A decir verdad la Honda NC700X había levantado bastante expectación para tratarse de una moto que no es exclusiva, ni está a la vanguardia de la tecnología.
Y es que su concepto urbano y su peculiar propulsor han hecho que se hable de ella antes de que llegase a nuestra redacción. Nuestra protagonista es una de las tres integrantes de la saga NC (New Concept), que está formada por una naked (NC700S), una moto-scooter (Integra) y esta NC700X, en la que la última sigla hace referencia al estilo «crossover».
Este concepto, que se ha trasladado de los coches a las dos ruedas, se puede entender básicamente como un vehículo utilitario dotado de suspensiones más largas y defensas reforzadas.
Que en la moto se traduce en una estética semejante a la de una trail, pero con alma de moto urbana. Así que con esta filosofía y un dócil propulsor de 670 cc, la NC700X se presenta como una moto diferente que hay que probar con detalle y en su ambiente. Vamos a ello, pues.
Sus aires trail repercuten positivamente en la ergonomía y es que el manillar ancho coloca tu cuerpo en una posición muy natural. El asiento, aunque no está especialmente bajo, es cómodo y por su diseño permite llegar al suelo con comodidad.
Así que pronto sientes que la NC700X se te adapta como un guante. Antes de arrancar tienes que detenerte un instante en conocer sus mandos. El cuadro digital es sencillo pero tiene lo necesario, así que por ahí pasas rápido. Hay que fijarse en la segunda cerradura, más cerca del piloto, que abre el hueco bajo el falso depósito y el acceso al verdadero depósito de gasolina, que se encuentra bajo el asiento del pasajero.
En ese práctico hueco, donde están las herramientas, cabe perfectamente un casco integral, aumentado exponencialmente la practicidad de la NC700X. Ya ha habido otros modelos de moto que han emulado al scooter, como recientemente la Aprilia Mana 850, pero la Honda está muy lograda en cuanto a la funcionalidad de este espacio.
A cambio la capacidad del depósito no es muy elevada, con 14 litros, pero con sus contenidos consumos, que bajan de los 5 litros a los 100 km, tiene una autonomía de 300 km a buen ritmo.
Dinámicamente también se aprecia su concepto «crossover», al contar con suspensiones de 150 mm (153 en la horquilla) de recorrido. Gracias a ellas amortigua bien todo lo que se cruza en su camino, pero no pierde estabilidad en la autopista, o en tramos virados. En ellos sale a relucir el buen tacto de la rueda delantera, ya que hay peso sobre ella y te transmite sufi ciente información.
En frenadas fuertes se nota que sus tarados son suaves y también que el C-ABS es muy efectivo. El sistema tiene potencia suficiente y la reparte bien entre los dos trenes, especialmente si eres principiante y frenas en un momento de pánico. El ABS no es muy intrusivo y tan solo notas sus efectos cuando haces topes en la horquilla.
También hay que destacar lo bien que se comporta a baja velocidad y lo fácil que resulta dar la vuelta o realizar maniobras en las distancias cortas. En la versión con C-ABS el disco delantero está mordido por una pinza de dos pistones, que tendrá menos potencia que esta versión, con pinza de tres pistones.
Así que por 500 euros más es interesante hacerse con el servicio del sistema antibloqueo y combinado.
El motor está diseñado para cumplir con la utilización, que según la marca, más le da el usuario medio. Éste se encuentra en regímenes inferiores a 6.000 rpm y velocidades por debajo de 140 km/h, mayoritariamente en la urbe y sus alrededores. Así que ha hecho un sencillo y compacto bicilíndrico en línea de 670 cc, que si miramos sus cotas internas, cilindrada y potencia, equivalen al propulsor de un Honda Jazz 1.4 partido por la mitad.
