Como bien sabes, a primeros de año acudimos a la presentación internacional de la KTM 790 Adventure R en Marruecos, donde descubrimos y disfrutamos de sus excelentes cualidades off road en un escenario tan exigente como es el del país africano. También habíamos tenido oportunidad de usar a nuestra protagonista, KTM 790 Adventure, en un contexto más habitual y cotidiano como es el urbano. Sin mayor novedad que las buenas aptitudes que aquí también aporta, fruto de su polivalencia de uso, gracias a su reducido peso y, también, por la buena accesibilidad debido a la contenida altura a la que se encuentra su asiento. Con una posición ergonómica aunque dominante fruto del ancho manillar que monta, y que acompañan a su comportamiento dinámico de lo más civilizado; tanto por motor como por la parte ciclo, y que en suma contribuyen a lidiar de la mejor manera la lucha que supone enfrentarse al habitual tráfico urbano, así como permitir un uso de lo más práctico en dicho ambiente a pesar de estar dirigida un espectro de uso totalmente diferente como modelo trail que es.
Esta vez la invitación y el plan de viaje ofrecido por KTM España venía bajo el epígrafe: The Austrian Adventure; y venía acompañado del siguiente requisito: “Tenéis que elegir los accesorios del catálogo de Power Parts para el equipaje disponibles para la KTM 790 Adventure que queráis"; y que se encuentran en el apartado de configuración del modelo de la página web de KTM. Ningún problema. Escogemos el conjunto de maletas Touring, el top case Touring y la práctica bolsa sobre depósito Quick-Lock Evo, que permite montarla y desmontarla en un instante gracias a su cierre rápido, por ejemplo, a la hora de repostar.
Además, al encontrarnos con nuestra unidad de pruebas, traía montado el asistente del cambio Quickshifter , que además de subir marchas permite reducir sin necesidad de cortar el acelerador; y el modo de conducción Rally, que aporta una respuesta al acelerador más instantánea y que permite modificarla de manera sencilla para dejarla como el resto de modos de conducción de serie en la KTM 790 Adventure. Es decir, entre los modos Street, Rain u Off Road. Además de ofrecer hasta nueve niveles de funcionamiento del control de tracción, en lugar de los tres diferentes que van asociados a los modos de conducción estándar.
KTM 790 Adventure, faceta viajera
El viaje empezaba muy cerca de donde se fabrica la KTM 790 Adventure. Para ser exactos en la Plaza KTM de la localidad de Mattighofen, y a las puertas del recientemente inaugurado KTM Motohall, el espacio dedicado a la historia y toda la actualidad de la marca austriaca y que aprovechamos para visitar.
Como es lógico, antes de iniciar el viaje alojamos todo nuestro equipaje en las maletas; que gracias a su espacio interior cúbico permiten acomodar los bultos más grandes con mayor facilidad; algo menos en la maleta derecha al salvar el espacio ocupado por el silenciador. Tanto el baúl como la maleta izquierda son capaces de albergar el casco. También comprobamos lo sencillo que es montar las maletas laterales: basta con hacer coincidir su guía delantera y dejarlas caer sobre los soportes superiores para, a continuación, asegurarlas con la cerradura común a la apertura de sus tapas. Las maletas llevan un sistema dinámico que compensa su posición al inclinar la moto.
El asiento de la KTM 790 Adventure ofrece dos posiciones en su altura. La más baja queda a unos muy accesibles 830 mm del suelo y la más alta lo elevan hasta los 850 mm, también asumibles para la mayoría de pilotos. Como siempre, nosotros escogimos la más alta para favorecer la postura de las piernas ante las muchas horas previstas de ruta. El cambio de su posición se realiza mediante el sencillo proceso de ubicar el asiento en los otros apoyos que hay más altos.
La KTM 790 Adventure es una auténtica trail que permite su uso al 50% entre on y off road
Arrancamos, y enseguida se aprecia el particular sonido del motor bicilíndrico en paralelo LC8c, fruto del calado de su cigüeñal a 75º, y que busca un funcionamiento similar al de los motores en V de la marca que llevan esa misma separación entre sus cilindros. Como sabes, este mismo motor lo estrenó su hermana KTM 790 Duke el año pasado pero para la Adventure se ha adaptado su rendimiento máximo y modo de entrega del mismo, favoreciendo el incremento en el par motor máximo (9 mkg a 6.600 rpm) y que, además, presenta una curva más llena que en el modelo naked. Para la potencia se conforma con 95 CV a 8.000 rpm, para permitir su limitación a 35 kW (48 CV) para aquellos que sólo dispongan del carnet A2.
