Aunque resulte difícil de creer, gracias a unas reformas acertadas la Harley-Davidson XR 1200 puede convertirse en una divertida y efectiva moto de circuito. Las BBQ (léase «barbecue» y pronúnciese algo así como «barbiquiu») Series son una iniciativa de Harley-Davidson España, una idea original que ha tenido una repercusión mundial sorprendente y que muchos países pretenden copiar para hacer algo similar el año que viene. Inglaterra, por ejemplo, ya ha confirmado que en 2009 va a poner en marcha un campeonato similar.
Pues bien, las BBQ Series, celebradas este año por primera vez, nos han demostrado que una XR 1200 se puede convertir en una moto de circuito sin ningún tipo de problemas y dar lugar a bonitas y disputadas carreras. Y lo hemos comprobado, como se suele decir, «en vivo y en directo». Harley-Davidson, puso a disposición del que esto escribe, una espectacular XR 1200 con el dorsal «1» para compartir parrilla en la segunda cita de las BBQ Series junto a los cerca de veinticinco inscritos que han contado las «XR Series» este año.
El segundo encuentro de esta copa monomarca tuvo lugar en el circuito onubense de Monteblanco, cercano a la localidad de La Palma del Condado. Y digo nuevo, porque los que participamos en esta cita de las BBQ Series fuimos los primeros que disputamos una carrera en esta pista, gracias a la cual también se consiguió la homologación para que desde entonces se puedan celebrar carreras en él. Y la verdad es las instalaciones de Montebalnco, así como la pista, son espectaculares.
La hora de la verdad
Las previsiones meteorológicas no eran del todo halagüeñas y, como se esperaba, la mañana comenzó lluviosa y, por tanto, con la pista mojada. Esto supuso un inconveniente importante para la organización, que por unos momentos pensó incluso en suspender la prueba debido a que todas las motos calzaban los Pirelli Superbike de tipo slick, muy poco apropiados para el estado del asfalto. Pero, nuestras plegarias parece que surtieron efecto y la situación mejoró, comenzando a secarse la pista y por consiguiente, dando lugar a la celebración de los entrenamientos.
Todo apuntaba a que once años más tarde (Copa Ducati del ‘97) iba a estar de nuevo en una parrilla de salida. Los entrenamientos no se me dieron mal del todo. Mi mejor vuelta me sitúo sexto en la parrilla y en carrera repetí posición. Un buen resultado para, como digo yo, un «mete y saca».Y la verdad es que me divertí mucho, y comprobé, que como en todas las carreras, nadie regala nada, y a pesar del carácter «amateur» con el que H-D ha querido impregnar a estas BBQ Series, también se va con el «cuchillo entre los dientes» desde que se apaga el semáforo.
Más peso delante
La transformación que ha recibido la XR 1200 para ser transmutada en una moto de carreras ha sido muy completa. Lo primero ha sido adaptarle unas llantas Braking en medidas «normales» (17” en ambos trenes) para poder montarle neumáticos deportivos actuales. Luego se han mejorado las suspensiones y los frenos, y se han montado unos estribos artesanales más altos y retrasados, así como un manillar más plano y bajo. Con respecto al propulsor, las modificaciones internas no han estado permitidas. Sólo se ha podido montar un sistema de escape específico realizado por Termignoni y modificar el sistema de gestión electrónica.
Además de que con todo esto ha XR ha perdido cerca de 20 kg en la báscula, también carga más peso delante, frena más y se comporta mucho mejor. Además, como puedes comprobar en las gráficas del banco de potencia, se ganan cerca de 20 CV de potencia máxima, aunque de acuerdo a la regulación del sistema de gestión de motor empleado, por debajo de 4.000 rpm el motor «no funciona» y la banda de utilización es limitada, pues el corte de encendido se produce, muchas veces de forma inesperada, cuando llegas a las 7.000 rpm.
Una vez acostumbrado a esta particularidad, la verdad es que la XR de las «barbiquiu» sorprende. Aún con más de 100 CV, su potencia es muy difícil que te ponga en apuros. Además, el agarre que proporcionan los Pirelli SBK es espectacular, así que es prácticamente como si la XR dispusiese de control de tracción. Puedes abrir el acelerador con la moto muy inclinada y siempre empuja para adelante. Luego en frenadas también se comporta bien y la transmisión por correa (que mantiene los desarrollos originales) surte un efecto comparable al de un embrague antibloqueo al bajar marchas. El nuevo equipo de frenos Braking, unido a las mejoras internas efectuadas en la horquilla por HRG, contribuyen a que la XR 1200 se detenga con contundencia. De todos modos, no conviene ser demasiado brusco a la hora de apretar la maneta de la bomba de freno radial, de lo contrario es posible que acabes con el recorrido de la horquilla y tengas que soltar la maneta y prolongar la frenada más de lo deseado.
Por otro lado, la conducción de la XR-BBQ es muy física. No hay que olvidar, aunque ha adelgazado de forma importante, que todavía puede llegar a pesar 243 kg con el depósito lleno. Al principio cuesta mucho ceñirse al interior de las curvas. No es fácil. Hay que sudar para conseguirlo, al tiempo que debes intentar mantener un buen paso por curva, sintiendo cómo apoya fuerte el neumático delantero. La verdad es que el conjunto, apoyado en unos Öhlins traseros que levantan la moto de detrás, consigue una capacidad de inclinación impensable para una Harley-Davidson convencional. Luego hay que pensar en que tienes que levantarla y a la hora de efectuar cambios rápidos de dirección hay que tirar de las puntas del manillar con ganas.
Buena idea
La verdad es que en Harley-Davidson España han tenido una muy buena idea al considerar a la XR 1200 como un modelo apropiado para protagonizar su propia copa monomarca. Además de una moto muy bonita, la XR-BBQ se comporta muy bien, y sin ser demasiado rápida en circuito, consigue unos tiempos más que aceptables y te permite disfrutar mucho. Yo lo corroboro.