El TT de Assen, octava cita de la temporada 2018 de MotoGP, dejó tres grandes carreras en el TT Circuit Assen.
En Moto3 Jorge Martín se llevó una magnífica victoria frente a Arón Canet. En Moto2, Pecco Bagnaia arrasó ante Fabio Quartararo. En MotoGP, Marc Márquez venció una espectacular batalla con Álex Rins segundo.
A lo largo del fin de semana os hemos brindado las crónicas de los entrenamientos y las carreras, así como las declaraciones de los principales protagonistas al término de cada jornada. Hoy cambiamos el punto de vista con las píldoras del GP: Son diez pequeñas dosis, con la velocidad como principio activo, la gasolina como excipiente y sin efectos secundarios descritos. Posología al gusto, aunque se recomienda tomar todas de golpe.
PÍLDORAS MOTO3
El piloto-espectador
La de Assen es la mejor victoria que ha logrado Jorge Martín en el Mundial. Por el cuándo y, sobre todo, por el cómo. El cuándo no se refiere al 1 de julio, sino al momento de la carrera, que ya parecía predestinada a dirimirse en el quinteto que él mismo había creado con su tirón inicial, donde no buscaba escaparse sino separar el grano de la paja. Sin embargo, cuando vio cómo sus rivales se miraban, decidió birlares la cartera, sacar tres décimas de ventaja simplemente con la tardanza de la reacción de los otros cuatro, y estirar esa ventaja gracias a que hizo de piloto-espectador: mientras daba el tirón definitivo, vio que el segundo era John McPhee, el que menos ritmo tenía. Dijo: esta es la mía. Es obvio que lo fue.
Ya estamos todos
A comienzos de año, todo el mundo señalaba tres nombres por encima del resto en Moto3. Con Jorge Martín como gran favorito, los que se postulaban como sus grandes rivales eran Arón Canet y Enea Bastianini. En Assen escoltaron al madrileño en el podio, y pese a todos los vaivenes del inicio de curso, los tres llegarán al parón invernal metidos de lleno en la general, que contempla a cinco pilotos en 25 puntos: ellos tres junto a Fabio Di Giannantonio y Marco Bezzecchi. Tanto Arón como Enea han estado desdibujados en algún punto de este inicio de año, pero por fin estamos todos.
Novatada huracanada
La gran revelación del año en Moto3 pagó la novatada. No la de ser rookie en la categoría, que no lo es. Marco Bezzecchi agó la de ser un novato en las lides de la lucha por el título, donde nunca se había visto. Está completando una primera mitad de año formidable, erigiéndose no sólo como gran baza de KTM, sino como contendiente al título de pleno derecho. Sin embargo, a veces da la sensación de lanzar una moneda al aire cuando llega la hora de la verdad. Muchas veces le ha salido bien, pero en Le Mans ya salió por los aires y propició su cero y el de Martín. En Assen, erró primero al monear como si fuera el grupo de escapados en el último kilómetro de una etapa ciclista. Y después, al apretar demasiado sin contar con el viento para intentar rascar un podio. Quizás sea ventajista decirlo a posteriori, pero era un día para sumar 13 puntos.
PÍLDORAS MOTO2
El idilio reencontrado
Pecco Bagnaia dominó todas las sesiones de entrenamientos libres y la clasificación. ‘Perder’ el warm up fue una anécdota: sabía que una buena salida le daría un elevadísimo porcentaje de opciones de triunfo. Así fue. No precisó de un ritmo endiablado, sino que sacó el ‘martelo’ a pasear y fue triturando la resistencia de todo piloto que osó ponerse a su rueda primero y encabezar la persecución después. Se reencuentra así con su idilio neerlandés: hace dos años le dio a Mahindra la primera victoria de su historia en Moto3, y tras fallar el año pasado, es el primer circuito en el que logra repetir victoria en el Mundial.
Remontada diabólica
Con la moral por las nubes tras ganar en Montmeló, Fabio Quartararo se plantaba en Assen dispuesto a demostrar su renovada confianza. El fin de semana fue bastante bien, y el séptimo en parrilla llevaba al optimismo. Sin embargo, una sanción de tres puestos por una bandera roja le complicó el inicio de carrera, donde lo pasó mal para poder hacer su ritmo. Eso sí, en cuanto entró en calor empezó a pasar pilotos de manera impresionante, en una remontada diabólica que le llevó hasta el podio tras superar, en apenas dos giros, a Joan Mir, Marcel Schrotter y el que finalmente sería su otro acompañante en el cajón, Álex Márquez.
