El segmento de las supernaked está en auge. Las marcas se esfuerzan mucho para tener presencia en él con modelos cada vez más sofisticados. La mejor muestra de ello son las dos motos que hemos enfrentado esta vez, una italiana y una japonesa, que confirman el lujo, la calidad, las prestaciones y la efectividad que pueden alcanzar este tipo de monturas.
Con la llegada de la nueva Honda CB1000R, en 2018 todas las grandes marcas van a estar presentes en el segmento de las supernaked. De ahí que la rivalidad que existe en esta clase sea realmente grande y los fabricantes se esfuercen mucho en desarrollar modelos cada vez más completos, rápidos y efectivos. Incluso algunos doblegan ese esfuerzo y además de las versiones “normales”, ofrecen segundas variantes aún más lujosas y exclusivas, que poco o nada tienen que envidiar a las superbike más preparadas. La Aprilia Tuono V4 1100 Factory y la Yamaha MT-10 SP que hemos reunido en este Cuerpo a cuerpo son la mejor muestra del altísimo nivel que podemos encontrar en esta categoría. La clave puede estar en que las dos utilizan las partes ciclo y motrices de sus hermanas RSV4 RF e YZF-R1M, con alguna rebaja en las prestaciones de sus respectivos propulsores, pero incluyendo componentes muy semejantes y rindiendo también a un nivel muy alto.
La verdad es que al probar cualquiera de estas dos motos se pueden echar en falta muy pocas cosas. Incluso me atrevería a decir que ninguna si las valoras desde el punto de vista deportivo. Además, sus manillares elevados y posiciones de conducción ciertamente naturales, las convierten en motos con un lado polivalente que no encontramos en sus homónimas más deportivas y que consigue que se adapten con corrección a la convivencia diaria en ciudad y a otros muchos ambientes asfálticos. Si es verdad que por su mayor a menor desnudez no son las motos más indicadas para realizar largos viajes, pero también es cierto que debido a sus excelentes cualidades deportivas pueden hacer que nos lo pasemos muy bien en carreteras plagadas de curvas e incluso que disfrutemos mucho en circuito, eso sí, siempre con el elevado grado de concentración que requieren estas motos, cuyas potencias máximas oscilan entre los cerca de 150 CV de la Yamaha y los 170 CV de la Aprilia, ambos datos verificados en nuestro banco de potencia.
En circuito requieren un alto nivel de concentración con 150 (Yamaha) y 170 cv (Aprilia)
Además, tanto la Tuono V4 1100 Factory, como la MT-10 SP, son modelos que han llegado nuevos en 2017, aunque la renovación que ha recibido la italiana ha sido más amplia, afectando al motor y a muchos de sus componentes, mientras que las novedades que aporta la japonesa se centran “solo” en algunos componentes. En ambos casos, con cierta ventaja hacia el lado de la Aprilia, incluyen una electrónica muy completa, con modos de motor y un número importante de ayudas, además de incluir en ambos casos control automático de velocidad.
Aprilia Tuono V4 1100 Factory, sin dejarse nada en el tintero
Si una Aprilia incluye la palabra “Factory” en su denominación, nos advierte que su fabricante se ha dejado pocas cosas en el tintero a la hora de desarrollarla. Además, la Tuono es uno de los modelos más representativos de la marca de Noale y, por tanto, uno de los que más mima. La prueba está en que hace solo dos años que fue renovada en muchos apartados e incrementada su cilindrada hasta 1.077 cc, y esta temporada se ha adaptado a la Euro4 y ha recibido mejoras en motor, parte ciclo y electrónica. Lo que más hemos percibido es que su V4 está más lleno arriba y estira más, rindiendo 10 CV más que su antecesora en el banco en el modo Race.
En la parte ciclo se han introducido importantes mejoras que se centran principalmente en el tren delantero. La horquilla es una nueva Öhlins NIX que se anuncia 400 gr más ligera y más rígida, gracias a unas botellas más largas y a unos pies más cortos. Es capaz de “leer” mejor el asfalto y de soportar mejor los esfuerzos en las frenadas. También el amortiguador trasero y el de dirección proceden del mismo fabricante. Por otro lado, el equipo de frenos Brembo incluye una nueva bomba radial, pinzas M50 y discos que han aumentado hasta 330 mm de diámetro.
En el apartado electrónico también cuenta con importantes novedades como instrumentación TFT, acelerador totalmente electrónico, “quick shift” que ayuda a subir y bajar marchas, y nueva piña multifunción en el lado izquierdo del manillar. Además, ha incorporado una electrónica similar a la de la RSV4, con control de tracción que puede ser regulado en marcha en 8 niveles de actuación, control anticaballito con tres niveles también ajustable en marcha y control de salida regulable en tres posiciones, además de limitador de velocidad en el “pit lane”, que también puede ser utilizado en carretera y a distintas velocidades. Igualmente la nueva Tuono V4 1100 incorpora un sofisticado ABS con asistencia en curva, que puede ser ajustado en tres niveles de sensibilidad o desconectarse en caso deseado.
