¿Quién lo iba a decir? Pero Toseland se ha recuperado en un lugar que parecía poco propicio para ello. Con un Haga demoledor en las sesiones de entrenamientos, un Biaggi que pilota en este trazado con los ojos cerrados –había ganado hasta hoy 7 veces en 13 participaciones- y un Bayliss en un estado de forma bestial, se auguraba un nuevo recorte de estos tres pilotos de la ventaja que el británico les llevaba al frente de la general.
Sin embargo, lo que ocurrió fue todo lo contrario. Toseland ganó y convenció en la primera carrera de Brno y recupera el crédito perdido en las últimas pruebas que le había hecho parecer una presa fácil de Bayliss, Haga y Biaggi.
La carrera
James Toseland salió a por todas. Al término de la primera curva, Biaggi iba primero y el británico se colocaba a su rueda. Por detrás, Haga y Bayliss (1º y 3º en la Superpole) caían algunas posiciones y se las véian y deseaban para contactar con los dos primeros. A mitad de vuelta, Toseland lanzaba un ataque y se colocaba primero, posición que logró mantener durante cinco vueltas. En ese tiempo, Toseland llegó a escaparse abriendo un hueco importante, mientras Biaggi, Haga y Bayliss trataban de no descolgarse. Con Biaggi en plan dominador, Haga y el compañero de Max en Suzuki, Yukio Kagayama comenzaron a recortar tiempo. Todo lo contrario que Bayliss, la auténtica amenaza de Toseland en el Mundial, que veía como su Ducati no caminaba y notaba el aliento de pilotos que, habitualmente, sólo ven al australiano en la parrilla de salida. Primero fue Lanzi quien le pasó, después Rolfo, Fabrizio, Neukirchner, etc. Así, hasta caer a la décima posición, momento en el que un error de Muggeridge en una frenada acabó con las aspiraciones de Bayliss de sumar algún punto. Troy se fue al suelo irremisiblemente y con esta caída no le queda más que seguir remontando si quiere repetir título.
Por delante, Toseland, , era cazado por el grupo perseguidor en la vuelta 5. Su Honda comenzaba a ser presa de problemas de neumáticos, o al menos eso parecía. Toseland se fue hasta la cuarta plaza, superado por Biaggi, Kagayama –en plan kamikaze- y Haga. Parecía que iba a quedarse, pero Toseland supo dominar su moto y aguantar diez vueltas en el grupo. En la vuelta 15 –de las 20 que constaba la carrera- el líder del Mundial abrió gas, se colocó primero y abrió un hueco de poco más de un segundo sobre los dos hombres de Suzuki y el de Yamaha, que se enzarzaron en una pequeña guerra de adelantamientos. A falta de dos vueltas, Max, el “Rey de Brno” trató de recuperar su cetro, estrechando el cerco sobre Toseland y dejando atrás a Kagayama y Haga. Este último, a su vez, sufría de problemas de neumáticos y tampoco era capaz de seguir la estela de su compatriota.
Y así llegaron a la última vuelta. Toseland, primero, Biaggi, casi pegado a su rueda, y Kagayama sin opciones de contactar. Se esperaba, por tanto, un hachazo de Biaggi, un piloto que ha ganado aquí en 7 ocasiones y ha sido podio en otras 10, y que se conoce la montaña rusa de Brno como la palma de su mano. Pero, esta vez, le resultó imposible. Dando una auténtica lección de pilotaje defensivo, Toseland varió todas sus trazadas, tapó huecos y se aprovechó de la excelente aceleración de su Honda para llevarse una inesperada victoria que le hace respirar tranquilo, después de unas últimas pruebas en la que se vio impotente por frenar el ímpetu de sus tres principales perseguidores, especialmente, de Bayliss, el gran damnificado del día. De tener opciones a situarse de líder ha caído hasta la cuarta posición.
Quinto y sexto fueron Michelle Fabrizio y Roberto Rolfo que, a punto, estuvieron de contactar con Haga. A Fabrizio, que en algún momento, rodó más rápido que los hombres de cabeza, se le da muy bien el trazado checo. Aquí logró el año pasado dos podios.
Los españoles
Fonsi Nieto no tuvo suerte. La moto no caminaba y, por si fuera poco, mediada la prueba se le rompió el motor. Tampoco ha sido el mejor día de Xaus. Salía desde muy atrás y, además, eligió un compuesto de neumáticos más duro, al igual que Bayliss, que dado que la temperatura en Brno no era demasiado elevada, no le sirvió para mucho; todo lo contrario, no logró encontrar un buen ritmo de carrera y terminó duodécimo.