La victoria del SERT fue con una ventaja de seis vueltas, y después de uno de los Bol d’Or más rápidos que se recuerdan. Pese a que aquello casi parecía un GP de 24 horas, al final acabaron todos los favoritos, con la excepción del equipo Monster Yamaha YART. Se trata de la cuarta victoria consecutiva de la escuadra SERT en el Bol d’Or, quien se pone al frente de la clasificación del Mundial de Resistencia después de haber conseguido 35 puntos en la pista de Magny-Cours.
A los mandos de la Suzuki oficial, Vincent Philippe, Anthony Delhalle y Freddie Foray mandaron desde el comienzo de la carrera, y sólo el equipo Kawasaki SRC pudo «toserles» en los inicios de la prueba. La ZX-10R de Julien da Costa, Gregory Leblanc y Olivier Four fue la gran sorpresa (agradable) del fin de semana.
El tercer escalón del podio se decidió tras una lucha sin cuartel entre BMW Motorrad France 99 y Bolliger Team Switzerland Kawasaki. La marca bávara se llevaría el gato al agua haciendo buen uso de la velocidad de Sébastien Gimbert y Erwan Nigon. Lo que supone el primer podio de BMW en el Mundial de Resistencia. La S1000RR fue capaz de superar problemas con los frenos y con el depósito de combustible (lo que obligó a acortar los relevos).
El equipo privado Bolliger, que en 2010 finalizó segundo en el Mundial de Resitencia, ha demostrado una vez más que será uno de los candidatos a la victoria, gracias al buen hacer en la pista de Saiger, Stamm y Tangre.
Hay que resaltar que el podio de la 75 edición del Bol d’Or estuvo formado por tres fabricantes diferentes: Suzuki, Kawasaki y BMW; defendiendo además los colores de tres marcas de neumáticos: Dunlop, Pirelli y Michelin.
La lucha por la quinta plaza se resolvió entre dos Honda, la del glamuroso equipo TT Legends (Plater, McGuinness y Amor), quienes le ganaron la partida a los privados locales de National Motos (Jonchière, de Carolis y Masson).
A continuación vinieron los nuestros: Folch Endurance (Ribalta, Vallcaneras y Chema Rita), por delante de Yamaha GMT 94, donde milita David, el pequeño de los Checa, que en Magny-Cours tuvo menos suerte que su hermano en Assen. Ya que su compañero Foray sufrió una caída al comienzo de la carrera que los hundió en la clasificación.
Ribalta nos decía: «Ha sido una de las carreras más duras de mi vida. El ritmo era absolutamente infernal y la Suzuki se mostró totalmente inalcanzable. Hemos acabado casi todos los punteros, algo extraño en una carrera de 24 horas, y más aún con el ritmo al que se ha rodado. Nuestra moto ha ido muy bien, aunque todavía nos falta algo de puesta a punto y de entrenamiento. Me ha sorprendido mucho la Kawasaki, será una montura a tener en cuenta durante toda la temporada. Nuestras gomas Pirelli se han portado bien. El año pasado 42 era un ritmo para estar en el podio, y ahora se ha rodado en 41 todo el relevo. En la carrera de casa, Albacete, esperamos hacerlo bien, aunque seguro que la competencia será feroz».