El Gran Premio de Argentina, la segunda prueba del Mundial de MotoGP 2019, ya ha terminado. Esto es lo sucedido en el Autódromo Termas de Río Hondo:
Moto3: Jaume Masiá se estrena frente a Darryn Binder y Tony Arbolino.
Moto2: Lorenzo Baldassarri repite delante de Remy Gardner y Álex Márquez.
MotoGP: Marc Márquez arrasa y Valentino Rossi bate a Andrea Dovizioso.
En el enlace de cada categoría podrás encontrar la crónica de la carrera, con los resultados y la clasificación general. Pasamos ahora a un punto de vista más analítico, con diez píldoras de asimilación rápida para repasar rápidamente lo vivido en las tres categorías:
PÍLDORAS MOTO3
- Principio y fin
Jaume Masiá estuvo primero en tres puntos de la carrera: en parrilla de salida –donde se le levantó la moto y se vio superado de inmediato-, en la quinta vuelta y en la bandera a cuadros. Desde ese quinto giro no volvió a pasar nunca por meta entre las cuatro primeras posiciones, llegando a ser 14º en el ecuador de la carrera. Como si llevara toda la vida gestionando la locura de Moto3, dejó que otros se desgastaran, apareció en el momento justo y ejerció de increíble estratega al comenzar quinto la última vuelta, posición ideal para terminar llevándose su primer triunfo en meta.
- Match en Binder
La segunda posición de la carrera fue para Darryn Binder, que una vez más corrió en un grupo de veinte como si estuviera solo. Sin duda fue el más agresivo de la carrera, y en la última vuelta obligó a Lorenzo Dalla Porta a irse largo –tirando por tierra toda opción de podio del italiano- y se tocó con Gabri Rodrigo. Como si fuese una aplicación para ligar, le fue dando que sí a todo a la desesperada y, en esta ocasión, hizo match y acabó en el podio como podía haber acabado en el suelo. Esta vez le salió bien.
- El otro francotirador
Ríos de tinta corrieron en pretemporada sobre el retorno de Romano Fenati a Moto3 en el Snipers Team, cuya traducción al español es el ‘Equipo Francotiradores’. Sin embargo, el díscolo italiano parece cohibido en este inicio de curso, cumpliendo una sanción que no existía en Qatar y cerrando el grupo en Argentina. Todo lo contrario que el otro francotirador, su compañero Tony Arbolino, que tras quedarse sin puntuar en Losail ajustó la mirilla en Termas de Río Hondo para meterse en el meollo en el momento adecuado y lograr el primer podio de su vida.
PÍLDORAS MOTO2
- Sin desgaste
Como si hubiese crecido una década de golpe, la actitud de Lorenzo Baldassarri en el Gran Premio de Argentina fue de auténtico campeón de Moto2. Una categoría donde no suelen proliferar los adelantamientos en cabeza, y es por algo: ‘Balda’ demostró que enzarzarse en un toma y daca supone un desgaste que se puede pagar al final, y por eso pasó más de media carrera en cuarta posición sin realizar un solo movimiento. Antes del último tercio realizó dos adelantamientos y a cuatro giros del final el último y definitivo: dejó atrás a los pilotos que habían estado peleándose en vano para irse a por una victoria sin desgaste.
- Gen depredador
Quedarse a dos milésimas de su primer podio en Qatar fue una decepción que Remy Gardner necesitaba resarcir cuanto antes. En los entrenamientos demostró que tenía ritmo suficiente para intentarlo de nuevo en Argentina, donde tenía clara una cosa: si se le volvía a escapar el cajón no iba a ser por quedarse mirando a los tres integrantes del mismo. Para deleite del público de Termas, Remy sacó el gen depredador Gardner y presentó batalla contra todo el que se le ponía delante. Al final tuvo que sucumbir ante el magistral planteamiento de Balda, pero el segundo puesto sabe a gloria bendita tras todo lo que ha sufrido en estos años.