Yamaha MT-10 SP, rizando el rizo
La Yamaha MT-10 llegó como novedad en 2016 y ya era una supernaked realmente sugerente, pero en Yamaha han querido “rizar el rizo” y la han preparado también en versión “SP” con la intención de satisfacer a paladares aún más exigentes. Al igual que la denominación “Factory” en Aprilia, las Yamaha que incluyen las siglas “SP” en su nomenclatura en referencia a “Sport Production”, son las que poseen un mayor enfoque deportivo de acuerdo a la mayor tecnología y a los mejores componentes que incorporan. De este modo la MT-10 SP se distingue por incluir suspensiones Öhlins regulables electrónicamente, además de instrumentación con pantalla TFT. También como novedad incluye asistente para el cambio que funciona en sentido ascendente.
Las suspensiones disponen de dos modos adaptativos y otros tres manuales entre los que elegir. Los primeros las ajustan a una velocidad de cien veces por segundo dependiendo de las condiciones del terreno, los km/h y el tipo de conducción que se esté empleando. La firma sueca ha bautizado el sistema como Smart-EC, y comenzó a evolucionarlo con Yamaha en las versiones SP de YZF-R1 de 2006 y de MT-01.
Los modos manuales disponen de ajustes predeterminados, aunque se pueden modificar por parte de los usuarios. Las suspensiones de esta “SP” además son más resistentes al hundimiento debido a que incluyen muelles más duros que los de la variante “normal”. Por lo demás, no hay más cambios relevantes, pero si es cierto que parece que la MT-10 SP frena mejor al hundirse menos la horquilla y que su asiento es aún más duro por contar con tarados de suspensiones menos confortables. En el apartado electrónico hay que citar que posee modos de motor "Standard", A y B. Los tres coinciden en valores máximos, pero modifican la respuesta al acelerador. También incluye control de tracción con tres niveles de actuación y desconectable.
Aprilia Tuono vs Yamaha MT-10 SP, semejantes
Al repasar los datos de nuestras mediciones, llama la atención que los pesos sin gasolina de las dos rondan los 202 kg. Una coincidencia que en la práctica no parece ser tal debido a que la Yamaha, además de más alta en líneas generales, también se siente más ancha entre las piernas desde los primeros compases. Sin embargo, gira mejor en espacios pequeños y su posición de conducción es más natural, con un manillar que se ancla sobre unas torretas que sitúan sus puños considerablemente más altos que los de la Tuono, aunque la anchura es prácticamente calcada. La posición de conducción de la Tuono es más deportiva, no solo por el manillar más bajo, sino también por unos estribos más retrasados y altos. Con las cosas así, la verdad es que en la Aprilia te sientes más integrado con la moto y en la Yamaha estás más encima que “dentro”, quedando más expuesto al aire cuando circulas a alta velocidad. En el terreno de la protección también hay que citar que la italiana se podría catalogar como una seminaked, pues cuenta con un semicarenado superior que protege la zona intermedia del cuerpo del piloto más de lo que pueda parecer.
También su asiento posee un mullido más confortable y aunque su altura es similar a la de la MT-10, si es cierto que las formas de sus laterales son más suaves y facilitan la operación de poner los pies en el suelo. Por otro lado, a favor de la japonesa hay que decir que en opción se ofrece un kit “Tourer”, que incluye pantalla sobreelevada y maletas semirrígidas, unos elementos que mejoran ostensiblemente su faceta turística. Sin embargo, para la Tuono no existen estas opciones, por lo menos de manera oficial.
Otra cosa que llama mucho la atención y en la que también se asemejan es en el sonido que emana por sus respectivos escapes, a pesar de que las configuraciones de motor sean distintas. Como es de esperar, el de la Aprilia es el típico sonido ronco y bonito que emiten los V4. Sin embargo, cuando estás a los mandos de la Yamaha, lo que escuchas no parece que provenga de un tetracilíndrico en línea. Debido a la configuración “crossplane”, por sonido parece un V4 y, por tacto, también. Es un propulsor especial en todos los sentidos y su funcionamiento es realmente agradable. El motor de la Tuono también funciona de manera muy correcta, pero su rumorosidad mecánica es mayor y su tacto es un poco más áspero. Sin embargo, el accionamiento del cambio de la japonesa no es tan rápido como el de la italiana, y también es más ruidoso. Además, su “quick shift” funciona solo en modo ascendente, y no es tan suave como el de la Aprilia, especialmente en marchas cortas y cuando su motor no gira a altas revoluciones.