KTM 790 Adventure, desde Mattighofen…
Salimos en dirección sur pero en lugar de buscar una más rápida autopista cruzamos la campiña de suave relieve que protagoniza a esta parte de la Alta Austria. Una sucesión de carreteras estrechas de impecable asfalto y donde el escaso tráfico también resulta de lo más ordenado. Accedemos al estado de Salzburgo y no tardan en aparecer los primeros lagos naturales de los muchos que encontraremos durante la ruta como el Wallersee. Pero es un viaje organizado por KTM, y una marca tan pasional y con un marcado carácter deportivo no pasa por alto la cercanía del Circuito del Salzburgring y nos acercamos a verlo desde un alto y que nos permite comprobar lo animado que está el trazado austriaco entre semana.
Hace un día primaveral y por aquí estas idóneas condiciones se valoran mucho. En cuanto cogemos la primera carretera pintoresca, junto al lago Wiestalstausee, el tráfico aumenta y encontramos otras muchas motos a nuestro paso. Así que vamos matando a golpe de trazado de curvas y más curvas este regalo de tarde. Mientras tanto, nuestra KTM 790 Adventure empieza a mostrar su mejor cara a la hora de viajar, con una posición a los mandos muy acertada y donde el asiento, de mullido muy firme y con una amplia superficie permite una total libertad de movimientos del cuerpo a la hora de preparar la entrada a las curvas o buscar la mayor comodidad según el tipo de conducción aplicada. Con las horas, las muchas horas de uso, no trasmitió una fatiga especial a la zona del cuerpo en contacto con él.
En Hallein tomamos la autopista A10 en dirección a Bischofshofen. Estas vías rápidas centroeuropeas siempre se encuentran muy animadas de tráfico, así que en cuanto podemos exploramos el potencial del motor de la 790 Adventure, que ofrece una entrega lineal y solvente pero que nunca llega a desbordar. A velocidades legales la protección del viento es correcta, con el plus añadido que supone el resguardo de nuestras extremidades inferiores gracias a la particular ubicación del depósito de gasolina, que se extiende por los laterales de la moto hasta la altura de los pies.
En Bischofshofen recuperamos una vía convencional para a continuación ascender al primero de los puertos previstos y que con una ascensión suave y rápida dan acceso al distrito Zell am See. Allí hacemos la primera incursión por pistas y caminos sin asfaltar, donde seleccionamos el modo Off Road de conducción, así como en el ABS, que retrasa su funcionamiento en el tren delantero y anula su acción sobre el trasero. Lo que facilita, por ejemplo, colocar la moto en los giros más cerrados, además de evitar prolongar las distancias de frenado. En este ambiente más hostil se aprecia el peso tan contenido de la 790 Adventure y para la que se declaran sólo 189 kg de peso sin gasolina.
La llanta delantera de 21 pulgadas que monta la KTM 790 Adventure aquí muestra su mejor cara al permitir superar zanjas y demás irregularidades del terreno con una mayor confianza y, sobre todo, eficacia. Los neumáticos Avon Trailrider que montaba, a pesar de no contar con unos tacos especialmente marcados, también nos han sorprendido por su buen hacer en este siempre más delicado, por escurridizo, escenario off road; claro está, siempre que no nos metamos en líos especiales. Hablamos de hacer trail, no enduro; y para lo que está más especializada su hermana KTM 790 Adventure R en las manos adecuadas y convenientemente calzada. Un imprevisto como es el de encontrar una valla que impedía el acceso al tránsito de vehículos pero con un estrecho acceso peatonal elevado, para evitar el paso del ganado, lo saldamos quitando las maletas y superando el obstáculo al más puro estilo trialero. Con la llegada al hotel en Saalbach-Hinterglemm la primera de las etapas ya estaba superada sin mayor novedad, y con una información en el cuadro de relojes, tras los primeros 195 km, de un consumo de 4,3 litros habiendo aplicado todo tipo de conducción posible.
KTM 790 Adventure, un paseo por las nubes
La segunda etapa nos permitía recorrer la carretera alpina de Grossglockner, la más alta de Austria y que recorre esta zona de los Alpes orientales en la que se encuentra el macizo de Grossglockner, el segundo más alto de los Alpes con sus 3.798 m. El acceso a la carretera es previo pago de un peaje que en el caso de las motos es de 26,50 € y es todo un sitio de peregrinaje, con pasos asfaltados tan elevados como el de Hochtor Pass a 2.504 m de altura y que dan acceso al glaciar Pasterzen, el mayor de Austria y de los Alpes orientales con una extensión aproximada de unos 17 km cuadrados. Además, esta carretera albergó competiciones de motos y coches a primeros del siglo pasado, y que estaban protagonizadas por los 15 km de recorrido con 92 curvas, 14 horquillas y una ascensión de 1.400 metros ¡El Pikes Peak europeo!
