Hablar de Yamaha TMax es hablar de un fenómeno que desde su lanzamiento en 2001 no ha casado de aumentar su fama. Fue el primer scooter de alta cilindrada realmente deportivo, y en su nueva versión 2017, no sólo se mantiene como líder en este terreno, sino que amplía sus posibilidades, diversificándose en tres modelos con distinto equipamiento.
Los Yamaha TMax han dominado con mano de hierro el mercado de los grandes scooters a lo largo de todo este siglo. En los últimos años sus rivales han aumentado con el lanzamiento de los BMW C 650 Sport, BMW C 650 GT, y los Honda Integra 750 y Honda X-ADV. Es cierto que algunos de sus competidores tradicionales como el Suzuki Burgman 650 o el Aprilia SRV 850 no cumplen la normativa Euro4 y han cesado su producción, pero está claro que la orientación deportiva de los nuevos modelos es innegable. Sin embargo, Yamaha no ha variado un ápice la filosofía de su mayor scooter, que siempre ha hecho valer su ligereza, comportamiento dinámico, y la suavidad de su motor como referencias.
Se logra más ligereza y dinamismo, que han sido siempre las llaves del tremendo éxito de este modelo
Frente al resto de su competencia el Yamaha TMax siempre ha ofrecido un motor con menos cilindrada y potencia, capaz de ser manejado en todas sus versiones con el carnet A2, y en esta nueva versión, adaptada a la norma Euro4, las cosas no han cambiado. Puede que las prestaciones máximas sean algo inferiores a las de los modelos más potentes, pero también que con ello se logra más ligereza y dinamismo, que han sido siempre las llaves del tremendo éxito de este modelo. Ahora, para 2017, Yamaha da una nueva vuelta de tuerca con una nueva versión, que además de mejor, se ramifica en tres modelos para ofrecer a cada cliente exactamente lo que estaba deseando.
El nuevo Yamaha TMax 2017
Pero el nuevo TMax es mucho más que una multiplicación de las versiones, ha sufrido profundas remodelaciones. Por una parte en el motor se han realizado las modificaciones necesarias para pasar la normativa Euro4, y se ha aprovechado para convertir su gestión en completamente electrónica al adoptar el sistema de acelerador YCC-T que abre las mariposas de la inyección por medio de las señales de la centralita. También se ha mejorado la refrigeración del aceite, la caja de admisión, la tapa del termostato y el tubo de escape, que es 77 mm más corto al desplazarse el silenciador al colector. La correa de transmisión secundaria ha adelgazado, pasando de 40 mm de anchura a 25 mm, gracias a estar realizada con fibras de carbono, que son más ligeras y resistentes.
Se han realizado las modificaciones necesarias para pasar la normativa Euro4
Los cambios fundamentales están en el chasis, que tiene un nuevo diseño. La estructura de aluminio ha perdido un 30% de su masa, y es la principal responsable de que el nuevo TMax pese 9 kg menos que el anterior. Esto lo sitúa en una franja entre 25 kg y 30 kg por debajo de sus principales adversarios en el mercado. El basculante es 40 mm más largo, lo que cambia el funcionamiento del sistema de suspensión trasera monoamortiguador, que se acciona por bieletas bajo el basculante. Hay más variaciones, como las llantas más ligeras y en el caso de la trasera, que ahora es de 5,00”, el cuadro de instrumentos con pantalla TFT central, las pinzas de freno delanteras monobloque de cuatro pistones con anclaje radial a la nueva horquilla, una geometría de dirección revisada, nueva llave electrónica, un caballete central dotado de inmovilizador desde el manillar o la pantalla ajustable en dos posiciones. Sin duda, una de las novedades mejor recibidas va a ser el aumento de la capacidad del hueco bajo el asiento, que ahora permite guardar dos cascos jet o uno integral. Todas las cerraduras se manejan desde el manillar.