Con él las cifras no son escandalosas, pero cumple con el carné A1 y su suavidad y respuesta en bajos son excelentes. Gran parte del tiempo, cuando circulamos en ciudad abrimos muy poco el acelerador, lo que comúnmente se llama ir a punta de gas, y en esas aperturas la NC700X es una delicia. Desde muy abajo gira con dulzura, de tal modo que incluso beneficia a la estabilidad a baja velocidad.
Puedes callejear por estrechos pasajes y circular entre coches con una sensación de control total. Estas características la convierten en una montura muy adecuada para los que están empezando, gran parte de su público potencial por otro lado. Los medios son buenos, pero rodando en carretera y en marchas largas hay que utilizar el cambio para obtener una respuesta más directa, ya que si intentas recuperar en marchas largas no tiene tanto empuje.
El corte de encendido está tan solo a 6.500 rpm, un régimen más propio de coche que de moto. Así que si quieres aprovecharla en un puerto de montaña o en un tramo rápido te encuentras pronto con el limitador, que además es un poco brusco. El tacto del cambio en las primeras relaciones es otro punto mejorable, si bien es cierto que nuestra moto de pruebas tenía 900 km cuando la cogimos.
Como esta unidad va estar con nosotros un tiempo, (ver el recuadro adjunto sobre la prueba de larga duración), os iremos informando de cómo evoluciona en estos aspectos y en su desgaste general. También es muy probable que su consumo baje y se acerque a los cuatro litros a los cien, uno de los puntos de los que presume el fabricante (3,6 declarados).
Con cuatro decoraciones disponibles negro, plata, blanco y rojo, la NC700X se presenta como una opción muy interesante tanto para los poseedores del carné A2, como para los que tienen poca experiencia o los que buscan una moto lógica con la que llevar una vida más fácil. No hay que renunciar a nada con ella, ya que estéticamente también tiene tirón y su precio es asequible.
Comienza con esta nueva Honda NC700X una prueba de larga duración, en la que realizaremos a sus mandos 50.000 km. Para ello todos los miembros de la redacción y nuestros colaboradores pondremos nuestro granito de arena.
Durante este tiempo veremos cuánto duran elementos como las pastillas de freno, los neumáticos y cómo se comportan los demás elementos de su parte ciclo. También será un buen momento para evaluar cómo evoluciona el consumo del propulsor a medida que tiene más kilómetros y por supuesto comprobar su fiabilidad y rendimiento en diferentes momentos.
Os iremos informado periódicamente de cómo transcurre esta prueba y además realizaremos otra en profundidad a los 25.000 km y una última con desmontaje y análisis cuando llegue a los 50.000.
Josep Armengol:
La encontré con los mandos algo mal regulados (manetas altas y palanca de cambio desalineada), así que tocó sacar herramienta para ajustarla (muy sencillo). Al día siguiente, descubrí su mejor cara: es suave, fácil, segura (el ABS es poco intrusivo), cómoda (perfecta para mi 183 cm) y cuyo motor puedes aprovechar mejor si no llevas el «chip» de buscar el corte (llega rápido y es brusco). El hueco ayuda a no echar de menos a los scooter, y me parece tan bonita como en sus primeras fotos.
Marcos Blanco:
Me ha parecido que va muy suave en general. Es una candidata perfecta para más que iniciarse en el mundo del transporte en equilibrio en la urbe. Con ella les ha salido una dura rival a los scooter, por su capacidad de carga. Un casco integral cabe muy bien, aunque si llevas acoplado el bluetooth ya entra más justo. La maneta de freno me parece que desentona con el resto de la moto debido al tacto, un tanto duro, a su favor diremos que dudas de llevar una moto con ABS.
Andrés G. Dorado:
Cuanto más la usas más cosas buenas sacas. El día a día es lo suyo por comodidad y sobre todo por ser práctica, el hueco para alojar el casco es defi nitivo para hacerte la vida más fácil. Una pena que el motor corte encendido tan pronto (6.500 rpm), ya que impide estirar las marchas y así poder radicalizar algo la conducción, pero la efi ciencia en el consumo manda. La mires por donde la mires (precio incluido), es una moto muy lógica.