Nada es perfecto y ese día vivimos una jornada de climatología gris que no nos permitió ver en todo su esplendor las privilegiadas vistas desde la carretera alpina pero que por otro lado nos permitió concentrarnos en el funcionamiento de la KTM 790 Adventure. En la que destaca el poderío del motor y que ofrece su mejor respuesta a medio y alto régimen, con una estirada final a partir de 8.000 rpm que conserva prácticamente todo su empuje otras dos mil vueltas más hasta el corte de encendido. Las cajas de cambios de las KTM suelen destacar por su excelente funcionamiento y el buen tacto en las inserciones, pero además en esta 790 Adventure es una delicia y apenas requiere esfuerzo. Prácticamente con rozar la palanca el cambio de marcha queda realizado; además, con el Quickshifter también permite reducir sin soltar el acelerador. Los frenos la detienen sin mayor problema y su potencia se modula muy bien. Además, la maneta cuenta con regulación en distancia que facilita su adaptación a cualquier tamaño de mano o preferencia de funcionamiento.
La climatología empeoró y las nubes empezaron a descargar, momento para abrigarse mejor y seleccionar en la KTM 790 Adventure el modo Rain, que dulcifica la entrega en la respuesta del motor. En estas condiciones, la ya comentada protección que ofrecen los laterales del depósito de gasolina, permite que no se mojen las extremidades inferiores. La etapa terminaba en un hotel alpino ubicado en la parte más alta de la estación de esquí de Hochzillertal, con un acceso que empezó por una escurridiza y serpenteante estrecha carretera y que acabó en unos caminos embarrados junto a las pistas de esquí. Sorprendente el buen hacer de la Adventure y, por supuesto, de los neumáticos Avon por la excelente tracción aportada. Las suspensiones, que en asfalto muestran un tarado firme aunque en ningún caso incómodo, en este escenario también resultan eficaces con sus 200 mm de recorrido al tragarse las irregularidades sin mayor perjuicio para nuestra integridad. La horquilla no permite su regulación pero se han mostrado muy equilibradas en uso tan dispar; y detrás es posible modificar la precarga del muelle en función de la carga. Bajo una persistente lluvia dimos por terminada esta segunda etapa con un consumo declarado en el cuadro de 4,5 litros tras cubrir 295 km, y que en el cómputo medio general subían hasta los 4,4 litros (en 490 km recorridos).
KTM 790 Adventure, vuelta a casa
La tercera y última de las etapas de esta entretenida The Austrian Adventure nos sorprendió por la nevada caída durante la noche, vale que estábamos en Austria pero es que era el 5 de septiembre… Supongo que es lo que tiene pernoctar a 2.400 metros de altitud por estos lares. A pesar de dormir a intemperie las KTM 790 Adventure ninguna dio el menor problema a la hora de arrancar sus motores. Máxima precaución en la pronunciada bajada y con el resultado de no sufrir sin mayor novedad mas que confirmar el buen hacer de la Adventure, por el poder de retención de su motor y el correcto guiado de sus neumáticos. Aunque nada aconsejaba forzar para conocer sus límites, debido al escenario tan delicado en el que nos encontrábamos por el pronunciado desnivel del recorrido y los barrancos que, además, lo jalonaban. No nos dieron el menor susto. ¡Bravo por ellos!
De vuelta al asfalto la jornada estuvo protagonizada por el mayor tráfico, tanto en las vías convencionales como en la autopista, y que nos devolvieron al punto de partida en Mattighofen. Tras recorrer 217 km, el consumo medio de la última etapa bajó hasta los 3,8 litros (y eso que hubo ocasión de estirar su motor hasta límites “carcelarios") y que dejaron un consumo medio general para esta ruta The Austrian Adventure de 4,2 litros tras los 706 km recorridos. Con 20 litros de gasolina declarados su autonomía puede rondar los 500 km sin problemas. Lo que no está nada mal teniendo en cuenta que tampoco monta un depósito descomunal.
KTM 790 Adventure, conclusión
La polivalencia de uso en los actuales modelos trail en general es ya algo que se les presupone y resulta obligatorio. En el caso de la KTM 790 Adventure además viene acompañado de un equipamiento de lujo y totalmente equiparable al de modelos mucho más caros y que actualmente catalogamos como premium, como también puede presumir de ser la propia 790 Adventure. Su contenido peso y altura juegan a su favor como opción para un mayor público y que huya de los caballos que son algunas maxitrail. Equipada con los accesorios de viaje mencionados, también ha demostrado que en su faceta viajera es una gran compañera, siempre con el aliciente por su configuración trail que los recorridos se pueden extender mucho más allá de donde termina el asfalto. Con una autonomía excelente y una eficacia en off road no menos impresionante, sobre todo pensando en los menos expertos. ¡Qué gran aliada es esta aventurera austriaca!