MV Agusta F3 Serie Oro. Prueba

Primera prueba de la MV Agusta F3 Serie Oro que hemos realizado en Francia.

A. R. / V. G. Fotos: Jacky Ley

MV Agusta F3 Serie Oro. Prueba
MV Agusta F3 Serie Oro. Prueba

MV Agusta ha realizado una serie limitada de una moto excepcional y exclusiva con el objetivo de diferenciar a sus propietarios del resto de los mortales. Y prácticamente su comercialización ha empezado y terminado al mismo tiempo, pues las 200 unidades que se han puesto a la venta «se las han quitado de las manos», a pesar de que su precio ha doblado al de la versión estándar de la que deriva.

Por 25.995 euros sus nuevos propietarios han adquirido un modelo realmente equipado y atractivo, vestido con una carrocería decorada con los colores típicos de MV Agusta, y aderezado con tonos dorados en muchos de los elementos de su parte ciclo y también con el negro típico de la fibra de carbono. Con respecto a la F3 675 estándar que cuesta exactamente la mitad, la Oro incluye unos componentes de muy alta gama, como son las suspensiones y el amortiguador de dirección Öhlins, las pinzas de freno Brembo monobloque, las llantas de aluminio forjado o las estriberas regulables de mecanizados realmente logrados.

Además, hay que recordar que la F3 es una supersport de talante muy deportivo, de medidas muy contenidas, con una posición de conducción extrema y dotada de una chasis de estructura mixta realmente preciso. Por otro lado, está propulsada por un tricilíndrico en línea de 675 cc con dos modos de motor (Normal y Sport) que consigue girar hasta cerca de 15.000 rpm, por lo que nos encontramos ante una deportiva de altos vuelos, capaz de sorprender a los más avezados motoristas.

Como has podido leer, su precio ha doblado al de la versión más básica que ya de por sí es una moto muy bien equipada y, ¿cómo se puede justificar una cifra tan alta? Esto es una tarea complicada, aunque no es imposible. De hecho, puede ser fácil. Incluso muy fácil. Es suficiente con una sola palabra: exclusividad. Y esto funciona, como demuestra el que todas las unidades de la F3 Oro se hayan vendido en un abrir y cerrar de ojos. Para saber cuál es el número de la unidad que estamos conduciendo, basta con fijarse en una placa dorada atornillada sobre la pletina superior de la dirección.

Desde que MV Agusta resucitó a mediados de la década de los 90, el color oro es y ha sido un sinónimo de exclusividad para algunos de sus modelos. Bien es verdad que la F3 de estas páginas no utiliza magnesio en algunos de sus componentes como las primeras Serie Oro de las Brutale y F4 de 750 cc, pero igualmente brilla con luz propia, al utilizar piezas doradas en muchos apartados. Así, las llantas, el monobrazo, las placas laterales del chasis, las rejillas incluidas en las entradas y salidas de aire de la carrocería, además de la suspensiones Öhlins, la cadena y la corona, destacan por su color dorado.

Y de siempre es sabido que el color oro casa muy bien con el negro de la fibra de carbono. Por ello, en esta F3, el cubrecadenas, las fundas de las tres salidas del escape, la aleta delantera y la trasera, además de la parte trasera de la quilla y la tapa del piñón de salida, están realizados en esta ligera y resistente fibra. Por este motivo, es fácil que el tiempo se nos pase sin apenas darnos cuenta, admirando todos los detalles de esta italiana de Varese. Porque además, sin ser ni doradas, ni de fibra de carbono, también son admirables las estriberas regulables, cuyos estribos están mecanizados a partir de un bloque de aluminio y no fundidos, como suele ser lo habitual. Otro aspecto llamativo es el tapizado del asiento, realizado en una combinación de cuero y tejido Alcántara. También la pintura de los plásticos de la carrocería cuenta con unos acabados exquisitos, acorde con la calidad de los componentes.

De este modo, se puede decir que el precio de la nueva F3 675 Oro es justificable, o por lo menos, así lo han creído sus 200 felices propietarios.

Tras levantar bien la pierna para pasarla con cuidado por encima del colín, por fin me he posado sobre su asiento. Giro la llave de contacto, presiono el botón de arranque y el ronroneo del tricilíndrico se hace rápidamente perceptible. Además, MV Agusta ha querido diferenciar aún más a esta F3 Oro y el sonido que emana por su escape es más grave y deportivo que el de la versión más estándar, independientemente del modo de motor escogido, aunque la potencia máxima declarada es la misma (128 CV a 14.400 rpm). En el modo N (Normal), la respuesta es menos agresiva y más natural, ideal para una conducción en carretera. Además, conserva intacto el increíble sonido a molinillo de café que se escucha a partir de las 4.000 rpm y que se hace cada vez más perceptible a medida que sube de vueltas. Bien es verdad que a bajo régimen el tricilíndrico no gira tan «redondo» como nos gustaría, pero eso es también parte de la genética ultradeportiva de esta italiana, cuyo funcionamiento esta marcado por un cigüeñal contrarrotante (gira al revés que en el resto de deportivas).

No sé si es debido a los excelentes componentes que incorpora o a la ligereza de sus llantas, pero la F3 Oro es realmente rápida de reacciones y te permite corregir trazadas sin el más mínimo problema. Por otro lado, su tren delantero es tremendamente preciso y estable, y ello te invita a recorrer las curvas con rapidez. La verdad es que es una moto muy eficaz, sensación que se ve acrecentada por la seguridad de tener entre las piernas una moto muy exclusiva y costosa.

Resulta difícil juzgar una máquina de fabricación limitada y especialmente si pertenece a un particular. Al probar una unidad así hay que ser sumamente cuidadoso. Murphy y su famosa ley pueden aparecer en cualquier momento. Y entonces, imagínate cómo se le puede quedar la cara a su dueño. Pero bueno, esta pequeña prueba se pudo cerrar con éxito y al final volvió a surgir la misma pregunta que al principio: ¿la F3 «Serie Oro» vale lo que cuesta? ¿Si, no...? La verdad es que esta italiana es tremendamente bella. Cuenta con una parte ciclo excelente y su rendimiento es elogiable para tratarse de una moto de 675 cc. En un producto así, la respuesta a esa pregunta la tiene el comprador y por ahora, viendo la rapidez con la que se han vendido todas las unidades de este modelo fabricado en serie limitada, creo que la respuesta a esa pregunta es afirmativa.