Tres posibles Yamaha TMax 2017
La gran novedad en la filosofía del Yamaha TMax, es que por vez primera se han creado diferentes versiones. Hasta ahora las variaciones habían sido simplemente cromáticas, pero en 2017 se avanza en este sentido y se ofrecen tres equipamientos alternativos. Sobre la versión estándar, que cuesta 12.299 € se establece el Yamaha TMax SX, con un precio de 13.199 €, que aprovecha la llegada del acelerador electrónico para incorporar dos modos de conducción, denominados S y T, el primero más deportivo y el segundo más turístico. También llega un sistema de control de tracción, que se puede desconectar. Junto a la electrónica existen otras diferencias estéticas como el acabado de los paneles laterales o la presencia de una placa. La otra gran novedad es la unidad telemétrica TCU, que conecta la moto con el teléfono y con Vodafone, y que además de interconectarte con el mundo para hablar o disponer de GPS, tiene una aplicación que previene los robos, ya que te avisa del hecho y se pone en contacto con la policía. La tercera alternativa es el Yamaha TMax DX, con un precio de 13.199 €, que va un poco más allá, A lo que ya trae como complementario la SX se suman opciones que inciden en el confort, como una pantalla ajustable de manera eléctrica con 135 mm de variación en su altura y dotada de un canal central para evitar rebufos tras ella, control de velocidad, puños y asiento calefactables con tres niveles de ajuste, y un amortiguador trasero que se puede regular en precarga e hidráulico de extensión.
Aprovecha la llegada del acelerador electrónico para incorporar dos modos de conducción, denominados S y T
Las razones para esta diversificación están claras. Hasta ahora Yamaha no había desviado la atención de su público más que con variaciones cromáticas, pero cada una de ellas había supuesto un repunte de las ventas. De hecho en 2014 aumentaron un 41%, y en 2016 los que habían comprado una versión especial llegaban al 52%. La vía de la especialización parecía clara, sobre todo teniendo en cuenta que más de un tercio de las personas que compran un nuevo TMax, ya han tenido previamente otro. La consecuencia es la llegada de las versiones SX y DX con más equipamiento en las que puedes elegir exactamente que orientación quieres darle.
Yamaha TMax 2017 todavía mejor
Nadie duda que el T-Max se ha convertido en un mito, no ya entre los scooters, sino en el mundo de la moto en general. La primera versión, lanzada en 2001 rompió los moldes establecidos al crear un modelo mucho más dinámico y deportivo que todo lo que se había hecho hasta ese momento, y hasta ahora, nadie ha sido realmente capaz de batirlo. Yamaha ha vendido un cuarto de millón de unidades, con España, Italia y Francia acaparando el 67% de las ventas, y manteniéndose año tras año con unas cifras de ventas que suponen más de la mitad de los de más de medio litro de cilindrada.
El asiento está a la misma altura del suelo, pero su forma ha cambiado para poder aumentar la capacidad bajo él
Hay modelos más cómodos que el Yamaha TMax, otros más potentes, pero no hay ninguno que cumpla como él su compromiso entre prestaciones, confort y comportamiento deportivo. Para mantenerlo una de las bases es que el peso sea lo más contenido posible, y este nuevo modelo es mucho más ligero, algo que se nota desde el primer instante en que se pone en marcha. Y lo hace entonces y no cuando está todavía parado porque también es algo más difícil llegar bien con los pies al suelo. El asiento está a la misma altura del suelo, pero su forma ha cambiado para poder aumentar la capacidad bajo él, y la mayor anchura te abre las piernas un poco. Afortunadamente puedes subir los pies inmediatamente, porque serás capaz de mantenerte estable prácticamente con la moto parada. La transmisión, con su embrague de discos múltiples es tan suave como siempre, incluso a velocidades mínimas, y el motor responde inmediatamente con total suavidad. Ahora en las versiones SX y DX tienes dos opciones de potencia del motor, la S, que es la de toda la vida, y la T, en principio más suave, con una apertura menor de la mariposa y con unos 8 CV menos de potencia máxima, que está diseñada para cuando llueva o en firmes muy deslizantes. En ella el motor es más perezoso, y teniendo en cuenta que si tienes esta opción, también tienes el TCS, tendrá que estar muy mal el terreno para que la elijas.