Ilusión pinchada
Y si Álex Márquez accedió al podio fue por el abandono del italiano Lorenzo Baldassarri. Antes que Quartararo, ‘Lory’ ya había perpetrado una remontada apoteósica hasta la segunda posición. Su compañero de piso ya estaba algo lejos, por lo que a Balda ya sólo tenía que preocuparse por controlar a los que venían tras él, algo que estaba haciendo a la perfección… hasta que su rueda trasera pinchó, y con ella la ilusión del joven italiano, que está haciendo una temporada más que encomiable pero que podría estar más arriba en la general sin incidentes así.
PÍLDORAS MOTOGP
El más listo de clase
Algo que resulta indiscutible es que Marc Márquez es el piloto más rápido del mundo. Si encima le da por pensar encima de la moto, la ecuación suele traducirse en victoria. Cierto es que durante la mayor parte de la carrera no había tiempo para pensar en nada que no fuera buscar la difícil mezcla entre mantener la verticalidad sobre la moto –lo que en el caso del 93 le obligó a una nueva salvada de las suyas- y no perder demasiadas posiciones para estar en la pomada llegado el momento. Cuando por fin pudo despejar la mente, vio claro que tenía que ponerse en cabeza y soltar a sus rivales para irse a por la victoria. Tocaba ser el más listo de clase.
Las puertas de la gloria
Seguramente Álex Rins es, de los pilotos que lucharon por ganar en Assen, el que más podría valorar ser segundo en vez de tercero. Sencillamente, porque de los ocho del grupo de cabeza, era el único que nunca había pasado de la tercer posición. Por eso, cuando Márquez se fue, los demás lo vieron como una oportunidad perdida para ganar. No así el joven piloto de Suzuki, que lo vio como la ocasión idónea para demostrar que no sólo puede pelear de tú a tú con tipos como Maverick Viñales, Valentino Rossi, Andrea Dovizioso o Jorge Lorenzo; sino que está ahí para ganarles.
Infeliz aniversario
Festejaba Yamaha su 63º aniversario y padecía el primero sin victoria, desde que la lograra Valentino Rossi hace un año en Assen. En la marca de los diapasones hay motivos para el optimismo, ya que por primera vez en mucho tiempo estuvieron luchando por ganar. Sin embargo, el tercer puesto de Maverick Viñales y el quinto de Valentino Rossi saben a poco. Las últimas 18 victorias se las han repartido entre Honda y Ducati, y no hay espectáculo que compense eso, por majestuoso que fuera. Para las grandes marcas el espectáculo sólo tiene sentido si se corona con la victoria, y en la firma de los tres diapasones andan huérfanos de lo último.
Vuelta a la cara B
Mugello y Montmeló son, desde el año pasado, territorio Ducati. Conquistadas en 2017 por Andrea Dovizioso, en este 2018 se mantuvo el color pero cambió la firma, donde se podía leer Jorge Lorenzo, que no sólo ganó con autoridad ambas carreras, sino que lo hizo desquiciando a su compañero, que se vio impotente al tratar de pararle. En Assen, el balear ha vivido la cara B. Ya ha demostrado que, en los circuitos donde la Desmosedici marca las diferencias, exprime todo su potencial y alcanza la excelencia. En Assen ha vuelto a la cara B: cuando se trata de salvar los muebles, Dovi todavía está por delante. Traducción: en circuitos como Austria, Japón o Malasia será máximo favorito a la victoria, pero pensar en ganar el título con Ducati sería un objetivo más razonable en 2019. Oops.
PÍLDORA EXTRA
Pole-póquer-liderato
Decía mi compañero Chechu Lázaro, con mucha razón, que con las modificaciones realizadas en el trazado, Assen ha mutado de grandiosa Catedral en simple capilla. Eso es tan cierto como que una capilla es suficiente para hablar con los dioses, y que sigue siendo uno de los circuitos más bonitos y carismáticos del calendario. Sobre todo porque suele hacer justicia (¿divina?) con los pilotos.
Esta vez lo hizo con los tres pilotos que están ofreciendo mejores sensaciones en cada categoría en el global de lo que va de temporada: Jorge Martín, Pecco Bagnaia y Marc Márquez. Los tres llegaban con tres victorias en el casillero y avisaron con sendas poles el sábado, que convirtieron en tres merecidas victorias el domingo para repetir el mismo patrón: pole, póquer de victorias en 2018 y liderato. Además, coronado con el espectáculo que todos los aficionados pedíamos en nuestras plegarias. Será una capilla, pero sigue siendo un lugar de culto y peregrinación.
Amén.