- Por los cimientos
Sentirse favorito fue una losa para Álex Márquez en 2018, cuando la victoria no llegaba y los podios se tornaron insuficientes. Por eso en este 2019 ha empezado con otra mentalidad, y tras el discreto séptimo puesto en Qatar, sabía que tenía que seguir sumando en Argentina. No se puede decir que no intentara ganar, porque evidentemente lo intentó, pero tenía claro que un cero a estas alturas sería imperdonable, por lo que la tercera posición se celebró como lo que es: más que un podio, un chute de moral para empezar el edificio 2019 por los comientos.
PÍLDORAS MOTOGP
- Con una mano
Parece que Marc Márquez ganó con una mano, pero no. En MotoGP nadie gana con una mano, hay un increíble trabajo detrás de cada victoria. Con una mano se cuentan las victorias del de Honda logradas merced a una victoria tan clamorosa y lograda de principio a fin. Si el año pasado todo le salió mal y se fue de Argentina de vacío y muy criticado, en este 2019 Termas de Río Hondo le ha reportado una victoria contundente, un golpe moral a sus rivales y un sinfín de merecidos elogios. Más que la primera del año, es la victoria que llevaba un año esperando.
- Il capo d’Italia
El siete de Italia está en Moto2 y se llama Balda, pero ayer hubo otro siete italiano: el que le hizo Valentino Rossi a Andrea Dovizioso en la curva que lleva dicho número. El de Ducati lleva años siendo la punta de lanza de su país en MotoGP, pero el de Yamaha sigue demostrando que, a sus 40 años, sigue siendo ‘Il capo d’Italia’. El adelantamiento de la última vuelta mostró dos cosas: que sigue conservando intacta su voracidad para resolver en el mano a mano y, sobre todo, su inconformismo para, después de diez carreras sin podio, jugársela para subir un escalón y arañar cuatro puntos. Por eso nadie le cree cuando dice que no piensa en el décimo.
- Futuros ya presentes
A las puertas del podio se quedaban dos pilotos llamados a hacer grandes cosas en el futuro pero que no quieren esperar: cuarto era Jack Miller, que tiene la misión de demostrar que puede suceder a Danilo Petrucci en el equipo oficial, y qué mejor manera que batirle en pista a igualdad de versión de moto. El otro es Álex Rins, cuyo equilibrio está enamorando en Suzuki y que tenía la papeleta de remontar desde la 16ª posición, acabando finalmente quinto. A ellos hay que sumarles los puntos cosechados por Fabio Quartararo, Miguel Oliveira y Pecco Bagnaia, por lo que los cuatro rookies ya han estrenado su casillero (Joan Mir lo hizo en Qatar).
- Dos sacos de pulgas
Dicen que a perro flaco todo son pulgas, un dicho que significa que cuando algo va mal todo va mal. Pues en este inicio de 2019 hay dos pilotos que parecen coleccionistas de pulgas: uno es Maverick Viñales, que tras partir segundo se fue hacia atrás, cometió un par de errores y al intentar arrebatar la sexta posición a Danilo Petrucci, Franco Morbidelli le tocó y se fueron al suelo en la última vuelta. El otro es Jorge Lorenzo, que tuvo un problema en la arrancada y se vio último. Al final, y gracias al incidente de Viñales y Morbidelli, duplicó el botín y se llevó cuatro puntos al ser 12º. Calderilla para un pentacampeón.
PÍLDORA EXTRA
- El mínimo exigible
Nunca van a ser amigos, pero vender MotoGP en términos de pura enemistad entre sus dos grandes iconos es un flaco favor al deporte de las dos ruedas. Un término que se habían ganado a pulso en estos años, y que parece que por fin podemos empezar a enterrar tras el apretón de manos que sucedió a la carrera de ayer, en el mismo escenario donde hace un año todo atisbo de cordialidad saltó por los aires. Nunca van a ser amigos y no hace ninguna falta, pero el apretón de manos es el mínimo exigible para que dos auténticos mitos como Marc Márquez y Valentino Rossi pongan por delante el respeto al deporte que ambos aman y representan. Que dure.