La potencia perfecta del Yamaha TMax 2017
La potencia sigue rozando por debajo el límite de los 35 kW, lo que lo convierte en un vehículo A2 perfecto. Pocos van a echar de menos prestaciones puras, porque la gran ventaja de este modelo es precisamente su equilibrio dinámico. Los kilos de menos se notan, pero también la evolución del chasis y las suspensiones. Para esta primera toma de contacto Yamaha ha elegido ni más ni menos que Sudáfrica, y sobre los baches de las carreteras de la costa sur de Ciudad del Cabo, el TMax pasaba como si fuese una alfombra, sin desviarse de la trazada, sin sacudir la dirección, ni tampoco dar sacudidas a sus ocupantes, algo realmente difícil de encontrar en un scooter por muy elaborado que esté. Realmente, si los anteriores ya eran un prodigio en su compromiso entre comportamiento deportivo y comodidad, esta evolución va más allá. La combinación del funcionamiento progresivo del motor, la ausencia de vibraciones, la fantástica transmisión, y un chasis ligero, ágil y estable es definitiva.
La potencia sigue rozando por debajo el límite de los 35 kW, lo que lo convierte en un vehículo A2 perfecto
Ahora, sobre todo en las versiones más equipadas, el manillar y el cuadro se convierten en una fuente de distracciones. Hay todo un procedimiento para arrancar, bloquear o abrir las cerraduras, manejar pantalla, calefacción, control de velocidad, modos de potencia, desconectar, si quieres, el control de tracción, o elegir la información, todo con la llave en tu bolsillo. A lo largo de la prueba, el consumo declarado por el propio TMax fue de poco más de 4 litros a los 100 km, lo que resulta bastante parco teniendo en cuenta el recorrido que incluía ciudad bien atascada y carreteras lentas y con muchas curvas.
El éxito permanente del Yamaha TMax
Todo parece mejor en el nuevo TMax, y realmente salvo los detalles comentados y el aumento de precio, que en su mayor parte está causado por el aumento del Impuesto de Matriculación al pasar al siguiente escalón impositivo por la emisiones de CO2, ese tercio de fieles que pasa de uno a otro va a sonreír desde el primer instante, lo mismo que harán los que lleguen de nuevos a él. Su imagen ha cambiado lo suficiente como para que se distinga perfectamente, sus colores se han multiplicado, y tienes tres versiones con diferente nivel de equipamiento para que puedas elegir exactamente lo que quieres. Y si aun así no estás contento, hay una lista interminable de otros accesorios opcionales, incluyendo un paquete sport y otro touring para incidir aún más en esas facetas. El TMax se ha multiplicado, pero sin perder un ápice de lo que siempre ha sido.
Su imagen ha cambiado lo suficiente como para que se distinga perfectamente
Siempre parece difícil mejorar un TMax, especialmente si de lo que se trata es de mantener inalterados los valores que lo han convertido en lo que es. No se puede jugar con la potencia para no aumentar el peso, no se puede radicalizar su comportamiento para no reducir su confort. La clave de este modelo es su perfecto balance entre las diferentes necesidades, no se puede aumentar un aspecto concreto, hay que hacerlo de igual manera con todos. Esta nueva edición es más ágil, pero no ha perdido estabilidad, tiene suspensiones más firmes, pero siguen siendo cómodas, incorpora más electrónica, pero actúa sin que la sientas, tiene más capacidad de carga, pero no ha aumentado su volumen. No hablamos de una revolución, sino de un modelo que sigue perfectamente las leyes de Darwin, evoluciona.
Lo mejor:
-
Todo lo referente a su comportamiento dinámico
-
Multiplicación del equipamiento
Mejorable:
-
Anchura asiento en parado
-
Siguen sin caber dos integrales