM RC8 es una moto muy querida en el centro y norte de Europa y cuenta una fuerte comunidad de aficionados. Es un modelo deseado, añorado, y con la mecánica de la KTM 1290 Super Duke R a su disposición era cuestión de tiempo que apareciera la primera KTM 1290 RC8 R.
KTM 1290 RC8 R, un sueño en los Países Bajos
La máquina que ves en esta página es mucho más que una Super Duke vestida de RC8, es decir, la misma naked pero con el carenado de la RC8. Daan (Daan99999 en Instagram), comenzó por adquirir un chasis original de KTM 1190 RC8 R, pero por delante tendría más de año y medio de trabajo. El primer problema surge al intentar colocar el propulsor de la Super Duke 2018 en el chasis RC: no cabe, por lo que tiene que hacer innumerables modificaciones en el bastidor para hacerle sitio sin comprometerlo.
La horquilla delantera y el basculante trasero proceden también de una 1290 Super Duke R, pero como podrás imaginar, también han sido necesarias varias modifcaciones. Para poder acoplar la horquilla, por ejemplo, Daan tuvo que realizar una nueva tija en CAD, probar con un modelo impreso en 3D para después darle forma a partir de un bloque de aluminio. Todo, por cierto, hecho en su propio garaje durante fines de semana y días libres.
También el carenado que envuelve este cóctel de mecánica austriaca ha sido realizado en casa en fibra de vidrio, dejando sitio a la iluminación de Super Duke que protagoniza el frontal de la moto. Un punto importante este último, puesto que su próxima meta es conseguir los permisos necesarios para poder matricularla y empezar a rodar con ella por las carreteras europeas. A nivel tecnológico, su KTM 1290 RC8 R cuenta con todas las evoluciones que podríamos pedirle a una superbike actual (control de tracción, de lanzamiento, ABS en curva…) puesto que lo hereda de la propia Super Duke.
De momento puedes verla en este vídeo que ha subido su autor a Youtube. A juzgar por las más de 300.000 visualizaciones en un par de semanas y los centenares de comentarios, parece que sí que hay interés en máquinas de este tipo.