En cuanto a prestaciones, la verdad es que también hay diferencias. Aunque el motor de la MT-10 es muy poderoso y empuja con mucha fuerza a bajo y medio régimen, en la parte alta del cuentarrevoluciones no tiene la “rabia” del propulsor de la Tuono, que este año ha mejorado de manera ostensible a pesar de contar con un nuevo silenciador, en teoría más “taponado” debido a la Euro4. Así, además de rendir cerca de 22 CV más en el banco, la Aprilia acelera mejor desde salida en parado, recupera con más ganas marchas largas y también consigue una velocidad máxima superior, que coincide prácticamente con el corte de encendido en sexta. La Yamaha también alcanza la velocidad máxima muy cerca del corte, pero por lo que hemos podido comprobar en el banco, incluye algunas limitaciones en 5ª y 6ª, por lo que entendemos que su fabricante ha considerado oportuno que los 245 km/h que se pueden llegar a ver en su velocímetro son más que suficientes para una moto desnuda.
Aprilia Tuono vs Yamaha MT-10 SP, Devoradoras de curvas
Aunque la MT-10 SP es una moto muy completa desde el punto de vista deportivo, no alcanza el nivel de excelencia de la Tuono Factory. Cuando aceleramos con muchas ganas desde salida en parado, el mayor aplomo frontal de la italiana y su más evolucionada electrónica, nos permiten aprovechar mejor sus generosas prestaciones y no da la sensación de que corre tanto. En la japonesa es fácil que al “apretarle” la rueda delantera se despegue del asfalto en primera, y lo mismo ocurre en segunda e incluso en ¡tercera! La verdad es que es muy excitante, pero como hemos comprobado en nuestra habitual sesión de prestaciones, le resta eficacia en la lucha contra el “crono”.
De una forma o de otra, las prestaciones son muy serías en ambas motos y para aprovecharlas al máximo hace falta mucha concentración, además de un elevado grado de experiencia. En cuanto a componentes la Yamaha está muy bien dotada, pero se puede decir que la Aprilia está un poco por delante, especialmente en el apartado de los frenos, lo que le permite apurar un poco más y frenar con muy buenos resultados ejerciendo menos presión sobre su maneta. También es aún más rápida en los cambios de dirección y su paso por curva es más preciso, ayudada por unos Pirelli Diablo Supercorsa SP que se pegan como lapas al asfalto una vez calentados debidamente.
Conclusiones
Los precios de estas dos supernaked "de lujo" superan los 18.000 euros, un aspecto que ya nos advierte de lo exclusivas que son y de lo bien equipadas que vienen tal y como salen de fábrica. Además de ser muy generosas en cuanto a rendimiento, también incorporan componentes de mucha calidad y electrónicas muy avanzadas, aunque la Aprilia Tuono V4 1100 Factory aporta algo más en los tres apartados citados y también es un poco más eficaz desde el punto de vista deportivo, gracias a un equipo de frenos sobresaliente, a unas suspensiones muy bien puestas a punto y a una electrónica súper completa. Por otro lado, la Yamaha MT-10 SP funciona de modo más agradable y se maneja mejor en espacios pequeños debido a una dirección que gira más, lo que la hace más indicada para la convivencia diaria en ciudad.
APRILIA TUONO | YAMAHA MT-10 SP | |
VELOCIDAD | ||
Real/marca | 256/262 km/h | 240/245 km/h |
ACELERACIÓN | ||
0-100 km/h | 3,3 s / 44 m | 3,9 s / 51 m |
0-400 m | 10,6 s / 225 km/h | 11,4 s / 212 km/h |
0-1.000 m | 19,3 s / 254 km/h | 20,5 / 237 km/h |
RECUPERACIÓN | ||
60-100 km/h | 3,3 / 72 m | 4,3 / 95 m |
60-140 km/h | 6,3 s / 177 m | 9,1 / 257 |
RENDIMIENTO | ||
Régimen máximo | 12.510 rpm | 11.830 rpm |
Vel. lineal pistón | 21,8 m/s | 20,1 m/s |
Rel. peso/potencia | 1,3 kg/CV | 1,5 kg/CV |
Potencia específica | 157 CV/litro | 146 CV/litro |
PESO | ||
Peso vacío | 202 kg | 202 kg |
Peso lleno | 216 kg | 214 kg |
Reparto (lleno con piloto) | 46,8-53,2 % | 46,3 / 57,3 % |
CONSUMO | ||
Medio | 7,7 litros/100 km | 7,2 litros/100 km |
Autonomía | 240 km | 236 km |
Sin embargo, a la hora de hacer kilómetros en espacios más abiertos, la Aprilia sorprende por un asiento algo más mullido y por un frontal que protege más de lo esperado. Al utilizarlas a dúo, ninguna de las dos alcanza el aprobado debido a que el espacio disponible para el pasajero no está especialmente cuidado. De todos modos, tanto una, como otra, son motos realmente exclusivas que transmiten sensaciones fuertes y que son capaces de satisfacer a los usuarios más exigentes, permitiendo un uso deportivo, tanto en carretera, como en circuito. Está claro que Aprilia y Yamaha se han dejado pocas cosas en el tintero a la hora de dar forma a la Tuono V4 1100 Factory y a la MT-10 SP.